La contrareforma en Costa Rica

22/03/2014
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La tarea más compleja y difícil a la que puede enfrentarse un pueblo, es la de hacer una revolución social verdadera. Porque una revolución no es solamente un cambio de gobierno, sino proponerse transformar, positivamente, las estructuras sociales e institucionales que preservan y estimulan esos males contemporáneos que arrastran las sociedades subdesarrolladas de nuestra época: pobreza y pobreza extrema, desigualdad en aumento y traslado al sector privado de las empresas públicas en manos del Estado o de los servicios sociales fundamentales, privatización y creciente deterioro de la institucionalidad democrática.
 
Pero antes de continuar, debemos aclarar que generalmente se incurre en el error de considerar que el término "revolución", implica necesariamente un acto de violencia, porque, en efecto, las grandes evoluciones de la historia se han realizado por medio de la violencia. Vale la pena recordar aquí la conocida frase de Jefferson, probablemente el más eminente teórico y filósofo de la Revolución Independentista de los Estados Unidos cuando dijo:
 
"el árbol de la libertad debe regarse de vez en cuando con la sangre de patriotas y tiranos"
 
Pero en nuestro caso, en Costa Rica, hemos sostenido la tesis de que, a partir de la Independencia, se desarrollaron de manera "pausada", transformaciones de carácter revolucionario, que le dieron a nuestro país el carácter de una nación socialmente avanzada, adicta a las transformaciones sociales profundas, las que casi nunca estuvieron acompañadas del derramamiento de sangre.  
 
Quizás sea ésta una de las razones por la que nos cuesta tanto valorar el grado de esfuerzo y sacrificio a que se ven sometidos los pueblos cuando, en cortos períodos, debe recuperar los años y años que ganaron para sí oligarquías voraces o crueles tiranías, mientras ellos se hundían en la represión y la pobreza.
 
Pero se ha producido en Costa Rica, un profundo retroceso. La “contrarreforma” o la “contrarrevolución” como queramos llamarla, ha vulnerado, esperamos que por pocos años, las bases sociales, políticas y económicas de nuestro sistema social.
 
Podemos enumerar rápidamente las áreas que en Costa Rica han sido objeto, en los últimos 30 años, de un sistemático proceso, parcial o total, de privatización o de traslado de propiedad social, a la economía privada.
 
1-     Crédito y otros servicios financieros. Fue creado prácticamente de la nada un poderoso sector financiero privado, que le tendió un puente de plata a la banca internacional
2-     Producción eléctrica y telecomunicaciones,
3-     Servicios hospitalarios para acceso exclusivo de las clases privilegiadas,
4-     Producción de fertilizantes,
5-     Liquidación del proyecto pesquero nacional encabezado por la empresa Atunes de Costa Rica,
6-     Acuacultura S.A.
7-     Algodones de Costa Rica S.A. (ALCORSA).
8-     Aluminios Nacionales, S.A. (ALUNASA).
9-      Azucarera Guanacaste S. A.
10-  Azufrera de Guanacaste S. A.
11-  Bolsa Nacional de Valores.
12-  Cementos del Pacífico, S. A. (CEMPASA).
13-  Cementos del Valle S. A. (CENVASA).
14-  Central Azucarera Tempisque S. A. (CATSA).
15-  Consolidación de Compañías Agrícolas e industriales S.A.
16-  Consorcio de Exportación de Productos Costarricenses S. A. (CONEXPO).
17-  Corporación de la Zona Franca de Exportación S. A.
18-  Corporación para el Desarrollo Agroindustrial Costarricense, S. A. (DAISA).
19-  Distribuidora Costarricense de Cemento S. A. (DISCOCEM).
20-  Fábrica de Chocolates CABSHA, S.A.
21-  Ingenio Azucarero de Boruca.
22-  Ingenio Azucarero de 4000 – 6000 T.M.C.D.
23-  Minera Nacional, S. A.  (MINASA).
24-  Oficina de Fletamiento Marítimo, S. A. (FLEMAR).
25-  Staves Barrels and Parquet INC. STABAPARI.
26-  Tempisque Ferry Boat, S. A.
27-  Transportes Metropolitanos, S. A. (TRANSMESA).
28-  Desarrollo y administración privada de las principales vías públicas, puertos y aeropuertos, donde es necesario mencionar la próxima entrega de nuestro único puerto al Caribe, Limón, en condición de monopolio, a un gigante mundial.
29-  Abandono del empresariado nacional
30-  Abandono de las clases medias urbanas y rurales,
31-  Radical abandono de los agricultores que producen alimentos por el mercado   interno.
32-  Abandono casi total de los planes de vivienda para la clase media
33-  Lo que es fundamental, montaje de una economía nacional, articulada a los  intereses del mundo corporativo y financiero trasnacional,
34-  Apertura indiscriminada del comercio internacional e inconcebibles ventajas y privilegios, sin control legislativo, a la llamada Inversión Extranjera Directa.
 
Todo esto configura lo que hemos llamado "El Proyecto Singapur", orientado a convertir a Costa Rica en una factoría internacional. Es, en pocas palabras, el proyecto del COMEX. Pero internamente, la conclusión más evidente es que el país se lo apropiaron los más ricos entre los ricos.
 
Los hechos enumerados son, a ojos vista, los pasos de un verdadero plan de desintegración o destrucción sistemática de toda la obra social construida por el pueblo costarricense a través de su historia. Una gran parte de esos bienes se vendió o se malbarató por un plato de lentejas, bajo las órdenes y el control directo de un representante del BID en Costa Rica y bajo la mirada complaciente y permisiva del primer gobierno de don Oscar Arias Sánchez.
 
¿Serán, en algún momento de nuestra historia, llamados a cuentas los responsables de estos actos depredatorios contra el interés nacional? ¿No han reparado Ustedes en la activa publicidad del COMEX en estos días previos al cambio de gobierno y hasta el artículo de la mandataria en que anuncia "la panacea" de La Alianza del Pacífico?
 
Nuestra Asamblea Legislativa, como institución representativa del pueblo ha estado, por años, de espaldas a toda esta actividad económica financiera, subrepticia y disolvente. Subrepticia, porque como ocurrió con el TLC y ahora con el proyecto Alianza Pacífico, se realiza en el mayor sigilo, sin entregar la información correspondiente ni los documentos centrales que ponen en marcha esos proyectos.
 
Veamos por ejemplo como la Sra. Chinchilla marcha al extranjero y con la mayor frescura, firma un documento de adhesión a ese proyecto, la Alianza del Pacífico, sin presentarse a la Asamblea Legislativa o a la televisión del Estado, a explicar exhaustivamente las razones de su firma. Y disolvente, porque hemos sostenido desde hace bastante tiempo, que el plan de estas fuerzas antinacionales y que en nuestro país están sólidamente apuntaladas en el COMEX, ha sido la de construir una formidable maquinaria de disolución del Estado Nacional.
 
Son pocas las voces que se han levantado desde la política nacional, para impedir semejante latrocinio o al menos para establecer las necesarias regulaciones que hasta hoy, no existen. En honor a la verdad, deben señalarse los nombres de dirigentes como don Otton Solís y don José María Villalta en defensa del interés nacional.
 
Cuando alguien se atreve a poner en duda la legitimidad del poder omnímodo que manifiestan estos magnos intereses, es sometido, tal como ocurrió hace pocos días con don Luis Guillermo Solís a propósito del contrato con la APM TEMINALS,  a una verdadera encerrona con la subsiguiente crónica periodística, preparada en detalle por las fuerzas interesadas en forzar la interpretación de que nada se moverá.
 
A esa lista que mostramos antes, de por sí dramática, podríamos agregar los reiterados intentos de entregar la explotación minera, incluidos los yacimientos de cobre y oro de Talamanca, a manos de corporaciones transnacionales, como el conocido caso del Crucitas y por los esfuerzos, bien conocidos, por la privatización del agua.
 
Conclusión maniquea: Quien se atreva a negar esta realidad, o bien está al servicio de las fuerzas corporativas o simplemente tiene los ojos cerrados ante la realidad nacional.
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