Ecuador

Los reelegibles ¿ganaron o perdieron?

Alberto Maldonado S.

03/04/2014

Opinión

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Son reelegibles aquellos que pueden reelegirse indefinidamente. Ejemplo, el señor doctor Jaime Nebot, Alcalde de Guayaquil. No le pisa nadie los talones. Es la cuarta vez que se reelige, más dos que su hacedor fue Alcalde de Guayaquil (el ingeniero León que comandaba el social-cristianismo ahora llamado Madera de Guerrero). En cambio, en Quito, eligieron Alcalde al señor Mauricio Rodas en lugar de reelegir al Alcalde Augusto Barrera. No pudo. Para que vean lo bonito que es. Estar en esas cumbres, que nadie sabe lo que hacen. O mejor dicho, se sabe lo que hacen (no todos) pero en vez de ir a la cárcel, de sus pechos cuelgan las cruces.

Son reelegibles los que pueden reelegirse. En este Ecuador, en las elecciones seccionales, se han dado casos. Y aunque El Comercio de Quito lleva una lista completa de los que fueron y los que no fueron (especialmente si son de Alianza País, el partido del Gobierno) qué más quieren. Los pobres, que no fueron reelegidos, a llorar tras de un chilco. Los que sí fueron, a no llorar y ver qué pasó. No vaya a ser que en la próxima sean los que tengan que irse a la casita. La reelección de Rafael Correa está por verse, depende de él y de una reforma constitucional. Uno nunca sabe. El señor Correa ha roto ya la “mala costumbre” de los ecuatorianos: la de salir de un jefe que ha sido elegido por las mayorías, sean o no ciudadanas.

Esta costumbre de ir a las salidas no muy honrosas, es un invento nuevo; de la democracia en acción. Los que se quedan que se queden, no importa si para eso hay las “sublevaciones” Sino que le pregunten al Abdalá Bucaram, al Lucio Gutiérrez, de Ecuador, y a otros. Los “pobres” de la derecha venezolana, que ansían el poder, no ven otra salida que la renuncia del Nicolás Maduro. Con el visto bueno desde luego de los EE.UU. Y sino que le pregunten al Evo: en los Estados Unidos no hay revueltas como las de Bolivia o este Ecuador, porque “no hay embajada de los Estados Unidos” Y así por el estilo.

Desde que tengo uso de razón (que ya son décadas) los de la derecha, el centro y los que andan alabándose, diciendo que son de izquierda, se han “sacrificado” por el país. Lo único que no han podido es estar contra la historia de las naciones. El señor Hitler y sus muchachos estuvieron empotrados en la vieja Alemania, desde 1933 hasta 1945, es decir 12 años. Y no fueron más porque les obligaron a matarse (a él y a su novia de toda la vida). Luego vino la democracia, estilo Estados Unidos (querían turnarse los republicanos y los demócratas) en el poder; y no pudieron. Un señor Kohl (no recuerdo bien el nombre) estuvo como 15 años en el poder de la nueva Alemania. Y quién es la Angela Merkel, que ostenta el poder de los votos, en la Alemania de la post guerra. Sino que le pregunten a los que fueron del otro lado; o sea a los viejos de la también vieja Alemania Democrática. O ya se olvidaron.

Lo cierto es que según el Consejo Supremo Electoral (CSE) el que ganó en todo el Ecuador es Alianza País (AP) o sea, el partido de gobierno. Según el Presidente Rafael Correa, tanto el viejo social-cristianismo como otros de la misma tienda, se diputan el segundo puesto, a nivel nacional. O sea, que según el Presidente Correa y la AP, el que ganó el segundo puesto fueron los socialistas (con AVANZA) del otrora jefe del Instituto de Seguridad (IESS, el señor González, que fue candidato de la Izquierda Democrática, ya desaparecida) con el hermano del Presidente Roldós (del mismo apellido) el que ganó el segundo puesto en las elecciones seccionales de febrero/2014, con Avanza. No hay duda que en este Ecuador hay, por los socialistas, una vieja y querida costumbre, que viene de los años 30 del siglo pasado, a pesar de que se escindió en dos partes: el viejo socialismo; el socialismo propiamente dicho (que tiene o tenía varias variantes y virtudes) y el Comunismo. De eso hablaremos en otra ocasión.

Sea lo que haya sido, lo cierto es que el partido del Gobierno ocupa el primer lugar; ¿y el segundo? Los señores, que ven en las elecciones venideras (para fines del 2016) una salida; hasta esa fecha pueden pasar muchas cosas. Entre ellas; que Rafael Correa ya no sea una opción electoral. ¿Serán los de la derecha? Lo dudo, permítanme que lo dude. Yo no creo que después de todo lo que ha pasado la derecha, en este Ecuador, sea una opción de triunfo electoral. Ya que las carreteras, los centros de salud, los hospitales y los planteles educacionales crecen sin cesar y por doquier de este país.

Muy a pesar de que el viejo social-cristianismo (hoy llamado Madera de Guerrero) ya tiene candidato “propio” sino que le pregunten al asambleísta de esa tienda política (Luis Fernando Torres, de Ambato) que lanzó la candidatura del señor Nebot (Alcalde de Guayaquil, reelecto por cuarta ocasión) o ya olvidaron que el señor Nebot, antes de ser Alcalde de Guayaquil, perdió por dos ocasiones la Presidencia; una frente al Alcalde de Quito, salido del social-cristianismo, Arq. Sixto Durán Ballén; y otra vez, ante el “insufrible” Abdalá. Eso que el mismo señor Nebot dijo que esperaba que junto a él gane el llamado “Loco” Abdalá porque a él si le ganaba. Y resultó que el Loco Abdalá le dio para el santo y la limosna, en la segunda vuelta (1966). Desde entonces el señor Jaime Nebot hijo, no quiere perder la presidencia por tercera vez. Pero su nombre ha sido “la comidilla del día” pero nada más. Y el señor Torres (dueño del único periódico que circula en Ambato) dice que la tercera ocasión, de ir a Carondelet, y la cuarta reelección a la Alcaldía de Guayaquil, le convalida al señor Nebot. ¿Será?

Sea lo que a bien sea; lo cierto es que el 2016 está muy lejos. Los que saben de política, dicen que muy cerca. Aún para ese año (faltan 3 años) no sé qué puede pasar. El señor Correa, actual Presidente de la República, para esa fecha, quién sabe. Lo mismo con el señor Nebot y su Alcaldía. No vaya a ser que los dos no representan a nadie más. A Guayaquil, que desde el siglo veinte, pasó a definir el liberalismo machetero. Guayaquil, era para los ecuatorianos, el semillero de la nueva etapa, hasta que cambió. Los entendidos en estos cambios políticos, dicen que en Guayaquil se asentó la más rancia aristocracia del Ecuador entero. No por gusto se apoderaron allí los viejos comerciantes, de esos que la política de exportación y de importación quedan pocos. Sino que le pregunten al señor Álvaro Noboa, el supermillonario de Guayaquil, que un día no muy lejano estuvo a punto de llegar a la Presidencia de la República. Las malas lenguas dicen que en 1998 le ganó el señor Jamil Mahuad (de la democracia cristiana, muy similar al socialcristianismo) sino que este señor Mahuad (que dicta clase en Harvard (EE.UU.) desde que le botaron del puesto de Presidente (el año 2000-enero)

En fin, ¡vaya usted a saber! El señor Rodas (que según un español es más norteamericano y chileno que ecuatoriano) no tiene más que hacer las obras que dejó inconclusas el señor Barrera. Y que acaba a dar unos síntomas de quién es, al visitar al señor Nebot en Guayaquil, y pedirle consejos. No soy de los que ataco a los ciudadanos quiteños sino ¿qué más puede hacer el señor Rodas? Sino parecerse al señor Nebot en Guayaquil, que ya va por la cuarta vez que ocupa el sillón de Olmedo. En todo caso, la derecha ecuatoriana pretender ser como el señor Nebot, en Guayaquil.

Y para rematar el presente artículo (inquisición, más parece) no me fío de la memoria de los pueblos. Quito acaba de dar un ejemplo. Lo mismo Cuenca. Y a pesar de que ha ganado en todo el resto del país, lo cierto es que no puede haber más ingratitud, que el darle al señor Rodas (que no conoce ni bien la ciudad de Quito) la sartén por el mango. O yo no sé. El señor Correa no puede negarse a una tercera reelección presidencial, si quiere seguir con su “revolución ciudadana”. De lo contrario, no sé qué va a pasar en este país de Sudamérica.

He dicho

Quito, abril 04 del 2014.

Alberto Maldonado S.

Periodista – Ecuador

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