Carlos del Frade afirmó que el narcotráfico "es el negocio del sistema"
16/04/2014
- Opinión
En el marco del programa "Enredando las Mañanas" de la Red Nacional de Medios Alternativos, dialogamos con Carlos del Frade, periodista y escritor rosarino, quien compartió su análisis y preocupación en torno al “plan para pacificar la ciudad” que consistió en el desembarco de 3000 gendarmes, prefectos y federales en su ciudad natal. Rosario vive una situación crítica debido a la agudización de la violencia social y política a partir de la consolidación del narcotráfico que tiene estrechos vínculos con el poder político, policial, judicial y económico.
¿Cuál es tu análisis del “plan para pacificar la ciudad”, como tituló el diario Página/12?
Lo primero que hay que decir es que es difícil encontrar la paz de la boca del fusil de un gendarme; lo segundo es que si el planteo es la ocupación territorial de los barrios con gendarmes, prefectos y policías federales, como si fueran ángeles incorruptibles y no tuvieran nada que ver con el narcotráfico, es más difícil aun de creer; y en tercer lugar, si esto no se complementa con apertura de escuelas, trabajo, deporte, alegría, los pibes seguirán siendo consumidores consumidos y terminaran de nuevo en la dialéctica feroz del narcotráfico, donde terminan siendo soldaditos inmolados en el altar del Dios Dinero, que es el más perverso de los dioses y está detrás del narcotráfico.
¿Por qué la respuesta desde el Estado sigue siendo más policía?
Porque es lo que impone el verdadero patrón del mal, el Imperio, EEUU. El 6 de enero de este año, el cuestionadísimo General Milani anuncio la compra de 35 camionetas Hummer al Comando Sur del ejército norteamericano. Dos semanas después el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, y el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, fueron a EE.UU a recibir instrucciones de qué tenía que hacerse con el narcotráfico, y después aparecieron instructores de la DEA y el FBI dando cursos para la policía de la provincia. En febrero el que viajó a EE.UU. fue Berni. Hoy en día están llegando emisarios de la DEA y el FBI para darle cursos a la policía de Mendoza; y De La Sota viajó a EEUU para lo mismo. Ahora están de acuerdo si le llaman “coordinación del gobierno nacional y el gobierno de la provincia” para hacer esto, que es una política de ocupación de los barrios, que en un primer momento le genera tranquilidad a la gente que estaba desbordada por los hechos de violencia, y claramente eso es lo que se lee y por eso salen a festejar los dos (Bonfatti y Berni); pero no me quieran hacer creer que esta no es la misma receta que se aplicó en Colombia, en México y en Brasil, y que los resultados fueron más narcotráfico y más muertes de pibes. Así estamos lejos de generar salidas pacíficas o con justicia social, si lo único que tienen como presencia son los fusiles de gendarmes, prefectos y policía federal. Eso es un verso perverso.
¿Cuál es tu análisis de la relación entre la especulación inmobiliaria, el narcotráfico y la soja?
Yo creo que eso es lo que le da la particularidad al gran Rosario. Como el Gran Rosario es el lugar por donde pasa la mayor cantidad de guita de la Argentina, porque acá esta el 70% de la exportación cerealera, al pasar el flujo más grande en volumen de dinero, dentro de ese flujo enorme está el flujo de dinero ilegal. No entender eso, es no entender que la naturaleza del narcotráfico es la actual etapa de acumulación ilegal de dinero fresco y transparente que tiene el sistema capitalista, porque el narcotráfico es una etapa actual del capitalismo, a lo que se le agrega, en nuestros países periféricos y dependientes, esa imposición de la receta de Ronald Reagan de julio de 1988 que no es más que la etapa superior del Imperialismo. Ahora, tratar de esconder esto para vivir en la dictadura del presente que supone que los vecinos de Rosario están más tranquilos me parece bien, pero eso dura poco. Qué le vamos a dar a lo que encontraron el otro día, cuando los integrantes de las fuerzas de seguridad decían: “Acá está vendiendo droga una mujer embarazada de nueve meses, que necesita atención médica”. Esa mujer, que está a punto de parir, trabaja para el narco porque además cree que de esa manera le va a dar un futuro al hijo que está por nacer. Esta profundidad cultural, que supone lo que encontraron el otro día, no se corrige con las balas de la gendarmería, con la presencia de los distintos autos artillados, esto tiene que ver con otra cuestión, y algún día habrá que entenderlo porque ya pasó en Colombia, en México y está pasando en Brasil.
¿La presencia policial es un guiño hacia los sectores medios?
Sí, porque es lo que responde a las encuestas. ¿Por qué estaban contentos Bonfatti y Berni el otro día? Porque sabían desde el vamos que la presencia de tipos armados como si fueran rambo en los barrios, es lo que necesita cierto sector de nuestra sociedad que cree que la seguridad es una cuestión de tipos locos, enardecidos, que cometen crímenes porque se les da la gana, y no porque crean que esta es una cuestión de “injusticia social”. Y se responde a esas encuestas, claramente es un guiño político, y por eso festejaron los dos.
¿Hasta qué punto este tipo de medidas, que se presentan en los medios hegemónicos como un combate al narcotráfico, no hacen más que garantizar su continuidad?
En realidad lo que hay es una especie de reorganización de los bandos dominantes de la guita que genera el narcotráfico. Porque eso es lo que pasó en Colombia, lo que pasó en Brasil y lo que pasó en México. Ahora mucha gente se enteró de la existencia en Colombia (en la época de Pablo Escobar) de dos carteles: el de Cali y el de Medellín, a través de la serie “El patrón del mal”- aunque yo creo que el verdadero patrón del mal es EE.UU. Hoy en Colombia hay 242 carteles, y cuando no tenemos homicidios porque bajó el número, tenemos desaparecidos. Hoy en Brasil, a días del Mundial, la “Unidad Pacificadora Policial”, y prestémosle atención a este nombre porque nos reenvía al titular de Pagina/12, bajó el número de homicidios denunciados, pero subió el número de desaparecidos en el Brasil de los gobiernos populares de Lula y de Dilma. Entonces estas cosas, aunque sea en soledad, y poniéndonos a mucha gente en contra, gente trabajadora, honesta, que piensa que efectivamente la seguridad es hija directa de la presencia represiva, hay que decirlas, porque esto ha pasado en la historia reciente de nuestro barrio cósmico que es América del Sur. Así caigamos antipáticos, hay que decirlo porque no podemos ser cómplices de estas miradas mezquinas desde lo político, que insisto, con la dictadura del presente saben que con esto tiran hasta fin de junio.
¿Cuál es la situación de la educación, la salud, el trabajo, la cultura, en la ciudad del gobierno “progresista”?
El último informe de la propia producción socialista del Instituto Provincial de Estadística y Censo del año 2011, que hacía un des-agregado de la cuestión educativa, señalaba que 8 de cada 10 chicos y chicas no terminan la secundaria en los barrios populares del Gran Rosario y el Gran Santa Fe ¿Qué hacen esos chicos y chicas que a partir de los 14 años no tienen educación, no tienen trabajo, no tienen deporte, no tienen acceso a la cultura? ¿Qué hacen?
¿La dominación cultural también hace que la cuestión del narco se banalice un poco?
Es un fenómeno mediático, es un fenómeno televisivo, es un fenómeno de serie. Por eso las crónicas que más se han difundido en estos días, con excelentes periodistas que vinieron de Buenos Aires como Mauro Federico, cuentan los detalles del operativo que claramente son muy interesantes. Pero detrás de esos detalles que forman parte de la nueva novela latinoamericana, aparecen los intereses concretos y algún día tendremos que hablar en serio, hay armas y hay droga porque son la tercera y cuarta fuente de ingreso que tiene el sistema capitalista internacional, por eso tenemos tantas armas a la mano de los pibes y tenemos tanta droga cerca de cualquier persona de cualquier edad, porque es el negocio del sistema, y los que no lo quieren ver y tienen la suficiente información para verlo, terminan siendo cómplices, y en esto hay autoridades nacionales, provinciales y municipales.
Te agradecemos este contacto con Enredando Las Mañanas
Para mí es un privilegio que por lo menos me den un lugar para expresar esto, en Rosario nadie nos ha sacado, y eso me da mucha tristeza. Y también me da mucha tristeza ver en mi ciudad, que hace 51 años nací, que todas las noches haya un helicóptero dando vueltas, que haya mucha gente que crea que con un tipo disfrazado de Rambo vamos a tener un futuro mejor, no lo puedo entender.
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