VI° Encuentro Sindical Nuestra América, ESNA
Declaración de La Habana
12/05/2014
- Opinión
Una nueva experiencia de la lucha de clases se procesa en todo el mundo, y desde La Habana, Cuba en el VI ESNA nos proponemos ser protagonistas de esta historia y contribuir en la gestación de una ofensiva de los trabajadores y los pueblos para derrotar el régimen capitalista, sumido en una ya larga crisis.
Ello supone desbaratar la ofensiva liberalizadora del capital contra los trabajadores, la sociedad popular y la naturaleza. Esta ofensiva capitalista utiliza la crisis en curso para ejercer el chantaje sobre los trabajadores y sus familias, sus ingresos y condiciones de vida y trabajo, sobre el medio ambiente y las formas culturales de relaciones cotidianas. El objetivo del capitalismo, en tanto relación de explotación y dominación es reproducir esas condiciones materiales.
Sin embargo, junto a la iniciativa de las clases dominantes se despliega nuestra lucha, la de los trabajadores y los pueblos. Sabemos que la lucha de clases es constitutiva de la historia, en la confrontación de dominantes y dominados, que hace siglos transita el horizonte de la explotación capitalista. Los trabajadores han protagonizado variadas luchas contra la opresión y la explotación capitalista, construyendo experiencias que necesitan ser estudiadas y analizadas críticamente, especialmente en la construcción del socialismo.
En ese marco, saludamos la realización de nuestro VI° Encuentro en Cuba, territorio de la más importante experiencia en la construcción del socialismo. El pueblo cubano y especialmente la CTC han sido cálidos anfitriones y generosos en presentar sus problemas, preocupaciones, avances y amenazas en la epopeya de esta gigantesca experiencia humana que significa gestar unas relaciones sociales solidarias y en armonía con la naturaleza para las actuales y futuras generaciones.
Mucho es lo que tenemos para aprender de Cuba, pero también la revolución cubana reaviva su proyecto emancipador con cambios que reafirman su camino, al tiempo que estudia y analiza la experiencia de cambio político en la región latinoamericana y caribeña.
En primer lugar se destaca la recreación en el imaginario popular de la lucha por el socialismo que nos trajo la propuesta venezolana del Socialismo del Siglo XXI, o la boliviana del Socialismo Comunitario, el aporte de Nicaragua con el modelo Revolucionario, Cristiano, Socialista y solidario. También emergen nuevas formulaciones, tales como el camino de la democratización comunitaria que aporta Venezuela para desafiar el orden contemporáneo y la amenaza imperialista sobre su proceso político y social de transformación y emancipación; o aquellas recogidas en los textos constitucionales, tales como el “Vivir Bien” en Bolivia, o el “Buen Vivir” en Ecuador, que necesitan ser enriquecidos desde esas experiencias y más allá, para articular la recuperación del imaginario indígena, originario, campesino con el proyecto nuestro americano por el que lucharon los libertadores, claro en las condiciones del desafío a que nos enfrentamos en este Siglo XXI.
En ese marco vale mencionar cuantiosas experiencias que abonan el cambio político con diversa participación de los trabajadores, los pueblos, las organizaciones sociales y políticas para hacer avanzar el proyecto anticolonial, anticapitalista, antiimperialista, contra el patriarcado y la discriminación racial y de género. Son las luchas populares en nuestros países los que generaron condiciones para que la izquierda asuma gobiernos, o sea parte de ellos, o que dispute en el plano institucional la agenda obrera, campesina, de las mujeres y jóvenes, de las minorías varias, del pensamiento y la cultura.
No es un camino fácil, amenazas del poder global imperialista y las clases dominantes locales, que no resignan lo perdido y vuelven a la carga con una ofensiva novedosa, con intervención militar en Haití y golpes diversos, de nuevo tipo, en Honduras o Paraguay, y con intentos fallidos en varios países, abortados por la resistencia de los pueblos.
Desde la riqueza de la diversidad de nuestros procesos en Nuestramérica se avanzó como nunca en la integración y aun con las diferencias y matices sobresale la CELAC y UNASUR, como novedosos proyectos que intentan el objetivo integrador sin presencia de Norteamérica. Este fenómeno de la integración incluye la novedad del ALBA-TCP y el intento de participación de movimientos populares de países que no se incluyen en el acuerdo institucional. La combinación de procesos nacionales de cambio y el esfuerzo integrador constituyen las novedades de este tiempo, que contrarrestan las amenazas de la Alianza del Pacífico como ALCA redivivo o los avances en las negociaciones para un tratado de libre comercio con la Unión Europea, como si Europa fuera menos imperialista que EEUU.
Nuestro tiempo se define por la confrontación de 2 proyectos: el de la dominación imperialista vía liberalización de la economía, con flexibilización, precariedad salarial y laboral y súper explotación de la Naturaleza, y el de los procesos de lucha de trabajadores y los pueblos en el intento de hacer realidad la emancipación social, proyecto de varias generaciones en la historia y que hoy nos proponemos hacer realidad.
Compañeras y compañeros:
¡A marchar juntos el 1º agosto por nuestras calles, para demostrar toda nuestra solidaridad con la revolución Bolivariana, su pueblo y su Gobierno encabezado por N. Maduro!
¡A respaldar y apoyar el Proceso de Paz en Colombia!
A redoblar la lucha, desplegar solidaridad, fortalecer los procesos de Unidad de nuestra clase y de nuestros pueblos!!!
A todo esto los estamos invitando, a tomar las banderas de nuestros Libertadores, de Bolívar, de Martí y también del legado del Cdte. Hugo Chávez Frías!
Cuba, mayo 2014.
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Del mismo autor
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- V Encuentro Sindical Nuestra América: Documento Político 20/05/2012