Una agenda complicada
18/05/2014
- Opinión
Es una buena noticia que representantes diplomáticos de Cuba y Estados Unidos estén conversando, tal y como se reflejó recientemente toda una serie de órganos de prensa.
Conversar es lo mínimo que podemos hacer. De esa forma cada parte conoce los intereses de la otra y además las posiciones que esta adoptó en relación con los mismos. En definitiva para eso están los diplomáticos, para realizar este tipo de ejercicio en representación de sus países.
El que no exista relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos le da una connotación adicional a este tipo de conversación. Pudiera tomarse como un indicador de que ambas naciones han enfocado el problema con la voluntad política de encaminarse hacia una situación en que se puedan analizar los problemas existentes entre ambas, lograr ciertas y determinadas soluciones, que aunque sean de carácter parcial, siempre serían indicador de una relativa mejoría y acuerdo entre las dos partes, aunque queden asuntos pendientes.
¿Cuál pudiera ser el motivo por el cual ambas naciones han tomado la decisión de iniciar conversaciones a pesar de las significativas diferencias políticas existentes entre las mismas?
Evidentemente que Cuba quisiera un poco menos de hostilidad. Ante la imposibilidad de levantar el bloqueo de inmediato, al menos cierta moderación en la aplicación del mismo, que permita actuar con mayor libertad en el campo económico, lo cual incrementaría sus posibilidades de lograr un mejor desenvolvimiento.
Esto permitiría que Cuba incrementara sus ingresos por el turismo, ampliación del financiamiento internacional y de mercados, incluyendo en esto al de Estados Unidos, en otros productos que no sean únicamente los alimenticios.
Estados Unidos, por su parte, quisiera tener mayores posibilidades en Cuba para desarrollar su influencia. Aquí puede haber un interés mutuo, pues Cuba desea incrementar el turismo y Estados Unidos desea enviar a Cuba la mayor cantidad de personas posible, no solamente cubanos residentes sino también estadounidenses académicos, religiosos y todo aquel que con su presencia en Cuba pueda ayudar a cambiar la imagen que de Estados Unidos se ha construido durante estos más de cincuenta años.
Es posible que en el campo comercial también el interés sea mutuo. En los últimos años Cuba ha disminuido ostensiblemente el monto de las compras que realiza a Estados Unidos, que de más de 800 millones anuales, en estos momentos debe estar muy próximo al 50 por ciento. Esto no es un gran impulso a la economía estadounidense, pero en ciertos Estados el incremento de las compras de Cuba implica menos desempleo, inventarios más bajos y utilidades para empresas que contribuyen a la campaña electoral de algunos políticos.
Existen otros aspectos de interés mutuo en los que ya se mantienen contactos, por lo regular de carácter informal, pero que funcionan y ambas partes cooperan. Este tipo de relación se encuentra establecida en la lucha contra las drogas, algunos deportes, la meteorología, ciertos problemas ecológicos, algunas ramas de la ciencia, las comunicaciones telefónicas, la religión, eventos académicos y científicos, todas la ramas del arte, vinculación entre los guarda fronteras y otros aspectos de carácter muy puntual.
Quedan otros asuntos que pudieran incluirse en este listado, donde ambos países recibirían beneficio, pero en mi criterio sería más adecuado profundizar y concretar en los que ya existe cierto vínculo, pues esto desarrollará nuevas oportunidades de acercamiento.
La agenda se complica con algunos asuntos en los que las opiniones no coinciden, sin embargo de solucionarse estos se crearía un ambiente político positivo para el resto de las negociaciones.
El asunto Alan Gross, unido al de los Cinco, de los que solamente quedan tres en prisión, puede calificarse como uno de las más importantes. Solución ideal, un intercambio de convictos, lo que aseguraría que todos regresen al seno de sus familias lo antes posible, independientemente del tiempo que cada cual ha permanecido en prisión, los cargos, condena pendiente y todo aquello que pueda obstaculizar que la decisión se tome lo antes posible.
Este es un asunto que se ha manejado dentro de la política interna de Estados Unidos, en la que fuerzas contrarias a Cuba, y vinculadas a los terroristas, que fueron expuestos a la luz pública, quieren de todas formas cobrarle la cuenta a los que lo hicieron. La solución está en manos del presidente Obama, con sus poderes para otorgar indulto, en la seguridad de que Gross regresará de inmediato a Estados Unidos. De solucionarse, sería un problema menos en la agenda, pero un problema importante.
Los otros problemas que deben tratarse pueden llevar un procedimiento más lento y complicado, como el levantamiento del bloqueo. La promoción de actividades contra la Revolución Cubana y el hostigamiento a la misma en el campo diplomático, internacional y el de los medios de comunicación, por señalar algunos.
En especial el levantamiento del bloqueo implicaría el eliminar toda y una serie de mecanismos existentes en distintas agencias del gobierno de Estados Unidos que fueron creados para inspeccionar que se cumpliera el mismo y para presionar a países e instituciones que actúen de forma contraria a lo que este establece. Algunas leyes como la Torricelli y la Helms Burton evidentemente perderían vigencia, lo cual debe ir a la consideración del Congreso donde algunos grupos pudieran complicar el asunto.
Considero que en estos asuntos, que deben tratarse entre los diplomáticos de ambas naciones puede lograrse algún avance, “gradual” como se señala en la nota emitida al efecto, para que nadie piense que la situación se resolverá en un breve plazo de tiempo.
Cuba ha planteado en repetidas oportunidades estar dispuesta a conversar, de forma respetuosa y donde no se menoscabe la soberanía e intereses nacionales, sobre cualquier asunto en que estén involucrados los dos países, de hecho el que ahora se efectúen conversaciones implica una aceptación de estos requerimientos por parte del gobierno de Estados Unidos.
Ya hemos visto la primera acción, ahora debemos esperar para ver los primeros resultados, pues como ya dijimos, la agenda es complicada
18 de mayo 2014
Dr. Néstor García Iturbe es editor del boletín electrónico El Heraldo (Cuba)
sarahnes@cubarte.cult.cu
sarahnes@cubarte.cult.cu
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