Investigación, educación y biotecnología para la salud

Un modelo para proyectos en red en UNASUR

28/05/2014
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Artículo publicado en la Revista América Latina en Movimiento No. 493: Ciencia, tecnología e innovación en la integración suramericana 10/06/2014
Uno de los retos para el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación en el ámbito de la UNASUR es proporcionar las condiciones óptimas para que podamos generar conocimiento científico, difundir tal conocimiento, y formar recursos humanos de calidad en la propia región.
 
Parece fuera de duda que uno de los modelos que deber ser aplicado es el trabajo en red, con características de interdisciplinariedad y participación de las instituciones de los diferentes países miembros de la UNASUR.
 
En materia de salud, hay que dar prioridad a la formación de redes que se propongan investigar temas y formar a jóvenes maestros y doctores con experticia que permita abordar y solucionar problemas de salud inherentes a la región.
 
Una iniciativa actualmente en desarrollo, y que puede ser vista como modelo a ser utilizado, es el Proyecto de Investigación, Educación y Biotecnología para la Salud.  Este proyecto se desarrolla en el ámbito del Mercosur, gracias a la financiación del FOCEM (Fondo para la Convergencia Estructural del MERCOSUR), por tanto, ya desde su creación, se forjó ideológicamente en una perspectiva de reducir las desigualdades entre los países del Mercosur.  En la fase inicial del proyecto participan las siguientes instituciones de los países del Mercosur: la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil; el Instituto Pasteur de Montevideo, Uruguay; el Instituto de Biomedicina CONICET / Max- Planck de Argentina, mientras que Paraguay está representado por un consorcio integrado por el Laboratorio Central de Salud Pública y los centros asociados: el Instituto de Investigación en Ciencias de la Salud y el Centro para el Desarrollo de la Investigación Científica.  Estas instituciones se juntaron para desarrollar un ambicioso proyecto que ya tiene sus tres primeros años de existencia.
 
El proyecto fue postulado por el FOCEM en su programa de desarrollo de la competitividad, y pretende ser una herramienta de interacción y complementación en el marco de las instituciones en el Mercosur.  Comenzó a mediados de 2012, tras una serie de evaluaciones técnicas y negociaciones políticas, que en Brasil involucraron a los ministerios de Salud, Ciencia, Tecnología e Innovación, y de Relaciones Exteriores.
 
Como indica el nombre del proyecto, hay tres pilares fundamentales: la generación de conocimiento científico sobre temáticas de interés para la salud de los países involucrados, la formación de recursos humanos, incluida la movilidad de los jóvenes estudiantes y postdoctorados, la creación de espacios para la innovación, en particular con la generación de productos de naturaleza biotecnológica, para uso en la salud.
 
En términos presupuestarios, este proyecto contará con un aporte de fondos del FOCEM / Mercosur del orden de siete millones de dólares para tres años.  Siguiendo la lógica de la convergencia estructural, los recursos vienen siendo distribuidos de manera no equitativa, tratando de reducir la desigualdad entre los países. En este sentido, Paraguay es el país que ha recibido y recibirá la cantidad más importante de recursos.
 
Teniendo en cuenta los cambios en los escenarios de la morbilidad en los países del Mercosur, el enfoque técnico del proyecto incluye los temas centrales de las enfermedades crónicas y el envejecimiento, ya sean de origen infeccioso, neurodegenerativas o cardiovasculares.  En este sentido, pretendemos integrar la formación de recursos humanos a la generación de conocimiento científico.
 
Asimismo, nos parece esencial difundir el conocimiento generado, proveyendo la mayor capilaridad posible, no sólo a los círculos científicos, sino también al público en general.  Una página web sobre el proyecto ya está en funcionamiento (http://www.focem-investigacion.org.py).
 
Aunque filosóficamente podamos cuestionar si el conocimiento científico con innovación deba ser distribuido para su utilización por la sociedad, es importante que, en el ámbito del proyecto, dicho conocimiento pueda ser valorizado en términos de protección intelectual.
 
Desde el punto de vista estructural, uno de los objetivos es el desarrollo de laboratorios de excelencia en cuatro países, y en ese sentido, en particular las instituciones paraguayas reciben un financiamiento importante.
 
Movilidad de estudiantes y transferencia tecnológica
 
En el proceso de formación de los recursos humanos, uno de los aspectos importantes es el de la movilidad de los estudiantes.  La estructuración de una red de plataformas tecnológicas en los diversos centros de excelencia, es una de las estrategias que permitirá la movilidad de los jóvenes entre los países, ya sea para las etapas específicas de formación o para cursos de corta duración.  En 2013, se realizó un curso en el Instituto Pasteur de Montevideo sobre la biología estructural y bioinformática.
 
Por otra parte, después de los tres primeros años del proyecto, pretendemos tener estructurado un programa de doctorado en medicina molecular, lo que permitirá una mejor estructuración de la formación de los recursos humanos en la región a través de la movilidad docente, y especialmente, de la movilidad de los estudiantes.
 
Cabe aquí un comentario de algo que aún conocemos poco, aunque ya tenemos competencia instalada, por lo menos en el área de la biotecnología para la salud; competencia perfectamente competitiva con cualquier laboratorio de excelencia, aunque todavía no tenemos el hábito de priorizar.  De hecho, aún tenemos la tendencia a buscar preferentemente a los laboratorios y centros de investigación en el hemisferio Norte, lo que no es absolutamente necesario, desde un punto de vista tecnológico, a pesar de que puede ser relevante en otros aspectos, pero no desde un punto de vista tecnológico.
 
En cuanto a la cuestión de la transferencia de tecnología, se creó recientemente un espacio de innovación tecnológica en el Instituto Pasteur de Montevideo.  Además de eso, los trabajos para la creación del Centro para el Desarrollo Tecnológico en Salud están avanzados, y este centro debe estar operativo en los próximos 12 meses.  Una vez que los espacios de innovación estén funcionando, las diferentes instituciones se beneficiarán y se incentivará la implantación de spin- offs en áreas específicamente asignadas para este fin.
 
Si por un lado, el envejecimiento y las enfermedades crónico-degenerativas se corresponden a un cierto grado de focalización en los diversos grandes temas de la salud, por otro lado, en términos de generación de conocimiento integrado, nos parece importante focalizar aún más.  Uno de los temas es la búsqueda de marcadores biológicos, sean ellos de diagnóstico y/o pronóstico.  Uno de los malestares de relevancia social y económica de los cuatro países es la distrofia muscular de Duchenne (DMD ), una enfermedad genética, ligada al cromosoma X , causada por una mutación en el gen que codifica la proteína distrofina, y que afecta a 1 de cada 3.500 niños nacidos vivos.  Hasta el momento, no existe cura para esta enfermedad, y la esperanza de vida no supera la tercera década de vida, lo que implica costos significativos en el sistema de salud de cada país.  El DMD representa también un problema social para toda la familia de cada paciente.  Los datos ya obtenidos por los investigadores de Fiocruz demuestran la posibilidad de definir un marcador sanguíneo para la progresión rápida de la enfermedad.  En consecuencia, en 2014, habrá una formación específica destinada a la realización de un estudio multicéntrico realizado en los cuatro países, y que deberá iniciarse en 2014.  No hace falta decir que este estudio, en particular, no sólo permitirá la generación de conocimiento científico para la región, sino que también será importante para el diseño de estrategias de trabajo en red, en términos de los ejes mencionados anteriormente.
 
También para 2014 debemos llevar a cabo una decena de cursos, además de la formación específica en los cuatro países.
 
En conclusión, estamos convencidos de que, efectivamente, podemos pensar en programas de estructuración para la generación de conocimiento científico, la formación de los recursos humanos y la movilidad regional en América del Sur, esta estrategia sin duda beneficiará a la región de los países de la UNASUR, y los hará cada vez más independientes. (Traducción ALAI)
 
- Wilson Savino es Director delInstituto Oswaldo Cruz, Fundação Oswaldo Cruz, Rio de Janeiro, Brasil.
 
https://www.alainet.org/es/active/74131

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