Política de defensa nacional
12/06/2014
- Opinión
A instancias del Consejo de Defensa Nacional (CODENA), organismo asesor y consultivo del Presidente de la República en materia de Defensa Nacional, Uruguay cuenta por primera vez con un documento de Política de Defensa Nacional: el Decreto Presidencial 3578[1] del 29 de abril de 2014. Esto en el marco de dar cumplimiento a la ley 18.650[2] de febrero de 2010 que, entre otras cosas, define Defensa Nacional como el “conjunto de actividades civiles y militares dirigidas a preservar la soberanía y la independencia de nuestro país, a conservar la integridad del territorio y de sus recursos estratégicos, así como la paz de la República”
El CODENA funciona desde el mes de abril de 2013 integrado por Presidencia de la República, Ministerio de Defensa Nacional, Ministerio del Interior, Ministerio de Relaciones Exteriores y Ministerio de Economía y Finanzas como miembros permanentes. El primer objetivo definido por el CODENA fue elaborar el “Libro Blanco” de la Defensa que se entrega como anexo del Decreto 3578 con el título “POLÍTICA DE DEFENSA NACIONAL: Un Uruguay integrado a la región y abierto al mundo”
El documento de 31 páginas se encuentra estructurado en tres fases. En primer lugar se describe el contexto mundial, regional y nacional, donde se declaran los intereses nacionales y los objetivos de la defensa nacional. En la segunda fase se describen las amenazas y riesgos que se presentan para la concreción de los objetivos definidos anteriormente. La tercera fase define lineamientos estratégicos para lograr los objetivos planteados. Se remarca la importancia de que la Política de Defensa Nacional debe extenderse más allá de los períodos de gobiernos y la necesidad de desarrollar una cultura de Defensa Nacional en el seno de la sociedad uruguaya toda.
Escenario estratégico
Se identifica un contexto internacional marcado por la crisis, el desempleo y el poco resultado que han tenido las políticas de los Estados Unidos y Europa frente a la crisis, que se manifiesta en la pérdida de millones de empleos. Detecta en este marco que los países más dependientes de América Latina han sido los que han sufrido mayormente, mientras que Sudamérica ha tenido buenos niveles de crecimiento. De esto se desprende la importancia estratégica de fortalecer los procesos de integración regional y generar vínculos con potencias emergentes.
Se identifica a las nuevas tecnologías de la información y las redes de comunicación con un fuerte potencial de desarrollo, tornándolas centrales en materia de educación e información. Se introduce entonces la dimensión de la seguridad y la defensa en tanto se detectan vulnerabilidades que pueden condicionar el funcionamiento del Estado.
Señala el tema del Poder asociado a la participación en el mercado global, la innovación tecnológica, el acceso a los recursos naturales estratégicos y a factores intangibles como la habilidad diplomática y la voluntad nacional.
Las amenazas anteriormente mencionadas así como la trata de personas, tráfico de armas, drogas, terrorismo y seguridad fronteriza así como la preservación de recursos naturales estratégicos son abordados por los países de la región en forma aislada y requieren ser abordados en estrategias de cooperación internacional.
El cambio climático, la percepción de futura escasez de recursos naturales y alimentos así como el incremento de consumo energético o el debate sobre energía nuclear, proponen desafíos a los diferentes instrumentos de Defensa Nacional.
En el plano regional se identifica una reducción de niveles de actividad económica y se observa una mayor consciencia de la importancia de la integración en infraestructura productiva, energética, económica y comercial, así como de profundizar la cooperación en materia social, científico-tecnológica, cultural, militar pero fundamentalmente en el plano político-institucional.
Se vislumbra un esquema latinoamericano favorable para la coordinación de mecanismos de cooperación regional en materia de defensa. Se señala al Consejo de Defensa Sudamericano (CDS) de UNASUR como de alto valor geopolítico para la consolidación de Sudamérica como zona de paz y cooperación.
Se destaca la vigencia del valor geopolítico de nuestro país, detallando las formas en que se ejerce la Defensa y la Soberanía Nacional. El documento valora el reconocimiento positivo de nuestro país a nivel regional e internacional y la proyección de nuestro país en la acción diplomática. MERCOSUR y UNASUR son señalados como los ámbitos naturales de integración de nuestro país: fortalecer el bloque regional es identificado como de alta prioridad estratégica.
La seguridad pública y el papel del Ministerio del Interior así como la Defensa Militar y el papel de las Fuerzas Armadas son abordados en el Plan Estratégico de Defensa Nacional. Se proponen formas de mejora de funcionamiento e integración tanto hacia la interna del país con la participación de la sociedad así como el rol que cada uno cumple hacia la interna del país y en el plano internacional.
Escenario futuro
Del análisis del contexto estratégico se visualiza un escenario futuro 2014-2030 marcado por la complejidad y la incertidumbre, la vigencia de la economía de mercado como consecuencia de la globalización, la necesidad del dominio y protección del ciberespacio y las telecomunicaciones en tanto el comercio y las finanzas son cada vez más dependientes de estos nuevos elementos.
Visualiza a los recursos naturales y energéticos como motivos de competencia geopolítica así como el aumento de costos de los alimentos o la reconfiguración de las líneas de comunicación, en particular las aguas internacionales y el ciberespacio.
Se analiza un crecimiento y fortalecimiento de los bloques regionales MERCOSUR, UNASUR y dentro del mismo el CDS así como la vigencia de la intervención de la ONU en los procesos de paz mundial y el cuestionamiento al mismo.
El documento define los intereses nacionales que inspiran a nuestro país en materia de relaciones internacionales. Para ello se identifica la preservación de los intereses nacionales para dar viabilidad al Uruguay como Estado Nación y su interés en el plano estratégico de nuestro país. Define como intereses nacionales vitales la Soberanía Nacional, Independencia del Estado, integridad territorial, defensa de la vida y la libertad de sus habitantes, el Estado de Derecho y la identidad cultural.
En el marco de los objetivos de la defensa nacional se identifican los de carácter permanente como el garantizar la soberanía, independencia y la paz, la integridad territorial, la protección de la vida, integridad de sus habitantes y su identidad cultural así como el respaldo al sistema de gobierno democrático. Como de carácter estratégico se proponen objetivos como la contribución al mantenimiento de la paz y la seguridad internacional, el respeto a la vida, la cooperación con los países de la región, el fortalecimiento de la infraestructura educativa y social del país, fortalecimiento democrático de la región, la promoción del desarrollo del conocimiento, la investigación científica y la adquisición de tecnología, la protección de los recursos naturales estratégicos, el medio ambiente y el fortalecimiento de la presencia en las organizaciones internacionales.
Obstáculos de podríamos enfrentar
Como política de Defensa Nacional se entiende fundamental determinar los obstáculos que podríamos enfrentar en el horizonte de planificación 2014-2030, en tanto se los entiende como eventuales amenazas a la soberanía nacional, independencia e integridad territorial y de recursos.
Los obstáculos identificados son: deterioro del medio ambiente, aparición de pandemias, crimen organizado, actos terroristas, materialización del espionaje y los ataques cibernéticos, inestabilidad democrática en la región, surgimiento de guerras extra-continentales, agravamiento de conflictos regionales, las crisis económicas y el control indebido de los recursos estratégicos.
Lineamientos estratégicos para la Defensa Nacional
El documento finaliza proponiendo líneas estratégicas en función de los objetivos propuestos considerando el escenario estratégico, el futuro y los obstáculos que se entiende se podrían enfrentar.
En el plano nacional se destacan aspectos como la preservación de la soberanía, independencia y la integridad del territorio nacional, el Estado de Derecho como expresión de democracia; propiciar el conocimiento de los DDHH (civiles, políticos, económicos, sociales y culturales), potenciar un adecuado desarrollo de la niñez y la adolescencia y promover su inclusión educativa como condicionante del porvenir de la nación y el fomento de la educación en todos sus aspectos en conjunto con la promoción de la identidad cultural y la cultura de Defensa Nacional en todos los niveles de la sociedad.
La protección y el fortalecimiento de la infraestructura, de los recursos marítimos, defensa de la soberanía alimentaria, el incentivo al desarrollo de fuentes de energía renovables para diversificar la matriz energética y promover la búsqueda de fuentes de energías no renovables como el petróleo y el gas natural.
La protección del gobierno y población uruguaya contra el espionaje, reafirmando la soberanía nacional y el derecho a la privacidad y seguridad de las comunicaciones internas e internacionales del país. Se propone la protección del Uruguay de ataques cibernéticos y preservar la reserva de datos producto de la gestión estatal y privada tanto a nivel nacional como regional. Como herramienta para estos aspectos se propone incentivar el uso de Software Libre en el Estado.
En el plano internacional se propone promover la coordinación de los diferentes ministerios participantes del CODENA, para la actualización de la información acerca de obstáculos y riesgos potenciales que deriven de la situación internacional.
La profundización de la participación en instancias multilaterales internacionales como regionales (UNASUR y CELAC) y fortalecer los vínculos institucionales en los mecanismos de cooperación del MERCOSUR o UNASUR. Se propone la participación activa de Uruguay y los países de UNASUR en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas con participación activa.
Se propone la consolidación del Consejo de Defensa de UNASUR así como la consolidación del relacionamiento entre las Cancillerías y los Ministerios de Defensa de los países de la región.
Notas
https://www.alainet.org/es/active/74536?language=es
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