Iniciamos una nueva etapa de lucha
17/02/2005
- Opinión
Desde el momento en que se desató la brutal represión del régimen
militar para imponer su dictadura sobre la voluntad de los
panameños, los familiares de las víctimas hemos luchado por
liberar a nuestros presos, curar a los torturados, encontrar a los
desaparecidos y enterrar a nuestros muertos. Ya “en democracia”,
el descubrimiento de tumbas clandestinas en el cuartel militar de
los Pumas en Tocumén, propició nuestra organización en el Comité
de Familiares de Desaparecidos de Panamá – Héctor Gallego
(COFADEPA-HG )
Luchando junto a otros panameños logramos que se creara la
Comisión de la Verdad para investigar los crímenes del régimen
militar y esclarecer el destino de los desaparecidos. Pese a los
altibajos y tropiezos de la Comisión de la Verdad, consideramos
que logró importantes avances en la búsqueda de la verdad sobre
estos crímenes de lesa humanidad y al poder presentar 110 casos
(luego se agregarían otros 5 casos, y seguro hay más por
desentrañar) ante las instancias de justicia panameñas y ante la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Hoy los familiares nos encontramos organizados mayoritariamente en
COFADEPA-HG y en el Comité de Familiares de Desaparecidos de
Chiriquí (COFADECHI), mientras otros están como independientes.
Por su parte, la Comisión de la Verdad ha concluido su vigencia
como entidad creada mediante Decreto de Gabinete y funciona ahora
como una organización no gubernamental (ONG).
Desde diciembre de 2002 se han presentado ante el Ministerio
Público 110 expedientes. La posición del Procurador Antonio Sosa
fue la de declarar estos casos prescritos y archivarlos. Así, 48
casos han agotado las instancias internas al haber sido juzgados,
sobreseídos definitivamente, declarados prescritos o indultados.
Otros 62 casos reposan en fiscalías, juzgados, tribunales y la
Corte Suprema. La nueva Procuradora debe hacer buenas sus
palabras y reabrir los expedientes cerrados, investigar a fondo
todos los casos y darles el impulso judicial necesario para
garantizar que se haga justicia.
Los restos de varios seres humanos han sido encontrados en tumbas
clandestinas. De estos 7 han sido identificados positivamente y
entregados a sus familiares. Otros 12 restos con claros signos de
tortura aguardan en tumbas del cementerio de la isla de Coiba a
ser identificados o a que su ADN sea cotejado con el de los
familiares de desaparecidos. Y son todavía muchos los panameños
detenidos-desaparecidos que no han sido encontrados.
Durante 30 años, o más en algunos casos, el Estado panameño nos
ha denegando justicia. Es bajo estas circunstancias que se decide
presentar el caso de los crímenes de la dictadura militar panameña
ante la CIDH.
Funcionarios de la CIDH, al examinar el caso de las víctimas del
régimen militar de Panamá (1968-1989), recomendaron acogernos al
artículo N° 41 de la Convención de Derechos Humanos y presentar en
conjunto, en un solo paquete, los casos con miras a llegar a un
acuerdo amistoso con el Estado panameño –conforme a los
procedimientos de este organismo- al ser muy claro que,
efectivamente, se nos ha venido denegando justicia por más de 30
años.
Nuestra demanda ante la CIDH contempla la reparación del Estado
por los crímenes cometidos por sus agentes en tres aspectos.
Moral:
- Que el Estado panameño admita su responsabilidad por los
crímenes, desapariciones forzadas, torturas y persecuciones
sistemáticas practicadas por sus agentes durante el periodo del
régimen militar (1968-1989).
- Inclusión de estos crímenes de lesa humanidad en los planes de
estudio del nivel medio y secundario.
- Declarar el 9 de junio –día de desaparición de Héctor Gallego-
como el Día del Desaparecido en Panamá.
- Erigir un monumento en memoria de las víctimas del régimen
militar.
- Que el Estado pida perdón ante los familiares de las víctimas y
ante la sociedad por los crímenes y violaciones a los derechos
humanos cometidos por sus agentes y se comprometa a que NUNCA MÁS
se repitan este tipo de hechos.
Judicial:
- Que se abran o reabran todos los casos de asesinato y
desaparición forzada durante el régimen militar para que sean
investigados exhaustivamente y que quienes resulten responsables
materiales e intelectuales de los hechos punibles, así como
quienes obstruyeron la justicia, sean juzgados y sentenciados por
sus crímenes.
- Que todas las tumbas clandestinas sean localizadas, se
identifiquen los restos humanos que en ellas se encuentran y sean
entregados a sus familiares.
- Que el delito de desaparición forzada sea tipificado como delito
no prescriptible en la legislación panameña.
- Que sea creada una Fiscalía Especializada en Derechos Humanos
para atender este tipo de delitos.
Económica:
La Convención de Derechos Humanos establece que las víctimas de
violación a los derechos humanos, o en su defecto sus familiares,
deben ser compensados con una reparación económica que mitigue los
daños causados a los afectados. Esta reparación tiene que ser
objeto de un estudio económico.
En respuesta a nuestras demandas el gobierno nacional, a través
del canciller Samuel Lewis Navarro, se niega a admitir la
responsabilidad del Estado por los crímenes de la dictadura y más
bien busca fórmulas dilatorias que afirmarían aún más la
impunidad, lo cual contribuiría a profundizar el dolor de los
familiares de las víctimas al seguir denegándonos justicia. El
gobierno plantea que la demanda sea retirada de la CIDH, que
negociaría individualmente con los familiares cuyos casos han
agotado las instancias internas y que los demás casos deben seguir
sus procesos en las instancias internas. Posteriormente -en un
patético alarde de cinismo- el canciller diría que esto lo hacían
porque los familiares tenemos derecho a conocer el destino que
corrieron nuestros seres queridos. Lo que busca el canciller es
confundir a la opinión pública al tratar de ocultar que por más de
30 años se nos ha denegado justicia con un retardo injustificado y
que si hoy se habla de estos casos y se encuentran en las
instancias judiciales nacionales ha sido por nuestra lucha
insistente en demanda de justicia.
En su respuesta a la CIDH, el canciller solo hace referencia a 82
casos sosteniendo las versiones embusteras de los agentes
responsables de estos crímenes. Por otro lado, su planteamiento
busca fragmentar la causa común de los familiares proponiendo
individualizar los casos de manera tal de poder dilatarlos y
diluirlos en el tiempo para que nunca se haga justicia.
COFADEPA-HG señala que la nueva situación que enfrentamos en estos
momentos demanda la más estrecha unidad de los familiares para
hacer valer nuestras demandas.
Exhortamos a las personas solidarias, a las organizaciones
gremiales y populares, así como a las organizaciones nacionales e
internacionales defensoras de los derechos humanos a que nos den
su apoyo moral, profesional y material (informantes, testigos,
colaboradores, antropólogos, abogados, mecenas) a fin de proseguir
en nuestra lucha por la verdad y la justicia investigando los
crímenes denunciados, buscando a los desaparecidos, identificando
los restos encontrados, siguiendo los casos en las instancias
internas y sosteniendo nuestras demandas ante los organismos
internacionales correspondientes.
¡Por la verdad y la justicia, no a la impunidad!
Comité de Familiares de Desaparecidos de Panamá – Héctor Gallego
(COFADEPA-HG)
Miembro de la Federación Latinoamericana de Comités de Familiares
de Detenidos-Desaparecidos
https://www.alainet.org/es/active/7614
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