La mano peluda postdictatorial a 41 años, sigue haciendo estragos

Por qué no recordar a Chile, sólo en septiembre

10/09/2014
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

 

“Pienso que el hombre del siglo XXI
debe ser un hombre con  una concepción distinta,
con otra escala de valores, un hombre que no sea movido
esencial y fundamentalmente por el dinero.”
 
Salvador Allende
 
 
Hemos estado recordando, durante cuarenta y un años, cada 11 de septiembre, el sangriento golpe militar chileno, la muerte del compañero Presidente Salvador Allende, la injerencia confesa de la CIA y del gobierno de EEUU, aliado a los militares traidores, civiles la derecha oligárquica y las empresas transnacionales que se sumaron a la conspiración del “imperialismo del dólar”.
 
A pesar de lo auténtico, solidario y sincero de estos eventos, homenajes y discursos que florecen en el mes de setiembre, hoy resultan sólo frías efemérides, como etiquetas inamovibles de crímenes de lesa humanidad, ocurridos hace ya más de cuatro décadas, solapando graves hechos ocurridos en el Chile  postdictatorial, concertacionista y neoliberal actual, donde lo peor del terrorismo militar, ha sido remplazado por el sometimiento incruento a una dictadura económica neoliberal y a una Constitución vigente que rige los destinos del país.
 
Además, necesario es saber que en toda historia, las palabras a fuerza de repetirse “pierden su significado”, por ello muchos de nosotros exonerados, refugiados, exiliados políticos chilenos y pueblos solidarios del mundo, decimos: No recordar así, el Golpe Militar chileno, ni sólo en septiembre, sino cada día, cuando sea posible. Incluyendo todo lo que sucedió posteriormente, su desarrollo y consecuencias hasta nuestros días, donde sin duda se ha extendido la “mano peluda” de la dictadura. Entre otros: presencia de la Constitución “pinochetista” chilena ilegítima, vigente; la mediocre y costosa educación; las acciones legales que perpetúan la impunidad; la persecución y asesinato del pueblo Mapuche; privatización y depredación de los recursos naturales, sin olvidar la entrega legal de las semillas chilenas a Monsanto.  
 
Para los que conocemos profundamente al pueblo chileno, sabemos que él vive una profunda desazón interior, un descontento que se ha expresado en protestas masivas de cerca de un millón de estudiantes en la calle, las huelgas de hambre de los mapuches presos, la brecha económica que cada vez es mayor entre los ingresos de la clase pudiente y el “pueblo de a pie”, las protestas de miles de ciudadanos las regiones productivas que son desatendidas, como es el caso de la Región austral de Aysén y de Calama en el norte, productor de Cobre.
 
Los chilenos sentimos que el consumismo globalizado, el poder hegemónico del capital financiero transnacional, nos ahoga inundándonos con millones de tarjetas de créditos para comprar ropa de marca, todo tipo de aparatos electrónicos, creyendo que con todo eso podemos ser felices y de paso contrarrestar el informe de Naciones Unidas para el Desarrollo, quienes afirmaron (1998), que “los chilenos viven un profundo malestar interior”.  ¿Y cómo no tener ese malestar?
 
Nadie mejor que nuestro talentoso historiador, Profesor Gabriel Salazar para hablarnos de este “malestar” del Chile actual: “… y para qué, a fin de cuentas, los intereses acumulados triplican nuestro ingreso anual, para terminar no pudiendo, pese a todo, ni educar bien a nuestros hijos, ni asegurar bien nuestra salud, ni tener buena casa, ni buen empleo, ni mantener la unidad familiar… Hasta que reventamos: el 45% de los chilenos padecen de depresión seria; el 58% de los niños que nacen en Chile son “huachos” (huérfanos); el 25% de las madres son madres solteras; la tasa de nupcialidad ha caído en un 60% en 12 años, las separaciones se duplican… Los femicidios también. ¿No será demasiado?”.
 
A todo esto se agregan las amenazantes noticias recientes de atentados “terroristas” con explosivos en un sector de familias acomodadas en Santiago llamado “Las Condes” en un centro comercial de la estación de Metro “Escuela Militar” con un saldo, según la prensa, de nueve heridos, dos de ellos graves. Acciones que se convierten en recurrentes, pues en julio de este año se produjo un atentado similar, esta vez en un vagón de Metro vacío, sin víctimas. Ciudadanos del sector hacen todo tipo de conjeturas: “son comunistas”, “me huele a CIA”. El gobierno ha ofrecido una investigación exhaustiva, es la violencia anónima que empieza a dar avisos.  
 
Concertación de partidos por la democracia. (Hoy Nueva Mayoría)
 
Es sabido que en el centro de las miradas críticas está la llamada “Concertación de Partidos por la Democracia” (1988), organización que históricamente cumplió la función para la que fue creada: sacar al dictador, mediante un plebiscito. Posteriormente, carente de otro sentido, que no fuera una politiquería de alianzas, gobernó por más de veinte años, traicionando los principios históricos, democráticos y de justicia social, dedicándose a los juegos del poder político y negociación de los dineros mal habidos del dictador, al amparo de un sostenido dogma neoliberal.
 
Los chilenos a 41 años de la dictadura y más de 21 de los gobiernos de la “Concertación Democrática”, podemos ver con vergüenza cómo los políticos que hace años fueron nuestros aliados en la Unidad Popular, dirigentes que se auto-definían como “revolucionarios”, hoy son los mismos -que si no fueron socialistas revolucionarios, o aparentaron ser lo que no eran-, han hecho por años de la política el más jugoso negocio personal al amparo de la globalización neoliberal y el apoyo programado del imperialismo norteamericano. Los logros de la Unidad Popular que no fueron destruidos por el genocidio sangriento de la dictadura con sus secuelas de terror y miedo, lo han borrado los gobiernos de la llamada “Concertación Democrática” y sus gobiernos “socialistas”, los que han contado con la entusiasta aprobación del Imperio y la derecha oligárquica chilena.
 
¿Falta de audacia constituyente?
 
“Contra Pinochet desplegamos un arrollador movimiento social y cultural y resistencia y supervivencia, de autogestión y empoderamiento, - escribe Gabriel Salazar- , que surgió de todos nosotros, a todo lo ancho y largo del territorio, y también desde fuera del país (lo exiliados agitaron constantemente la opinión mundial contra Pinochet). Los partidos políticos, golpeados como estaban, flotaron agarrados al vértigo de nuestro movimiento (aunque algunos pretenden convencernos de lo contrario) hasta que llegamos a 1990. Y fue allí, y entonces, en 1990, cuando olvidando nuestra laboriosa autonomía y fuerza, depositamos de nuevo nuestra confianza en la clase política civil… Como si “ella” hubiese sido la “gran” vencedora en la retirada de Pinochet… ¿Por qué? ¿Fue ingenuidad, descuido, o falta de audacia constituyente?”.
   
Los dirigentes políticos de la Concertación son los mismos que propulsaron al más audaz ex-funcionario de Pinochet, especulador emérito del floreciente mercado de Chile, a la Presidencia de la República. Quien contó con la falsa creencia popular, de que si el candidato a presidente es mil millonario, durante el ejercicio de su función “no robará”. Todas las informaciones serias, indican que Piñera deja la presidencia doblemente más rico que cuando entró. Y como es sabido y frecuente, todos los dirigentes políticos corruptos en el poder tienen a sus “testaferros”, de allí su exitosa impunidad.
 
La desesperación por “salir de abajo” y ante la propuesta de un “supuesto cambio” impidió ver el verdadero rostro de los que votaron por Piñera, que se develó ya en las celebraciones del triunfo, donde a grito partido expresaban: “Comunistas, maricones, les mataron los parientes por huevones”, “General Pinochet, este triunfo es para usted”, “Con los huesos Allende haremos un gran puente, por donde pasarán Augusto y sus valientes”. Los arrepentidos y decepcionados surgieron cuando el candidato triunfante nombró a sus ministros y equipo de gobierno, entre ellos ministro de educación al señor Lavín, político e ideólogo del Opus Dei.
 
El plebiscito que saca a Pinochet, simultáneamente lo deja como Senador Vitalicio y General en Jefe de las Fuerzas Armadas, en otras palabras, todo el poder.  Y para colmo, impone su Constitución írrita, ilegal, que es la que rige los destinos de Chile, después de su muerte, hasta hoy.  Por ello, el Chile que debiera importarnos permanentemente, no sólo en septiembre, es el Chile postdictatorial y sus nefastas consecuencias; el de la Concertación Democrática, sus errores y el Chile que yo llamo “Chile S.A.” terroríficamente consumista y neoliberal que hoy tiende a aislarse de la comunidad de naciones sudamericanas, por cumplir sus tratados bilaterales con el imperialismo norteamericano, al igual que Perú, Colombia y Panamá.
 
El sueño socialista, una esperanza nunca se pierde
 
La Presidenta Michelle Bachelet, recién elegida para su segundo mandato, en su discurso del 21 de mayo del 2014 ha dicho, refiriéndose por problemas más graves que afectan a Chile:
 “Llevaremos a cabo una profunda reforma educacional, que será financiada por una reforma tributaria, las que unidas a una nueva constitución, completan las tres grandes transformaciones que llevaremos a cabo en este período”.
 
“Tenemos razones éticas para llevar adelante esta reforma que se basa en el profundo convencimiento de que recibir una educación de calidad es el mecanismo más eficaz para reducir la desigualdad. La educación es un derecho social que no puede depender de los recursos económicos de los estudiantes o sus familias. Así estaremos haciendo realidad concreta el derecho a obtener una educación de calidad con gratuidad”.
 
Una nueva Constitución es una tarea de toda la sociedad… Y es por eso que trabajaremos, con participación social y diálogo político, para dotarnos de una nueva Constitución que ponga en su centro a los Derechos Humanos, a la democracia y a la buena política como base del orden común. No hay nueva Constitución sin participación”.
 
 “La reforma tributaria nos permitirá aumentar la recaudación también para ordenar nuestras cuentas fiscales. Y nos ayudará a avanzar en equidad y en solidaridad. Pues, los que más tienen deben contribuir proporcionalmente más al bien común y a la movilidad social de los sectores más vulnerables y de la clase media. Esta es la única forma de pavimentar el tramo que nos falta para llegar a la meta de un desarrollo inclusivo”.
 
 “Como saben, tras 24 años sin éxito en torno a la reforma al sistema binominal, ayer la comisión de Constitución de la cámara de diputados, aprobó en general el proyecto de ley que reforma nuestro sistema electoral y pone fin al binominal.”
 
 “Una de las desigualdades y postergaciones que más daño hace a la cohesión de Chile es la de nuestros pueblos originarios. Necesitamos una potente y decidida política de Estado para que los pueblos indígenas encuentren espacios y oportunidades de integración al desarrollo y a la comunidad democrática, sin perder el valor de su diferencia”.  
 
Impunidad presente
 
Es tal la impunidad e invisibilización de los crímenes de la dictadura, que a 41 años del Golpe de Estado, el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Santiago, aún está llamando a reconocer a las personas que aparecen en las fotografías que David Burnett -destacado reportero gráfico estadounidense- realizó durante la época de dictadura en Chile. Como ejemplo, recomiendo el Documental “El Mocito” de Marcela Said y Jean de Certau (2010).
 
Una sostenida impunidad, que lleva a que hay mujeres que todavía buscan a sus maridos y familiares desaparecidos en el desierto de Atacama, como nos hace ver el Documental –Drama “Nostalgia de la Luz” de Patricio Guzmán (2010)
 
Un ejemplo de ausencia de justicia es el asesinato de Víctor Jara, que ha llevado a familiares y grupos políticos a crear una forma de justicia y denuncia llamada “funas”, cuyo desarrollo y ejemplo es el Video:  Funa al asesino de Víctor Jara publicado en http://youtube.com/wacht?v=KT77wjINTS
 
Por mi parte, “En los crímenes de lesa humanidad de la dictadura –lo he repetido en innumerables conferencias y escritos– las Comisiones de la Verdad y Reconciliación, las políticas de "justicia en la medida de lo posible" y las Leyes de Amnistía, condicionaron las investigaciones y represan las denuncias, acciones y legislaciones, y contrariamente a la intención para la que fueron creadas, han permitido que se repitan actos de barbarie, ultrajantes para la conciencia de la humanidad. Por la tardanza de justicia en Chile, alguien me dijo una vez, que la memoria colectiva es más fuerte que los acuerdos políticos y mientras no haya justicia, surgirá, no importa cuánto tiempo haya transcurrido, el status de impunidad en los crímenes cometidos. Mientras se trate de cubrir estos crímenes con un velo de perdón sin justicia, será imposible construir un futuro de paz”.
 
PARA SEGUIR LEYENDO:
 
Gabriel Salazar          EN NOMBRE DEL PODER POPULAR CONSTITUYENTE (Chile Siglo XXI). Ediciones Lom, Chile 2011
Aníbal Ortizpozo        SALVADOR ALLENDE.CIEN AÑOS TODOS LOS SUEÑOS.  Ediciones Ministerio  del Poder  
  Popular para la Comunicación y la Información, MINCI. Venezuela 2008.
Aníbal Ortizpozo       CHILE HERIDA ABIERTA. www.debate cultural.org/observatorio, 2006.
Aníbal Ortizpozo        LO IRRECONCILIABLE DEL PENSAMIENTO EN LA ACCION POLITICA
Chile Laboratorio de Intermitentes Prácticas de Grupos Fascistas. Publicado en www.rebelión.org 2011
Aníbal Ortizpozo       DE UN NEOLIBERASLIMO SOLAPADO A UNA DEMOCRACIA DE MERCADO.
 Publicado en: http://chileabriendoalamedas.blogspot.com 2010
Edgardo Condeza     CARTA A LAS Y LOS CHILENOS.
 Publicado en: http://edgardocondezavaccaro.blogspot.com 2011
PLESBICITO PARA UNA NUEVA CONSTITUCION
Publicado en: http://plebiscitonc.wordpress.com/ 2013
MUSEO DE LA MEMORIA Y LOS DERECHO HUMANOS.SANTIAGO DE CHILE 2013

Si te reconoces o reconoces a alguien en las imágenes, el museo invita a ponerse en contacto a través del correo electrónico: info@museodelamemoria.cl
 
https://www.alainet.org/es/active/77013
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS