Los desaparecidos en México y el ASPAN

23/10/2014
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La prosperidad y la violencia de México: datos

México tiene un acuerdo de prosperidad y seguridad con América del Norte (ASPAN) y vive un drama de dos partes: no tiene ni prosperidad ni seguridad. México es la expresión viva del fracaso del TLCAN y del ASPAN, visto desde el punto de vista de los/las ciudadanos/as mexicanos/as. Es un éxito para Estados Unidos que importa bienes baratos de las zonas de maquila, libres de impuestos, mano de obra barata en la forma de migrantes ilegales que puede deportar cuando sobran, y que recibe el dinero del lavado de dinero del narcotráfico a través de su banca. Adicionalmente es un buen negocio porque les vende armas a los narcos (recordar caso Rápido y Furioso) y a las múltiples fuerzas del orden.
 
El peso mexicano es la quinta moneda más transada en el mundo en el mercado cambiario sumando 135,000 millones de dólares diarios, después del dólar americano, el euro, el yen, la libra y antes que el yuan (ver BIS). Mucho de este comercio proviene del narcotráfico que opera con la gran banca como ya se ha hecho evidente con el caso HSBC, entre otros. (http://www.reuters.com/article/2012/12/11/us-hsbc-probe-idUSBRE8BA05M20121211). Como dijo el inspector británico de lavado de activos el año antepasado, ellos no investigan en Inglaterra estos temas sino en México.
 
Es la economía que menos ha crecido en el hemisferio occidental en términos per cápita fuera de Haití entre los años 2000 y 2013, usando datos del Banco Mundial. La consecuencia es el auge correspondiente de la violencia y el narcotráfico de 1995 en adelante. La bisagra entre ambos fracasos parecería ser la infiltración del narcotráfico en el Estado.
 
Otro aspecto de estos epifenómenos es la volatilidad de las reacciones frente a los datos dantescos sobre muertes violentas y desapariciones. Entre enero y setiembre del 2014 hay 27,347 homicidios, en México, de los que homicidios culposos son 14,219 muertos (1); en contraste del 1 marzo a 13 de octubre hay 4,493 muertos muertos en el mundo de Ebola (2) y en Irak a causa del Estado Islámico hay 9,400 muertos en lo que va del año (3). Es decir que hay 3 veces mas muertos en México que en Irak por la guerra este año y 7 veces más que por el Ebola. El 27 de febrero del 2014, la secretaria de Gobernación presentó una lista con 26,000 presuntos desaparecidos. A estos hay que agregar los que van del año.
 
Estos datos y el acumulado de desaparecidos desde el inicio de la guerra contra el narco ponen en evidencia que todos los movimientos sociales creados para que el Estado reaccione frente al horror no han servido de nada y que al Estado mexicano el tema de los derechos humanos los tiene sin cuidado, como repite José Vivanco,  de Human Rights Watch anualmente.
(http://www.vanguardia.com.mx/mexicoviveunaimpunidadtotalhumanrightswatch-2190559.html). O eso, o no puede controlar la violencia. Hay que recordar que se instaló un Plan Mérida en México por el que Estados Unidos le transfiere a México préstamos para la compra de armas y entrenamiento de ejércitos. Dice el portal del Departamento de Estado que “La Iniciativa Mérida es una sociedad sin precedentes entre los Estados Unidos y México para luchar contra el crimen organizado y la violencia asociada, fomentando al respeto por derechos humanos y la ley.”( http://www.state.gov/j/inl/merida/) Evidentemente este Plan que le ha prestado a México más de 2000 millones de dólares para estos fines estratégicos ha fracasado. O quizás sea un buen negocio y la vida no importa. Hay seis veces más muertos hoy que en el 2005. Eran 1500 muertos al año, ahora vamos en 12,000 al año (9,000 en tres trimestres). Eso es un fracaso en términos de las metas de la Iniciativa Mérida.
 
Los eventos
 
Es imposible reconstruir el evento de estos 43 desaparecidos y 3 muertos sin pensar en que al menos todos los partidos políticos estén infiltrados por el narcotráfico y por lo tanto más que encargarse de reprimir estas acciones, las provocan. Paso a paso lo que ocurrió en Iguala fue así: la esposa del alcalde de Iguala, hermana de narcotraficantes relacionados a los Beltrán Leyva, invitó el 26 de setiembre del 2014 a una actividad donde 4,500 personas debían escuchar lo que ella tenía que decir sobre los programas del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF). Ella andaba buscando votos para ser electa alcaldesa para cuando su marido dejara el cargo. Dice el portal del DIF que “En el DIF Nacional, nos encargamos de conducir políticas públicas en materia de asistencia social que promueven la integración de la familia. También, promovemos acciones encaminadas para mejorar la situación vulnerable de niños, adolescentes, adultos mayores y personas con discapacidad”.  
 Aparentemente los estudiantes de la Escuela Normal Rural más cercana decidieron hacerse presente en este evento para protestar y tomaron por asalto unos autobuses. Según fuentes bien informadas, estando la esposa fastidiada por la posible protesta de los muchachos (a los que ella debería de proteger según el portal del DIF) el marido le dijo a su responsable de seguridad que “se encargara” de ellos. Eso fue trasmitido al jefe de la policía municipal en lo que se entendió como una orden para liquidarlos. El jefe de la policía municipal se “encargó” de los muchachos primero mandando policías a interceptar los buses a balazos y luego delegó la función a un jefe paramilitar narco que opera en la zona conurbada del pueblo de Iguala. Este procedió a liquidarlos para servir al patrón; el patrón siendo el cuñado del alcalde de Iguala, un conocido narco.
 
Evidentemente la relación entre el jefe de la policía municipal y el jefe de los paramilitares era lo suficientemente estrecha como para llegar y decirle que el alcalde le pedía que se encargara de ellos, y el otro le hizo caso. Si no fuera estrecha, ignora el paramilitar la invitación. El paramilitar se debe al cuñado del alcalde y no al alcalde, salvo que el alcalde también esté en el narcotráfico, lo que parece más que probable.
 
Esta masacre le pareció al gobierno de Estado y al Nacional una cosa normal y no generó en su momento ninguna reacción porque los estudiantes normalistas son revoltosos y de origen campesino humilde. El gobernador y el presidente reaccionaron recién el 9 de octubre, cuando la prensa lo hizo público. El 17 de octubre el padre AlejandroSolalinde informó a la prensa de lo acontecido porque algún testigo presencial se lo contó con detalles incluyendo la crueldad del hecho. Los quemaron vivos. Recién entonces, con mucho retraso, el gobierno del Estado mandó a buscar fosas, encontrándose nueve previas, aparentemente con otros 28 muertos en la zona. A estos se suman los 22 muertos en Tatlaya el 30 de junio del año en curso, en lo que parecen ser ejecuciones extrajudiciales que recuerdan los casos de los falsos positivos de Colombia, muchachos desempleados levantados por el ejército en zonas aledañas a los mercados, y luego ejecutados en escenarios de guerra para incrementar la estadística de muertos en la lucha contra el narcotráfico y las guerrillas. Oscar Naranjo, ex director de la Policía nacional de Colombia que vino para asesorar al gobierno de México en el 2012 fue el responsable de esos operativos en Colombia, según Carmen Aristegui.
 
En México hay partidos políticos. En México, hay un Programa de Seguridad para América del Norte que debe asegurar una Agenda de Prosperidad y una Agenda de Seguridad. En Estados Unidos quien se encarga de esto es el Consejo de Seguridad Nacional. México es el país del mundo con más agentes de la CIA, lo que se supondría que debería de servir para cubrir esta última parte de la agenda. Tienen una oficina de inteligencia y análisis que toma la información captada en los países para que se transforme en políticas. ¿Qué políticas hay contra este tipo de desapariciones? ¿O en América del Norte esto es lo normal?
 
Parece sin embargo que hay un par de problemas. Para México, ni la agenda de prosperidad camina con la tasa de crecimiento del PIB existente, tras el TLCAN, ni la de seguridad. Si México debe de ser el ejemplo de la lucha contra el narcotráfico para América Latina, con estos datos lo que sabemos es que es una agenda de masacre que no ataca al narcotráfico sino a civiles que los podrían incomodar directa o indirectamente, como en este caso a la hermana del narco, esposa del alcalde.
 
El drama político es que,  en este caso,  el alcalde no es del PRI, que se sospecha que tiene relaciones con el narcotráfico desde hace décadas, ni del PAN, como el hijo de un gobernador de Michoacán, sino del PRD, partido que fue de izquierda en algún momento pero que se ha venido desplazando hacia el centro aceleradamente. El narcoterrorismo es el tema de la agenda de seguridad de Estados Unidos pero en México parece que no tanto y el nivel de infiltración en el Estado no parece tener a nadie alterado. Alternativamente la interpretación es que “así operamos”.
 
El ASPAN debe “Desarrollar un enfoque común en materia de seguridad, a fin de proteger a América del Norte, destacando las acciones para: Proteger a la región contra amenazas externas; Prevenir y responder a amenazas dentro de la región de América del Norte; y aumentar la eficiencia del tránsito seguro de bajo riesgo a través de nuestras fronteras compartidas. La Alianza parte del hecho de que, hoy en día, la seguridad y la prosperidad son mutuamente dependientes y complementarias.” Esto último debería ser razón de suma preocupación ya que,  dado que no hay prosperidad para las masas como fruto de las tasas de crecimiento inútilmente bajas, incapaces de generar empleo, esto se refleja en la inseguridad creciente. El control social se ha militarizado y la vida no vale nada.
 
Sigue diciendo “Complementa esfuerzos bilaterales y trilaterales que actualmente están en marcha en materia económica y de seguridad, y revitaliza otros aspectos de la cooperación en la región para mejorar la calidad de vida; tales como la protección al medio ambiente y la salud pública, inversión en nuestra gente a través de intercambios académicos y científicos.” (4) El remate de esto es la creación de una policía especial federal llamada Gendarmería Mexicana creada en agosto del 2014. Ellos están para proteger activos, las inversiones físicas.
 
El 12 de junio del 2014, Naciones Unidas advirtió que “las violaciones al derecho a la vida ocurren en una tasa inaceptablemente elevada en México”. El Sr. Heyns, responsable del informe sobre ejecuciones extrajudiciales de Naciones Unidas urgió a las autoridades mexicanas a enfrentar la situación y poner fin a la impunidad. El portal http://www.hchr.org.mx/ con el informe ha sido desactivado de manera que el informe no se puede leer y el Senado el 20 de agosto de este año, al mismo tiempo que se creaba la gendarmería, desechó cumplir con las recomendaciones del informe.
 
Esto lo que indica es que el poder está de acuerdo con las ejecuciones extrajudiciales, que los tienen sin cuidado y que al ASPAN estos temas no les conciernen, que tienen otros temas de seguridad más importantes relacionados a activos que son custodiados por la Gendarmería recién creada y equipada (buen negocio para los vendedores de armas de Estados Unidos).
 
Lo más serio es que los movimientos sociales creados en torno a los muertos y desaparecidos parecen disolverse en lo que parecería ser trabajo de inteligencia, posiblemente de América del Norte a estas alturas del ASPAN, o de la Iniciativa Mérida. No vaya a ser que se conviertan en agentes terroristas los que piden a gritos que regresen con vida los desaparecidos. La protesta social en México dura un ratito. Se disuelve. ¿Recuerdan la protesta por el fraude contra López Obrador? ¿De la marcha contra los secuestros? ¿De la protesta por Tlatlaya? ¿Acteal? ¿Las protestas por los muertos en las minas? ¿Los feminicidios? ¿La marcha de Javier Sicilia cuando asesinaron a su hijo de 24 años y unos amigos de él, en Cuernavaca y recorrió todo el país en autobús?
 
En los últimos cinco años ha habido numerosas marchas por la vida pero esta vez parecería que hay más universidades organizándose. ¿Saben los estudiantes a quién o qué están enfrentando? ¿Ya entendieron como los disuelven como antes al Movimiento Somos 132 del año 2011? Esta desaparición de 43 muchachos estudiantes normalistas y las muerte certificada de tres más en el mismo lugar, recuerda la desaparición de los 9 estudiantes normalistas peruanos que una congresista fujimorista dijera en 1993 en Lima que eran “autosecuestrados”. Un paralelo adicional con el Perú ha sido la resistencia del obispo de la Basílica de Guadalupe en oficiar una misa por los desaparecidos a pedido de los padres de estos, recordando la famosa frase del hoy cardenal de Lima “los derechos humanos son una cojudez” (tontería en vulgar peruano).
 
La impresión creciente es que entre la indolencia ante las masacres y la complicidad con los narcos, el poder político impide que se cumpla con lo más básico del derecho a la vida en México, su defensa por la ley y el castigo cuando se mata. Matar jóvenes desarmados en México es un deporte de aventura, sean hombres o mujeres. Esto es inaceptable con o sin ASPAN pero es una vergüenza para toda América del Norte. Matar a personas desarmadas es un crimen de lesa humanidad.
 
Notas
 
 
 
- Oscar Ugarteche, economista peruano, es Coordinador del Observatorio Económico de América Latina (OBELA), Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México - www.obela.org.  Miembro del SNI/Conacyt y presidente de ALAI www.alainet.org
 
 
 
 

 

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