Respuesta a propuesta de ley sobre biodiversidad
14/03/2005
- Opinión
Respuesta a replanteamiento gubernamental de consulta para
propuesta de ley sobre biodiversidad
Reconoce gobierno de Chiapas “error” el llamar a consulta
internacional, pero insiste en poner a la venta la estratégica
riqueza biológica nacional en el estado Ante la confesión
táctica del gobierno de Chiapas de haber cometido un “error
terrible” al haber llamado a consulta internacional la propuesta
de ley para la conservación de la biodiversidad y la protección
ambiental del estado de Chiapas, y aceptar no haber consultado a
las organizaciones y comunidades indígenas para quienes, dijo,
abrirá un plazo adicional, el Consejo de Organizaciones de Médicos
y Parteras Indígenas Tradicionales de Chiapas (Compitch) y Maderas
del Pueblo del Sureste, declaramos:
1. Que el reconocimiento que hace el gobierno del estado
constituye un reconocimiento sesgado. No pensamos que se trate de
un error. La convocatoria a consulta la dio a conocer el
gobernador en España (en su gira de acompañamiento al presidente
Fox), y en Chiapas sólo hasta semanas después, la víspera de las
fechas y en ciertos lugares. Además, el carácter de internacional
fue situado en el cartel de propaganda de la consulta justo arriba
del nombre del estado y en letras resaltadas, de color y tamaño
llamativos, mientras las que corresponden a la invitación a los
participantes nacionales y estatales (que no incluyó
explícitamente a comunidades indígenas ni campesinas) por debajo
en letras de color muchos menos visibles. Por ello creemos que se
trató de una acción premeditada, que subestimó la capacidad de
reacción social sobre ese punto, capacidad que tienen los pueblos
y comunidades organizadas, ajenas al control gubernamental, para
distinguir entre la participación solidaria y respetuosa de
hermanos de otras nacionalidades y la alevosa convocatoria
gubernamental (estatal, en complicidad con la federal) a una
intervención extranjera para definir asuntos de nuestra exclusiva
facultad.
2. Que la ampliación ahora anunciada del plazo para la
participación de “grupos y comunidades indígenas” es una trampa
gubernamental y siendo así echa por tierra la buena fe que pudo
haber tras el reconocimiento de su error. No sólo es evidente
que un mes y medio resulta totalmente insuficiente para poner a
consulta buena la propuesta de ley siquiera a una sola comunidad,
de las miles que hay en Chiapas. Tal vez en unos años pudiera
lograrse su comprensión pero quien sabe si su aceptación, porque
así, tal como está la propuesta, tal como están muchas otras que
ya son leyes, es incomprensible en su sentido social para los
pueblos indígenas y campesinos, porque cuanto en esa propuesta de
ley se establece, al menos para las tierras, territorios, recursos
naturales y relaciones sociales comunitarias, es contrario a
cuanto las comunidades piensan y practican. El problema histórico
reside, sin embargo, en que el gobierno y las grandes empresas que
impulsan y definen los ordenamientos jurídicos nacionales no están
dispuestas a consultar ni a definirlos a partir de la palabra de
los poseedores de la tierra, en el marco de un sistema social
contrario al lucro y a la hegemonía, de un pensamiento opuesto al
suyo, aunque una ley entre las cientos que ordenan al país, el
Convenio 169º de la O.I.T., así se los mande. Los hechos e
innumerables estudios* demuestran que las prácticas indígenas, la
persistencia de sus culturas y sus formas de organización social
son las principales responsables de la existencia y preservación
de la biodiversidad en Chiapas (y en el mundo). La reposición del
procedimiento de consulta para adecuar la propuesta de ley estatal
(de alcance nacional) sobre biodiversidad deberá ser entonces una
reposición histórica, que parta de la memoria y práctica viva de
los pueblos y comunidades indígenas y campesinas, expresadas por
ellas mismas, a través de sus instituciones propias y bajo sus
ritmos, es decir, respetando su identidad social y cultural como
lo manda frente a cualquier iniciativa de Estado el inciso b) del
artículo 2º del Convenio 169º de la O.I.T., además de reconocerse
constitucionalmente los derechos, cultura y relaciones sociales
comunitarias indígenas pactados en San Andrés Larráinzar y que el
gobierno de Pablo Salazar se comprometió a respetar y a cumplir en
su Plan de Desarrollo Chiapas 2001-2006.
3. Que la frase dicha por el coordinador de la consulta
internacional (responsable ambiental estatal) “los recursos
genéticos y en general el patrimonio biológico son quizás el
capital más rico que tiene México”** revela la naturaleza
estratégica y el alcance de piloto jurídico global hacia el
reordenamiento de territorios y jurisdicciones nacionales que para
nuestros gobiernos (estatal y federal) supone, y que en tanto esto
es así, en el ocaso de sus neoliberales mandatos, no se detendrán
ante nada ni ante nadie para imponerlo, más allá de
arrepentimientos tácticos o de la nueva pero ya desgastada
coartada de bienes de la humanidad.
4. Que esperamos de las organizaciones sociales, pueblos y
comunidades, que no acudan a convalidar este plazo trampa dado por
el gobierno estatal pero tampoco que guarden silencio, antes bien
los exhortamos a que denuncien con valor y responsabilidad
histórica este propósito de extraterritorializar la toma de
decisiones, que hoy pudo-puede ser Chiapas, mañana la Amazonía, y
a largo plazo cualquier otro territorio del mundo.
Atentamente
EL COMPITCH
MADERAS DEL PUEBLO DEL SURESTE
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México, a 14 de marzo del
2005
https://www.alainet.org/es/active/7852