Ayotzinapa en la coyuntura

14/12/2014
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A lo mejor es conveniente considerar que el Estado mexicano ha resuelto políticamente el “caso Ayotzinapa” y que lo que sigue es sólo cuestión de tiempo. Sería, entonces, el peor escenario para el conjunto del Movimiento de Solidaridad que le siguió al asesinato y desaparición de jóvenes normalistas. Significaría, además, un enorme desafío para las organizaciones políticas, sociales, religiosas, grupos y personas solidarias con los familiares de los jóvenes normalistas para llegar a un acto de justicia con el esclarecimiento de los hechos, a la aplicación de la ley a los autores intelectuales materiales y la toma de medidas para evitar que acontecimiento de esa naturaleza se repitan.
 
Al parecer, bastaron menos de 2 meses para que la Ingeniería Social y el diseño de la Ruta para el Control y la Administración de conflictos hiciera evidente su eficacia al contener y encausar a un movimiento social que se caracteriza por su calidad moral y la solidaridad con la que ha sido cubierto en el país y en otras geografías.
 
Eso es posible gracias al conocimiento y experiencia adquirida por los aparatos de seguridad, al menos, desde la década de 1960. Podemos destacar el conocimiento y manejo que tienen de la sociedad mexicana en su conjunto y de las locales en lo particular. Población - en su gran mayoría -, social y culturalmente adormecida.
 
Para el Estado mexicano era importante como administrar el conflicto para llegar al desmovilizador fin de año lleno de festejos como son: el Día de la Guadalupana que en México es motivo de enormes movilizaciones de masas. Este año, más de 8 millones de peregrinos llegaron a la Basílica; le siguen las Posadas y la Navidad, los festejos del Año Nuevo y las crudas del 1 enero para llegar a la rosca del Día de Reyes.
 
Sin duda lo lograron.
 
Si para finales de enero de 2015 el movimiento social no se reactiva, lo que sigue será sólo cuestión de tiempo… De ejemplo tenemos el tratamiento que le dieron al caso de Acteal.
 
Casi medio siglo de historia de movimientos político-militares, partidarios y sociales en México han dado al Estado mexicano importantes enseñanzas. Ha sido una  larga experiencia, aprendizaje, conocimiento de las dinámicas sociales que le han permitido a sus Aparatos de Control afinar las tecnologías de la Ingeniería Social para el diseño de Políticas Sociales - que pueden ir acompañadas del uso de las fuerzas armadas; de medidas legales y extralegales; de represión/diálogo/ concesión y de medidas jurídico políticas -, para la contención de los movimientos político militares: EZLN, EPR. Movimientos Sociales Armados: Guardias Comunitarias. Sociales  civiles y pacíficas: MPJD. Estudiantiles: #YoSoy132, IPN -, y para la administración de conflictos. Conjunto de medias que también les ha permitido sortear las resistencia a los proyectos capitalistas y, en las últimas tres décadas, la imposición del proyecto neoliberal conservador de derecha.
 
A lo mejor conviene considerar que estamos frente a un Estado con poder, inteligencia y… perverso.
 
A lo mejor conviene reflexionar sobe nuestra percepción de las realidades y de nuestras prácticas políticas, sociales y discursivas pues, como dice Raúl Zibechi: “han aprendido más que nosotros”.
 
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