El capitalismo destruye, los pueblos construyen
- Opinión
Palabra de la Comandancia General del EZLN, en voz del Subcomandante Insurgente Moisés, en La Realidad Zapatista. Entrega de la Escuela Autónoma Zapatista “Compañero Galeano” y la Clínica Autónoma 26 de Octubre “Compañero Subcomandante Insurgente Pedro“, a las bases de apoyo zapatistas, el día 1 de marzo del 2015.
Buenos días a todos, compañeros y compañeras de esta zona, de este Caracol La Realidad, zona Selva Fronteriza.
Hoy estamos aquí con ustedes, compañeros, compañeras de esta zona, precisamente para hacerles entrega en su mano de los compañeros y compañeras bases de apoyo de esta comunidad zapatista La Realidad, Nueva Victoria, como se llama en la lucha con nosotros como Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Compañeros y compañeras, lo que tenemos que dejar claro y lo que tenemos que entender, es que nos sigue siendo el dolor que lo tenemos cada uno de todos nosotros, nosotras las zapatistas; pero no nada más las zapatistas de México sino en el mundo porque nos falta un compañero, que su nombre lleva esta construcción: el compañero Galeano.
Esta construcción fue el fruto y el trabajo, el esfuerzo y la organización de los compañeros y compañeras de la Sexta internacional y de la Sexta nacional. Aquí estamos demostrando lo que somos como zapatistas de México y del mundo.
Lo que somos realmente, lo que nosotros pensamos, queremos, es la vida y no que nos maten.
Pero el sistema capitalista su trabajo es destruir lo que el pueblo pobre construye. Pero el pueblo pobre no va a dejar de construir, porque es su vida. El sistema lo destruye porque sabe que un día será destruido el sistema, porque es de explotación, porque es de humillación. No es una vida lo que construye el capitalismo, a nosotros los pobres no nos deja nada, más lo que vayamos a construir nosotros y nosotras, los pueblos, hombres y mujeres que luchamos, nadie más.
Y por eso estamos diciendo aquí, en el lugar de la construcción, de lo que somos; y en el pueblo del compañero Galeano, maestro de la Escuelita zapatista, sargento en su lucha, miliciano en su organización, autoridad en su vida, el ejemplo que nos mostró.
El capitalismo quiere que se acabe ese ejemplo y nosotros no lo vamos a permitir.
Queremos decir claro acá, frente a este pueblo, a los que no están con nosotros: nosotros no estamos en contra de ellos. Queremos respeto, ellos lo saben. Hemos dicho: si nos respetan también nosotros respetamos, no estamos para matar a pobres. Pero si ellos se dejan, saben que están al lado del criminal, del explotador, del asesino, que es el capitalismo.
Nosotros queremos decirles claro acá, a la gente que no está de acuerdo con nosotros: a nosotros no nos molesta si es que no está de acuerdo con nosotros porque un día va a ser para ellos, tal vez ellos ya no lo van a ver como padres y madres ahora, porque muchos tendrán cincuenta o sesenta años, pero el fruto de lo que nosotros estamos construyendo lo verán sus hijos y sus hijas.
Lo decimos con todo corazón y con la verdad: estamos luchando para el pueblo de México, y quizás seremos ejemplo para el mundo. Queremos dejar claro porque nosotros lo que queremos es la vida. Lo hemos dicho claro que los soldados, por ejemplo, los policías, estamos luchando también por parte de ellos, porque sabemos que también son pobres, por la pobreza se meten ahí a vender su cuerpo, su vida, su espíritu, su sangre, su hueso, su carne; se vende porque ahí el capitalismo compra para que ellos sean defendidos. Nunca vamos a ver un rico, hijo de rico que van a ser soldados, que van a venir enfrente de nosotros, van a estar ahí los hijos de los ricos pero son generales porque van a explotar ahí a los propios soldados.
Nosotros lo sabemos, es así su maña el rico y a nosotros los pobres de México así nos compran, dándonos regalitos para que creamos que entonces el gobierno ya es bueno. Nunca va a ser bueno el mal gobierno del sistema capitalista, nunca va a ser bueno, jamás de los jamases van a ser buenos los ricos. Un simple ejemplo, si dentro de nosotros mismos, familiares, hermanos, hermanas, o tíos, tías, hasta a veces nos peleamos siendo que somos mismos familiares de papá y de mamá, cómo es posible de que entonces vamos a creer lo que dicen los ricos, cómo es posible que vamos a creer de que ya son buenos, no los conocemos. Por ejemplo ahorita que vienen los tiempos electorales, ¿quién lo conocemos de ellos los que van a ser candidatos?
Nosotros queremos decir claro y dejar claro: no tenemos nada en contra de nuestros hermanos, los que quieren ser hermanos de nosotros los que estamos en lucha. Si quieren o no quieren, no hay problema. Pero así como decimos que no hay problema, así queremos que no nos hagan problema. Quien busca encuentra. Y cuando decimos eso, quien busca encuentra, igual de nosotros como zapatistas, si nosotros vamos a provocar le toca a quien provoca. Por eso estamos diciendo claro aquí nosotros: no vamos a provocar, porque no tenemos nada en contra de ésos, de ésas, los que no quieren luchar con nosotros.
Nos da lástima, tristeza sí, porque están engañados, explotados, humillados. No hay una cosa que le enseñan a sus hijos, a sus hijas, de aquí al futuro. Nosotros, nosotras las zapatistas, sí nos importa nuestros hijos y nuestras hijas, queremos mostrarle el camino donde no exista ya la explotación, la humillación, donde nosotros podamos gobernarnos nosotros mismos.
Entonces, compañeros, compañeras, esta construcción que estamos inaugurando ahorita es el fruto, es el resultado de cómo nos entienden, de cómo nos comprenden nuestros compañeros y compañeras de la Sexta, pero incluso otros hermanos y hermanas de México y del mundo que falta pues de que le entran a la lucha a la Sexta, lo que convoca en nuestra Sexta Declaración, pero que sí con su corazón nos están apoyando.
Quizás aquí, en el largo caminar, ahí se van a dar cuenta y se vendrán con nosotros para luchar, pero está aquí la parte de su esfuerzo, de su lucha, de su organización de esos hermanos, hermanas, de México y el mundo que no son de la Sexta.
Pero la mayor parte son del esfuerzo, sacrificio y organización de los compañeros de la Sexta nacional e internacional.
Aquí es donde estamos demostrando cómo, cuando el pueblo pobre se organiza no es necesario un sistema capitalista, no es necesario un sistema dominador, humillador. Aquí está en los hechos, el ejemplo. El capitalismo, el mal gobierno de este país, mandó a destruir la escuela autónoma de los compañeros bases de apoyo de acá. Destrúyanlo de por sí, es muy fácil para destruir, destrúyanlo igual también su clínica, de por sí está muy (inaudible).
Y aquí está el resultado, el resultado del esfuerzo y la organización de nuestros compañeros y compañeras de la Sexta nacional e internacional, y quedó más mejor lo que construyó el pueblo pobre de México y del mundo.
Entonces que quede claro, esto es la demostración de que para nuestros compañeros y compañeras de la Sexta nacional e internacional sí importa la lucha por la vida.
A nosotros lo que nos duele es que esta construcción nos salió muy caro porque la vida de nuestro compañero maestro de la escuelita, el compañero Galeano, no vale lo que vale esta casa. No tiene precio la vida de nuestro compañero. Pero desgraciadamente el mal gobierno, los tres niveles de mal gobierno y tanto como hay gente que se vende, que no piensa en sus hijos, le hicieron lo que le hicieron a nuestro compañero Galeano.
Lo que queremos decir aquí, porque se va en el mundo nuestra palabra que estamos diciendo ahorita, queremos decirles a nuestros compañeros y compañeras de la Sexta internacional y la Sexta nacional, de que tenemos que pensar: no nos organicemos, no hagamos una cosa cuando ya está muerto un compañero o una compañera.
De verdad se necesita que nos organicemos sin esperar de eso que suceda. Más bien demostremos que no sirve el sistema capitalista, los malos gobiernos.
Construyamos lo que hay que construir aunque no tengamos muertos, muertas, porque de por sí nosotros no queremos eso, pero el pinche sistema capitalista eso es lo que quieren hacer.
Y queremos dejar claro acá una vez más, nosotros no tenemos odio a la gente pobre, lo que sí ya no queremos es la explotación.
Queremos dejar claro eso, de que hay que apoyar a otros compañeros y compañeras, no nomás las zonas zapatistas, sino tenemos que apoyar a otros compañeros lo que les hace falta.
Ahí es donde vamos a demostrar que sí no sólo decimos que estamos organizados, la organización se demuestra haciendo lo que decimos, en los hechos.
Muchas cosas queremos decir, compañeros, pero para eso estos días vamos a trabajar aquí con ustedes. Ahorita estamos acá porque vamos a entregar a los compañeros bases de apoyo del Ejército Zapatista esta construcción, la construcción que nos dieron nuestros compañeros y compañeras de la Sexta.
Esta construcción es del pueblo. El pueblo tiene que pensar, planear, cómo va a ser el uso, porque será el ejemplo para otros compañeros y compañeras.
Lo que está difícil, no me da la vuelta en la cabeza, porque debería estar aquí presente el compañero Galeano.
Ya no está con nosotros y sabemos quién lo hizo, y la pregunta que le hacemos a quien lo hizo (lo que le hicieron al compañero Galeano), ¿cuántos millones de pesos les debía a esas personas que lo asesinaron?, ¿qué cosa les robó el compañero Galeano para que le hicieran lo que hicieron? Esas preguntas no tienen respuesta de esas personas que lo hicieron. No hay respuesta porque en verdad no les han robado. Nunca robó el compañero y no les debía nada el compañero. Más bien deben hacia nosotros.
Por eso queremos decir claro, nosotros no tenemos nada en contra. Si nos quieren respetar que nos respeten, pero no sólo les pedimos a ellos que nos respeten; también nosotros los zapatistas tenemos que respetar, así vamos a ver quién es el que empieza.
Porque nosotros los zapatistas tenemos que pensar en esos niños, en esas niñas, y por eso queremos decirles a ellos por lo menos que lo piensen por sus niños y niñas que tienen. Ellos saben qué pasó en 1994. Cuando eso decida el mal gobierno no hay a quien lo respeta el ejército, ellos lo saben, no valen nada esas credenciales que dicen. Nada va a servir, a todos los van a culpar como zapatistas, lo saben, y les queremos recordarles eso.
Y por eso aquí les estamos dando que escuchen, que toquen su corazón, que agarren su cabeza y que lo piensen. No hay dónde se van, a menos de que se huyan de aquí, lo mismo es la muerte la que van a encontrar a donde se vayan. Más vale estar aquí, vivir aquí y respetando aquí como personas, como cristiano como dicen. Si hasta nuestros animales entienden, eso que son animales, nosotros no somos animales, somos hombres o mujeres, muchachas o muchachos, tenemos cerebro.
Todo lo que están recibiendo ahorita en Chiapas los indígenas, lo que les da, lo poco que les da el mal gobierno es porque el mal gobierno no quiere que se organicen esos hombres y mujeres, les da para que entonces nunca piensen en organizarse y en luchar. Ése es el problema principal porque así van a dejar sus hijos y sus hijas explotadas, humilladas, pisoteadas.
Es lo que nosotros los zapatistas no queremos ya eso, por eso no recibimos nada del mal gobierno, porque ya no queremos este sistema. No nos va a poder acabar el sistema capitalista. Estamos hablando del capitalismo, miles de ejércitos que tiene y no nos va a poder acabar. Así que entonces por ahí dicen que ya son poquitos los zapatistas, eso es mentira del gobierno. Pero en vez de estar echando discurso, como se dice, en los hechos lo vamos a demostrar.
Estos tiempos que vienen vamos a seguir recordando, acordando nuestro compañero Galeano.
Entonces, compañeros y compañeras, de esta zona del caracol de La Realidad, hago entrega a nombre de los compañeros y compañeras de la Sexta nacional e internacional de esta construcción para el bien de nuestros compañeros y compañeras de este pueblo, La Realidad, para que ya empiecen a trabajarlo los compañeros promotores, compañeras promotoras de salud y de educación.
Sólo queremos dejar claro que esta construcción es de todos nosotros, ahí lo piensen si es que quieren volver a destruir. Pero también lo queremos decir que no lo destruya la gente de acá, que venga el mal gobierno. No se dejen aquí, señores, señoras, no se dejen de que entonces les use el mal gobierno para que ustedes vengan a destruir esto, porque también ustedes son pobres igual que nosotros, ustedes lo saben.
No se presten, no se vendan, porque la vida no se compra y no se vende. Que venga aquí el mal gobierno y que lo haga. ¿Dónde queda esa oración que hacen ahí en su iglesia o en el templo? Que hay que amarse unos a los otros dicen ahí. ¿Dónde queda? Piénsenlo, señores, señoras, no sean lo mismo que el mal gobierno que dice una cosa y hace otra cosa, no sean así señores y señoras. ¿Qué chiste tiene cuando están predicando ahí y al revés lo hacen? Nosotros ya no queremos eso, que se dice una cosa y se hace otra cosa.
Como nosotros decimos pues que tenemos compañeros y compañeras que están con nosotros en la lucha, y ahí está el resultado que estamos haciendo entrega hoy, primero de marzo. Así que hago entrega formalmente hoy, Primero de marzo, domingo, del año 2015, a las 10 con 34 minutos, hora suroriental.
Muchas gracias, compañeros y compañeras.
Desde las montañas del sureste mexicano.
Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Subcomandante Insurgente Moisés.
La Realidad zapatista, México, Marzo del 2015.
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