El militante humanista Tomás Hirsch fue ungido como candidato presidencial de la Asamblea Nacional por al Democracia y la Soberanía Nacional, bloque de partidos y organizaciones de izquierda y progresistas que abogan por un modelo alternativo al neoliberalismo chileno. Hirsch, un ingeniero de 48 años, fundador de Partido Humanista (PH), fue elegido en la víspera por más de tres mil delegados, que sesionó en el Centro de Convenciones Diego Portales, en Santiago. Ex diplomático a principios de los años 90 y candidato a diputado en 1997, Hirsch contó con el decidido apoyo del Partido Comunista (PC), socio de los humanistas en pacto Junto Podemos, así como de la Izquierda Cristiana y una treintena de organizaciones sociales, gremiales y de derechos humanos. El abanderado humanista se convirtió en el cuarto candidato a la presidencia, después de la socialista Michelle Bachelet, quien compite por la oficialista coalición la Concertación, y los aspirantes de la extrema derecha opositora Joaquín Lavín y el empresario Sebastián Piñera. El amplio frente de izquierda y progresista, convertido de hecho en la tercera fuerza política de país, aspira a superar en diciembre próximo el 10 por ciento de los votos obtenidos por el Poder Democrático Social (PODEMOS) en las municipales de octubre pasado. "Este es el contenido y la forma de la unidad que un millón de chilenos exigió durante los funerales de nuestra emblemática líder Gladys Marín el pasado marzo", afirmó el presidente del PC Guillermo Teillier al anunciar la elección de Hirsch candidato único. En medio de fuertes aplausos, el dirigente comunista dijo que con esa proclamación "entramos de lleno a la contienda presidencial" contra dos candidatos de la extrema derecha (Lavín y Piñera) y una que representa al continuismo de los tres gobiernos de la Concetación (Bachelet). Teillier describió a Lavín como "uno que fracasó como alcalde (de Santiago) y que no puede desprenderse de su pasado pinochetista", y a Piñera lo identificó como "un acaudalado empresario que ha profitado con la privatización de las empresas del Estado". En cuanto a Hirsch señaló que "sí es un candidato que está dispuesto a debatir con los adversarios y a representar consecuentemente la plataforma antineoliberal" que ha servido de eje al mayor movimiento unitario desde el gobierno de la Unidad Popular (1970-1973). "Con esta Asamblea renace hoy con fuerza la lucha por la democracia y la justicia social", afirmó por su parte Hirsch tras hacer un balance de "los nefastos resultados" de los gobiernos de la Concertación (1990-2005) para la inmensa mayoría del pueblo chileno. El abanderado humanista hizo un fuerte llamado a la unidad de todas las fuerzas de izquierda y progresistas, incluyendo a los que -dijo- han apoyado honestamente a la Concertación y que ahora se sienten defraudados por su incapacidad para promover la justicia social en Chile. Hirsch, retó a los otros tres candidatos (Bachelet, Lavín y Piñera) a efectuar tres debates presidenciales antes de las elecciones de diciembre próximo donde cada uno pueda exponer a la consideración de los chilenos sus ideas y programas. El mundo social opina Consultados por Crónica Digital, distintos dirigentes sociales y políticos manifestaron su apoyo a la candidatura de Hirsch y el fortalecimiento de la unidad de todos los sectores. José Aravena, dirigente de la Corporación Urracas de Emaus, apuntó que hoy la Asamblea Nacional por al Democracia y la Soberanía Nacional, tiene con Hirsch una gran tarea, "fortalecer y desarrollar la organización social". "Por primera vez en los últimos treinta años, los sectores sociales y políticos nos hemos unido para luchar contra el sistema neoliberal", sostuvo Aravena, y agregó que es el momento de dar a conocer a los chilenos y chilenas esta noticia, que "nace una propuesta distinta para hacer de Chile un país para todos y no para algunos". En tanto, la abogada de derechos humanos, Fabiola Letelier, hermana del asesinado ex canciller del gobierno de la Unidad Popular, Orlando Letelier, mostró su profunda alegría por la unidad de todos los sectores de izquierda y progresistas. "Hemos bregado durante muchos años por la unidad de la izquierda, hoy lo podemos ver en la Asamblea Nacional por al Democracia y la Soberanía Nacional, donde estamos los abogados y las organizaciones de derechos humanos", indicó Letelier. "Debemos trabajar unidos", apuntó la jurista, "como lo hemos hecho durante tantos en por de la exigencia de justicia y verdad en Chile". Luis Barbieri, dirigente de la sureña comuna de Talca y que asistió como delegado a la Convención, relató que producto del esfuerzo unitario en su municipio, "hemos logrado como Podemos tener un concejal. Hoy debemos trabajar por nuestros candidatos a diputados y senadores, pero lo más importante es trabajar junto a la gente del campo y la ciudad, para que se organicen por sus derechos, así podremos hacer la dirimencia", sentenció el representante. Los más de tres mil delegados nacionales aprobaron también hoy una plataforma de gobierno, que contiene las opiniones fundamentales recogidas en una consulta popular efectuada el pasado 28 de mayo en cerca de 500 centros de todo el país, donde participaron más de 100 mil chilenos. El programa consagra, entre otros, el derecho al trabajo, a una mejor distribución de ingresos, plena soberanía sobre el cobre (renacionalización del principal recurso natural del país), y respaldo a las pequeñas y medianas empresas (agrícolas, mineras y de la pesca). Plantea además la ejecución de una nueva política energética, un cambio profundo en los programas de previsión social, impulso al desarrollo científico y tecnológico, a la educación, a la salud pública y la defensa del medio ambiente. - Iván Gutiérrez Lozano, Crónica Digital Santiago de Chile, 6 de junio 2005