En la ciudad de Estelí la madrugada del 14 de agosto, a manos de un sujeto quien a la fecha no ha sido capturado, fue asesinado el periodista y director de la Unión de Periodistas de Nicaragua (UPN) Adolfo Olivas Olivas. Aparentemente, el asesino fue un taxista que se dio a la fuga después de dispararle dos veces por la espalda. La UPN hizo averiguaciones al respecto y se enteró que Adolfo Olivas había sido amenazado de muerte en tres ocasiones, a raíz de una serie de reportajes que este había escrito para el diario La Prensa, para el cual laboraba en calidad de corresponsal. Los reportajes estaban referidos a los vínculos con el narcotráfico de personas con poder económico de la ciudad de Estelí y se cree que el asesinato esté relacionado con las amenazas. Unos día antes, el día vienes 12 de agosto, el ejecutivo nacional de la UPN había advertido el peligro que corren los periodistas en Nicaragua y el creciente número de amenazas proferidas contra los periodistas en lo que va del año 2005. Adolfo Olivas, es el tercer periodista asesinado en los últimos dos años. En el año 2004 asesinaron a los periodistas Carlos Guadamuz y María José Bravo. Probidad comprende al narcotráfico como aliado directo al fenómeno de la corrupción, pues es una forma de crimen organizado que se alimenta de ella y tiende a profundizarla. Por lo tanto los comunicadores sociales que están denunciando tales hechos se encuentran cumpliendo una labor de erradicación de la corrupción y por lo mismo de gran importancia para la estabilidad y seguridad de un país. Además en materia de libertad de expresión la Comisión Interamericana de Derechos Humanos condena el asesinato de periodistas por que este viola los derechos fundamentales de las personas y coartan severamente la libertad de expresión. - Andrés Díaz, Probidad