“El objetivo de la violencia en Haití es la desestabilización de cara a las elecciones”
Suzy Castor: El objetivo es la desestabilización
29/09/2005
- Opinión
Profesora y socióloga, perseguida por la dictadura de Duvalier y exiliada en México durante 30 años, la haitiana Suzy Castor ha dedicado su vida a luchar a favor de los derechos humanos. Último premio Juan María Bandrés de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), hablamos con ella durante su visita a España sobre la difícil situación que atraviesa Haití.
- Su país pasa por momentos muy complicados con secuestros y asesinatos casi diarios. ¿Cómo valora esta situación de violencia?
La situación actual del país tiene un punto de partida el pasado verano, con el secuestro y posterior asesinato del periodista Jacques Roche. Desde seis meses atrás ya había una desestabilización que culminó con su muerte y sacudió Haití. La ola de secuestros y asesinatos ha obligado a tomar medidas firmes sobre todo de carácter policial. Yo creo que el objetivo de esta desestabilización se encuentra en las próximas elecciones de otoño, es decir, se trata de crear unas condiciones determinadas para el momento en que se celebren los comicios, los cuales representan una cita importante para los haitianos.
Tras una dictadura de 30 años, hemos tenido en el poder al partido Lavalas durante 14. Fanmi Lavalas ha contribuido progresivamente a una desestabilización del país. Las instituciones no funcionan y esta desestabilización se mantiene a través de los chemires, partidarios de Aristide que actúan violentamente y tienen territorios totalmente controlados. La situación ha ido a peor y con un gobierno interino como el actual y las tropas extranjeras en el país, es difícil de solucionar.
- ¿Es posible salir de la crisis? ¿Qué vías existen para hacerlo?
Las próximas elecciones serán clave; aunque pienso que las elecciones en sí mismas no arreglarán mucho, por lo menos permitirán una renovación de la clase política y otorgarán legitimidad al equipo que suba al poder para llevar a cabo un programa con cierto consenso. En Haití se piensa que ningún sector o partido puede llegar al poder y gobernar en solitario. La tarea en cuestiones tan básicas como la salud o la educación es muy complicada y resulta necesario alcanzar ese consenso. También avanza la idea de que en el país debe haber una oposición; en Haití la oposición siempre se ha considerado enemiga, por lo que nunca ha alcanzado el estatus de tal. Por otro lado, hay que reformar la policía. Aristide disolvió el ejÉrcito, pero la nueva policía heredó los males de los antiguos militares y se politizó muchísimo.
- ¿Y qué papel tiene la comunidad internacional?
Está clara la importancia de Estados Unidos en la política de los países de Latinoamérica. Además, la comunidad internacional ha adquirido mucho peso en el desarrollo de Haití, sobre todo las grandes potencias. Pero un país que no puede asegurar sus propios gastos y su desarrollo económico, no puede tener autonomía en sus decisiones. Por tanto, el gobierno haitiano debe sanear las finanzas y empujar el crecimiento económico para que la colaboración externa tenga carácter de cooperación, pero no exista una dependencia como la actual.
- Hablando de dependencia y autonomía ¿qué opinión le merece la presencia de tropas de la ONU en Haití?
Haití estuvo ocupado en 1915 por los Estados Unidos. Esta intervención fue larga y dura, y se contextualiza junto a las llevadas a cabo en el Caribe y América Central en aquella época. Hubo una segunda ocupación norteamericana con Aristide para realizar una reconstrucción del país que nunca se hizo. La intervención de la ONU responde a una solicitud de Aristide y es diferente a las anteriores por su carácter más internacional y porque es la primera vez que se trata de fuerzas de países latinoamericanos con Brasil a la cabeza. De todas formas el hecho de que el país no sea capaz de mantener su marcha normal y viva la ocupación de tropas extranjeras supone un trago muy amargo para los haitianos.
- ¿Gozan de buena salud los movimientos sociales haitianos?
Hace tiempo hubo un movimiento social fuerte, pero ha sufrido altibajos porque Aristide lo capturó, se apropio de él y lo desvirtuó. Aún así, durante su gobierno se han dado movimientos sociales y políticos destacados que cada vez están más organizados. En todas las capas sociales crece la necesidad de un gran movimiento capaz de parar esta carrera hacia el abismo que vive Haití.
- ¿En qué estado se encuentran los derechos humanos?
Durante la etapa de Aristide, el Estado violaba los derechos humanos; hoy no se puede decir que el Estado los vulnere, pero está claro que los chemires los violan. Sus acciones tienen un trasfondo político de desestabilización, pero también poseen un carácter social. La situación de violencia se aprovecha para negocios ilícitos de todo tipo. En Haití se secuestran pobres y ricos porque cada cabeza tiene su precio y todo el mundo se siente amenazado. Por otro lado están los criminales de la última etapa de Aristide, que permanecen detenidos pero frente a los que la justicia no ha actuado con la diligencia suficiente a la hora instruir los casos. La acción pasiva de la justicia está favoreciendo su impunidad y además existe mucha presión para que abandonen las cárceles.
- Mercedes F. Lagarejos es miembro del Consejo de Redacción de Pueblos. Fuente: http://www.revistapueblos.org/article.php3?id_article=274
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