Cambiar a Nicaragua y cambiar nosotros mismos"
01/02/1998
- Opinión
Hemos vivido diez años muy complejos, llenos de retos, de historias,
sacrificios; diez años a lo largo de los cuales hemos querido incidir para
reestructurar el Estado nicaragüense, incidir para cambiar a la sociedad
nicaragüense en su conjunto, y sobre todo, cambiarnos nosotros mismos,
comenzando, a lo largo de estos diez años, a ser autónomos.
En estos diez años hemos saboreado las ventajas de la autonomía, hemos
saboreado la paz, el retorno a nuestras comunidades, la repatriación, el
estancamiento, la reconstrucción de nuestras comunidades, hemos enseñado al
resto de la nación nicaragüense que era posible resolver los conflictos de la
década pasada. La paz nació en la Costa, el diálogo nació en la costa del
Caribe de Nicaragua.
Hemos saboreado, en el lapso de estos diez años, lo que significa el orgullo
de nuestra identidad, lo que significa ganar la autoestima, el orgullo de ser
miskitos, de ser mayangas, de ser mestizos, ramas, garífonas, costeños.
A lo largo de estos diez años también hemos vivido la lenta inserción en el
proceso democrático nacional, hemos tenido, en las elecciones celebradas para
elegir a nuestras autoridades regionales en el noventa y el noventa y cuatro,
altas tasas de participación de las comunidades, a pesar de las enormes
distancias que han tenido que recorrer para recoger su boleta electoral y
poder acudir a las urnas electorales.
Autonomía y democracia
Estamos aprendiendo a ser democráticos, hemos comprobado y también disfrutado
del modelo de convivencia multiétnica que establece la autonomía, es posible,
es factible vivir juntos, es posible querernos entre miskitos y mayangnas,
respetarnos entre mestizos y negros, aceptarnos entre garífonas y ramas.
También iniciamos en estos diez años el establecimiento de nuestras primeras
instituciones autónomas, gobiernos y consejos regionales, débiles, pero
nuestros gobiernos, nuestros consejos. Por fin después de quinientos cinco
años, nuestras propias instituciones cometen errores, pero son nuestros
errores.
También hemos construido, o iniciado la construcción de nuestros propios
organismos gubernamentales, nuestras propias universidades, nuestros propios
movimientos de mujeres que abordan el tema desde la perspectiva de género,
desde la multietnicidad, desde la interculturalidad.
También hemos compartido conquistas con los hermanos y las hermanas del resto
del país. El fortalecimiento del marco jurídico de la autonomía en las
reformas constitucionales fue producto del respaldo que recibimos en la
Asamblea Nacional de diputados y diputadas que no eran de la costa Atlántica,
sin embargo se sensibilizaron y comenzaron también a reconocer que para que
se profundice la democracia en este país era necesario fortalecer el régimen
de autonomía.
Vivimos en Nicaragua. Por lo tanto los problemas que enfrenta el pueblo
nicaragüense en su conjunto, los problemas del propio Estado nicaragüense
también son problemas nuestros: la pobreza, el desempleo, la corrupción
administrativa. Muchos de los problemas que se han señalado a lo largo de
las comisiones no solo son problemas de la autonomía, también son problemas
del resto de Nicaragua. Y si Nicaragua no se compone, es difícil que
nosotros, desde la Costa, seamos la solución para todos los problema
nacionales.
Verdaderos interlocutores
También logramos, a lo largo de estos diez años, tener alguna relación con
los municipios y las comunidades. El proceso de demarcación y delimitación
de los límites municipales no pudo concluir para las elecciones del noventa y
cuatro, sin embargo los consejos regionales pudieron ponerse las pilas y
definir los límites municipales, y producto de ello pudimos celebrar las
primeras elecciones municipales en 1995. También se ha podido hacer uso del
derecho autonómico resolviendo los problemas de límites entre los pueblos
miskito y mayangna, y otros casos que han sido señalados a lo largo del
simposio.
Pero también ha sido importante ganar respeto y credibilidad ante organismos
no gubernamentales no nicaragüenses, extranjeros, o de organismos de
cooperación. Poco a poco, las instancias y las instituciones costeñas
comenzamos a ser los interlocutores cuando se habla de la cooperación externa
para la costa Caribe de Nicaragua. Existen algunos convenios tripartitos
entre el gobierno central, los gobiernos regionales, organismos de
cooperación internacional, poco a poco se han ido dando cuenta que si quieren
trabajar en la Costa y ser consecuentes con su discurso de sostenibilidad y
de respeto a los derechos de los pueblos indígenas, nosotros comenzamos a ser
los verdaderos interlocutores.
Hemos dado estos pasos en un contexto internacional muy complejo. Ya se ha
señalado el tema de la globalización. Conocemos muy bien el tema del ajuste
estructural, pero también han sido años en que ha avanzado lentamente el
movimiento indígena a nivel internacional, y nosotros los pueblos indígenas y
comunidades étnicas de la costa caribe de Nicaragua, debemos sentirnos
orgullosos porque nuestro esfuerzo de autonomía, nuestros planteamientos
autonómicos han servido de inspiración, han servido de esperanza, y también
han ayudado a empujar esos cambios lentos pero seguros a nivel internacional.
Los desafíos
Identificamos un gran consenso entre los costeños: todos queremos autonomía,
todos vamos profundamente comprometidos con la autonomía. Este es el gran
consenso. Y el gran desafío que asumimos a lo largo de este simposio, que
nos comprometimos de diversas maneras a no permitir ni que maten la autonomía
los de afuera, ni matarla nosotros mismos.
La primera gran tarea es que los sujetos autonómicos están en la comunidades,
barrios y en las distintas organizaciones, en las escuelas, en las iglesias y
es desde ese sujeto autonómico local que debe partir este proceso. Desde sus
demandas concretas, debemos construir la autonomía. Pero ¿cómo lo vamos a
hacer? Nosotros, los participantes en el simposio, no somos las maravillas
para ir a cumplir con todas esas tareas. Estas tareas las vamos a cumplir
nosotros junto con las comunidades. Todas las organizaciones tenemos que
trabajar. Todo el trabajo de demarcación territorial, educación
intercultural bilingüe, salud, las actividades productivas tiene que
organizarse desde las cosas concretas que están dándose en las comunidades.
Aquí no hemos venido a inventar ni prioridades ni tareas. Lo que hemos hecho
es solo transmitir lo que se dice todos los días en las comunidades. Muy
bien señalaban que la tarea fundamental de nuestras autoridades regionales es
aprender a manejar los conflictos, aprender a negociar con Estados, con los
poderes del Estado, aprender nosotros mismos a negociar con las otras
expresiones de la sociedad civil en el resto del país, aprender a negociar
con los partidos políticos.
Relación con los partidos
Hemos hablado mucho sobre la presencia de los partidos políticos en la Costa
del Caribe, hemos dicho que no nos gustan los partidos políticos nacionales,
sin embargo también hemos admitido que si están en la Costa es porque
nosotros pertenecemos a esos partidos políticos nacionales. Quiere decir que
tenemos que negociar con ellos y decirles que si realmente están
comprometidos con la autonomía, tienen que elegir buenos candidatos, tienen
que buscar y poner a gente comprometida con la autonomía, y no ser, como me
decía en las últimas elecciones un candidato a alcalde, doctora lo que usted
quiere es tal vez dentro de años, nosotros lo que buscamos es lealtad
política y no capacidad, y muchas veces la lealtad política va con el
analfabetismo.
Lo que tenemos que hacer es negociar con cada uno de los partidos políticos y
decirles no los aceptamos si ustedes imponen candidatos que no sirven, no los
aceptamos si no ponen en lugares ganadores a las mujeres, a los jóvenes.
Todo lo que se ha dicho aquí hay que ir a decirlo en el seno de los partidos
en los cuales estamos militando. Tenemos que desarrollar capacidad
propositiva, tenemos que aprender a construir consensos. Hay que recordar
como funcionan las asambleas en las comunidades. Las asambleas pueden durar
dos días, tres días, mientras no se ponen de acuerdo todos los miembros de
esta comunidad, no se puede hablar de consenso, no se puede hablar de
acuerdos.
* Mirna Cunningham Kain es rectora de la Universidad de las Regiones
Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense, URACCAN. Este texto corresponde a
una parte de su discurso en el acto de clausura del Simposio.
* Este documento es parte de "Autonomías Indígenas - Diversidad de Culturas, Igualdad de
Derechos". Serie Aportes para el Debate No. 6.
https://www.alainet.org/es/active/971