NuestroPremio Libertador: Legado Crítico

10/08/2014
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Nuestro Premio Libertador al Pensamiento Crítico llegó a su novena edición. Instaurado en 2005 por el Comandante Chávez y organizado durante nueve años consecutivos por la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad, el premio se ha convertido en el más importante reconocimiento al pensamiento contrahegemónico otorgado en lengua castellana, que galardona a aquellas obras que “desde una posición comprometida con la defensa de la humanidad y desde la perspectiva de que la construcción de otro mundo posible es necesaria, analice críticamente la realidad del mundo contemporáneo”.
 
La primera convocatoria de 2005 tuvo como galardonado principal al filósofo, teólogo y economista Franz Hinkelammert, con su obra El sujeto y la ley. El retorno del sujeto reprimido. La misma presenta una crítica a los fundamentos de la sociedad moderna-occidental desde un materialismo sui generis que coloca la vida de la humanidad como criterio de verdad para enfrentar la irracionalidad instrumental del capitalismo y la globalización imperialista del capital, en defensa de la liberación de los pueblos del mundo.
 
La segunda convocatoria (2006) concedió el premio al filósofo Bolívar Echeverría por su texto Vuelta de siglo. Dicha obra analiza en profundidad el pensamiento unidimensional al que nos ha arrojado la modernidad occidental, reafirmando la importancia de la reflexión crítica desde América Latina para develar la farsa ideológica de la “única realidad posible” impuesta por la realización capitalista de la modernidad, intentando descifrar desde diversas áreas los cambios que surgen entrados en el nuevo siglo y nuevo milenio.
 
La tercera edición del premio en 2007 reconoció la obra Un mundo incierto, un mundo para aprender y enseñar, del sociólogo Renán Vega Cantor. En ella se expone una lectura crítica de las diversas interpretaciones que se le han dado a las transformaciones del capitalismo global y los reacomodos imperialistas en los últimos 25 años, elaborando una comprensión acorde a las necesidades de la lucha de los pueblos del sur que hace énfasis en la incidencia ideológica del sistema capitalista sobre la enseñanza de las ciencias sociales y la urgencia de su rescate contrahegemónico.
 
En su cuarta edición de 2008, el reconocimiento fue para el intelectual Itsván Mészáros por su texto El desafío y la carga del tiempo histórico. Continuando medio siglo de reflexiones que buscan abrir horizontes alternativos al sistema capitalista, la obra analiza las consecuencias del metabolismo social del capital en la mercantilización y destrucción de todas las dimensiones de la vida, recuperando el imperativo y necesidad de un proyecto revolucionario socialista que tenga en cuenta el problema de la finitud del ser humano en su engranaje con el tiempo de la historia.
 
Para la quinta edición (2009), se decidió premiar la obra Política de la Liberación: Arquitectónica, del filósofo Enrique Dussel. El texto elabora una construcción categorial que fundamenta con contenido material, racionalidad discursiva y factibilidad empírica, la arquitectura mínima para comprender lo político (concepto) y la política (actividad). Con ello, se propone una conceptualización positiva del poder, se analiza el origen de su fetichización y se reinterpreta la dinámica de su ejercicio institucionalizado.
 
La edición número seis en 2010, premió a los filósofos Carlos Fernández Lira y Luis Alegre Zahonero por su obra El orden del capital. La misma nos presenta un profundo estudio de la obra de Karl Marx El capital bajo la tesis de que el capitalismo es estructuralmente incompatible con los principios republicanos de libertad, igualdad e independencia civil, y que, por consiguiente, cualquier proyecto político de transformación radical no puede abandonar dichos principios fundamentales para la realización de la condición humana en sociedad y avanzar hacia el comunismo.
 
En la séptima edición realizada en 2011, se premió la obra Del reencuentro de Marx con América Latina en la época de la degradación civilizatoria mundial, del economista Jorge Veraza. El texto ganador constituye una antología que recoge los aportes fundamentales de Veraza a la interpretación de los problemas de la sociedad contemporánea mercantilizada por el capital. La obra se centra, fundamentalmente, en los problemas de la subsunción que hace el capital del consumo real, revisa las interpretaciones más conocidas de la historia del sistema capitalista del siglo XX proponiendo una visión crítica de la misma, y analiza el problema de los oprimidos dentro de dicho sistema.
 
La octava edición del premio (2012), otorgo el galardón al sociólogo Atilio Boron por su obra América Latina en la geopolítica del imperialismo. En ella se realiza una actualización del pensamiento geopolítico, revalorizando su importancia para las más recientes luchas de liberación de los pueblos de Nuestra América. Igualmente, la obra destaca la importancia que tiene la región (por sus recursos naturales, ubicación estratégica, biodiverdiad, procesos de liberación, etc.) para los intereses del imperialismo estadounidense y, por consiguiente, el peligro que corre bajo la progresiva militarización de la zona y la escalada bélica de baja intensidad emprendida por el mismo.
 
En esta oportunidad el Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2013 ha sido concedido a la socióloga chilena Marta Harnecker, quien tiene una larga trayectoria de vinculación orgánica con los procesos de transformación y lucha de Nuestra América. Su obra, Un mundo a Construir (nuevos caminos), constituye una herramienta para la comprensión de los más recientes procesos de trasformación que en América Latina y el Caribe están desarrollando arduas luchas contra el sistema capitalista en puga por construir un mundo alternativo para la vida de todos y todas.
 
¿Por qué es importante darle fuerza, promoción y vigor al pensamiento crítico? Quien mejor para responder esta pregunta que nuestro comandante Hugo Chávez, que en todo momento al reflexionar sobre algún tema específico, siempre despuntaba su genio comunicador y pedagógico al lograr canalizar frente a un público basto y diverso, cuestiones de suma complejidad y de la mayor importancia. “Necesitamos ese pensamiento crítico para generar una voluntad crítica (...) el conocimiento debe ser integrado, integrador, la realidad es una sola y se requiere pensamiento crítico para entender la realidad, para profundizar en ella, para entender la verdad de los fenómenos, cómo se producen, incluso para preverlos, para orientarlos, para muchas veces planificarlos, es necesario para planificar un mundo alternativo y distinto, el pensamiento crítico, el pensamiento alternativo. Luego, (...) esa voluntad crítica debe convertirse en una gran fuerza transformadora que es imprescindible para darle vida al proyecto alternativo, al proyecto transformador cualquiera que sea, a los proyectos que estamos inventando. Un proyecto alternativo debe alimentarse de esa voluntad crítica, transformadora, y ella deriva del pensamiento crítico, creador, liberador de la conciencia crítica, creadora, liberadora”. Cultivemos, pues, el legado crítico de nuestro Comandante Chávez.
 
 
https://www.alainet.org/es/articulo/102361?language=en
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