Los dados están echados, se espera ahora la suerte

25/09/2014
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El general que sabe cuándo atacar, hace que su enemigo no sepa cuando defenderse”, Miyamoto Musashi.
 
Fingir atacar al enemigo en pie de guerra, mientras se ataca otro objetivo, crea al enemigo la falsa impresión que el ataque se desarrolla en escenario distante, cuando en realidad está llegando por otro.
 
En 1983, Estados Unidos financió una campaña publicitaria para hacer creer al mundo que su gobierno estaba enviando aviones y buques de guerra a Oriente Medio para ayudar las tropas de “paz” en el Líbano. En realidad, la operación “Furia Urgente” se dirigió a la Isla Granada, las fuerzas terrestres estadounidense la tomó por asalto apoyadas por un formidable despliegue de fuerzas terrestres, varias divisiones aerotransportadas, y la marina de guerra que apoyó las operaciones navales. Una invasión internacionalmente repudiada por innecesaria, desproporcionada y cobarde contra una república de sólo 98.000 habitantes. Estados Unidos justificó la invasión alegando que la construcción del aeropuerto de Granada serviría para operaciones de bombarderos y aviones de combate rusos que pondrían en riesgo la paz de Centro América y del Caribe.
 
Hay muchas razones para la obsesión de Estados Unidos hacer la guerra al Estado Islámico, entre ellas, la caída del presidente Bashar – Al Assad. No siempre el blanco de la agresión es el verdadero motivo de la guerra. Esta guerra que se avizora se debe al petróleo. Hay otras razones, pero el petróleo es la fuerza de la obsesión estadounidense.
 
Antes de la invasión estadounidense a Irak, Oriente Medio era una región internacionalmente conocida como países de paz y de producción de petróleo, con idiomas, culturas y costumbres diferentes. Pero hoy Estados Unidos al frente de la OTAN, la ha trasformado en región trágica, llena de conflictos desastrosos, holocausto y éxodo. Debe entenderse que dentro del esquema de la economía, se configura un proceso de globalización de la política, y debe definirse dentro del marco estratégico común, dentro de un análisis de condiciones históricas específicas diferentes, que permita hallar explicación del porqué de la guerra contra el Estado Islámico; qué representa la región de Oriente Medio; porqué el pretexto de combatir al Estado Islámico aun violando la soberanía de Siria, y qué es la OTAN.
 
El Estado Islámico – EI -, antiguo Estado Islámico de Irak y el Levante – EIIL -, fue formado por Estados Unidos después de lograr dividir AL Qaeda para cumplir una misión específica: derrocar a Bashar Al-Assad. Al no lograr los objetivos fijados, los yihadistas volvieron sus armas contra quien los había organizado, asesorado, entrenado, suministrado material y armas de guerra. Hoy libra intensos combates contra sus mismos creadores y busca controlar una vasta región que se extiende desde la ciudad de Alepo, situada al noroeste de Siria, hasta las ciudades de Fayula, Mosul y Tal-afar en Irak.
 
Oriente Medio es un área geográfica conformada por diecisiete países donde se localiza el 56.6 % de la reserva de petróleo probada del mundo. La región permite la máxima aproximación de Europa, Asia y África, representa recursos naturales, energéticos, turísticos y comunica con Asia Central. Es el territorio más rico en petróleo, motivo para que Estados Unidos justifique una guerra costosa y riesgosa, donde pueda iniciar un proceso de expansión de las fronteras de globalización para Europa Asia y África creando su mercado global, aún, poniendo en vilo el desenlace de la Tercera Guerra Mundial. Estados Unidos, angustiado por su crisis financiera que lentamente le indica la agonía de su ocaso hegemónico, y al frente de la OTAN, busca, a través de Oriente Medio, expandirse hacia la cuenca del Pacífico, apuntalar un área de negocios en el Índico y en la cuenca del Mediterráneo. Para Estados Unidos es claro que el único territorio que sostendrá la producción de petróleo este siglo será el Golfo Pérsico.
 
Rememorando la historia
 
Estados Unidos pretende invadir varios países del Levante alegando razones “humanitarias”, costumbres consuetudinarias alegadas desde el siglo XVI para invadir y saquear recursos naturales de otros países, ejemplo clásico: en 1898, bombardeo su propio buque de guerra Maine para declarar la guerra contra España, con el propósito de invadir la Isla de Cuba, la que quedó bajo su protectorado como Puerto Rico, Filipinas y Guam, pasando a ser dependencia colonial hasta el triunfo de la Revolución Cubana en 1959, pero ha permanecido con un enclave territorial hace más de media centuria – Guantánamo -, como evidencia ante el mundo de su prepotencia y espíritu de dominación; Razones “humanitarias” pretextó” para invadir a Irak, con el apoyo de la ONU donde permanece hace un cuarto de siglo, saqueando los recursos de ese país a través de un método colonialista, supuestamente para garantizar la estabilidad de Irak, siendo hoy la justificación del Ejército Islámico para expulsarlos, no sólo de Irak, sino de toda la región de Oriente Medio; “Razones Humanitarias” argumentó para invadir Libia, una guerra escalofriante de destrucción y muerte. La ocupación de Libia se hizo sentir por la violación de los Derechos Humanos; desprecio a la dignidad de los pueblos del mundo, y violación una vez más el Derecho Internacional. La OTAN en Libia, cometió espantosos crímenes de guerra, destruyó en sólo cuatro meses 480 millones de dólares en objetivos civiles y produjo un holocausto de 23 mil muertos civiles, en su mayoría niños y mujeres, muchas de ellas violentamente agredidas para someterlas sexualmente. El bombardeo contra Zliten, a 150 km al este de Trípoli no tuvo justificación, la CIA conocía por coordenadas la ubicación de la escuela donde fueron masacradas 85 civiles – 33 niños, 32 mujeres y 20 hombres en ataque aéreo.
 
Las “Razones Humanitarias” que hoy defiende para combatir el Estado Islámico, no previeron intervenciones en Turquía en defensa de las minorías curdas, quienes desde el año 1920 exige el derecho a un Estado Autónomo: el Kurdistán. Tampoco intervino en 1994 en Ruanda; ni interviene en el conflicto Árabe israelí, Sir Jordania; ni en el holocausto que actualmente comete Israel en Palestina. Más allá de “Razones Humanitarias y antiterroristas”, existen pretensiones geopolíticas como respuestas al nuevo orden mundial. El accionar bélico de Estados Unidos frente a la OTAN, le permite adquirir auge y desarrollo, necesita esa área estratégica hacia Rusia y China, recuperar espacio dentro del panorama económico mundial a raíz de la crisis de la UE, de su propia agonía financiera y la recesión económica de los países capitalistas. Estados Unidos había roto récor de bonanza, mientras países de Asia, África y América Latina estaban en quiebra, sometidos al saqueo de materia prima bajo intercambio comercial no equivalente y asedio de fondos buitre. La crisis de Estados Unidos, agudizada por el índice de producción mundial deficientes ante los excedentes de su población, que crece a ritmo exponencial de 0,7%, sin determinar el balance de los migrantes que llegan ilusionados a un país con una población de 314 millones, engrandece las necesidades esenciales e imprescindibles para vivir: alimentos, agua, electricidad. Sumadas a la infraestructura: vivienda, hospitales, escuelas, carreteras, que al mismo tiempo incrementa el índice de pobreza e inseguridad. Dentro de estas circunstancias, Estados Unidos busca consolidar su preponderancia hegemónica a través de su industria militar justificando la guerra e imponiendo posteriormente la reconstrucción de ciudades, carreteras, puentes, ferrocarriles, centrales de energía y petroleras etc, expandiendo su capital inversionista, para finalmente condicionar los procesos autónomos y la soberanía de los países.
 
La OTAN necesita una guerra más generalizada, En Yugoslavia se originó como resultado de la necesidad geopolítica de expandirse en los Balcanes. En el nuevo contexto de reordenamiento mundial, el derrumbe de la URSS y la posterior disolución del Pacto de Varsovia, posibilitaron el expansionismo de la OTAN y generó condiciones para que Yugoslavia entrara en procesos conflictivos en 1980. Ante esta intervención se convirtió en la única fuerza que luchó por su integridad territorial frente a la OTAN, quien desconociendo las normas del Consejo de Seguridad de la ONU, tomó sus propias decisiones.
 
En el Tratado de Dunquerque, Inglaterra y Francia se vincularon a la OTAN, posteriormente se vinculó Turquía y Grecia, aún sin definir el conflicto con Chipre, pero era importante trancar el avance de las fuerzas Soviéticas.
 
Como resultado del pacto de Varsovia, en 1991 se firmaron varios acuerdos, que permitió libre determinación para que cada país se vinculara como socio o miembro al bloque u organización militar que deseara. Hungría, la República Checa y Polonia se vincularon a la OTAN, este último país comparte fronteras con Bielorrusia permitiendo a la OTAN aproximarse a las fronteras rusas. Explicación para entender por qué los serbios ofrecieron resistencia como último reducto militar de la antigua Yugoslavia que comenzó a desmembrarse en 1992 y en 1998 se desintegró. En 1992 y 1995 se desencadenó otra guerra contra Serbia, separándose Bosnia y Herzegovina. En abril de 1999, la OTAN abandonó sus principios defensivos – para lo cual fue creada -, convirtiéndose en una organización para imponer orden.
 
Ante la hipotética derrota al Estado Islámico y Siria, las fronteras de China, quedarían separadas por Tayikistán. Para Estados Unidos, las relaciones con Tayikistán está ligada al curso de la guerra en Afganistán, donde actualmente libra guerra con el movimiento de resistencia islámica yihadista, Alquaeda -, ambos países comparten una frontera de 1.400 km. Durante la última década, Tayikistán se ha convertido en importante socio de Estados Unidos. Es por eso que Washington ha invertido sumas millonarias en proyectos de infraestructuras que contribuyan a controlar la frontera tayiko-afgana. A la competición entre Estados Unidos y Rusia por influir en Asia Central, se ha sumado recientemente China con su enorme peso económico que se hace sentir en la región, actualmente el volumen anual de comercio entre China y Asia central es de 79.000 millones de dólares: 120 veces más que en tiempos de la antigua Unión Soviética. La supremacía en la región, figura en la agenda estratégica dentro de la fantasía geopolítica de Estados Unidos, que aspira al control del paso de Amu Darya por donde se realiza el transporte y el transvase de agua y energía que comparte con Uzbekistán hacia el centro de toda la región de Asia Central, cuya tubería transcurre a través de las fría y escarpadas montañas de Tayikistán.
 
Durante la invasión a Yugoslavia en 1999, llevada unilateralmente por la OTAN, y la posterior resistencia de Kosovo hasta su caída, Rusia y China eran conscientes que la caída de Kosovo permitiría a la OTAN avanzar hacia la geo polarización del control militar, político y económico de los Balcanes, y controlar los Dardanelos en la Península de Anatolia, Grecia – miembro de la OTAN -, y el estrecho del Bósforo – hoy esa percepción se refleja en la crisis de Ucrania -, Pero la posición de Rusia frente al conflicto se entendió por los 17.000 millones de dólares que adeudaba a los Estados Unidos por concepto de intereses acumulados. Y la aceptación del Banco Mundial al aprobar un préstamo al gobierno ruso por 4.000 mil millones de dólares a cambio de su no intervención en la guerra contra Yugoslavia. Precisando conclusiones, el consejo de seguridad de la ONU se resquebrajó jurídicamente. En términos indiscutibles, desde el punto diplomático, en el futuro no se podrá parar las guerras inventadas por Estados Unidos.
 
Hoy la guerra desatada contra el Estado Islámico, no es más que el polígono de la agresión, pero su objetivo es la caída de Bashar al-Assad. La caída de Siria, bajo las tropas invasoras de la OTAN, Estados Unidos encontraría su posición estratégica a mitad de camino en la ruta comercial que une la costa mediterránea y el Éufrates, convirtiéndola en la antesala de China al aproximarse a Tayikistán. El discurso del presidente de los Estados Unidos anunciando combatir al Estado Islámico “esté donde esté”, aún sin la aprobación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, constituye renegado desafío al Derecho Internacional y riesgo a la seguridad que asiste a todos los pueblos del mundo.
 
La actitud de la Organización de las Naciones Unidas – ONU -, fortalece la propuesta de los países pequeños, en su momento planteada por el Comandante Supremo Hugo Chávez, y actualmente liderada por la República Bolivariana de Venezuela, para que se reestructure la ONU y su Consejo de Seguridad, que permita trancar el resurgir de la ley Marshall, remozada por la ley Helms Burston, mediante la cual, Estados Unidos pretende imponer sus leyes terroristas fuera de sus fronteras.
 
Si no se reestructura la ONU, creando nuevos principios y criterios para lo cual fue creada, no será más que una organización títere de la OTAN, a cuya organización espera una hiperactividad bélica de nunca acabar, bajo el alegato de “Razones Humanitarias”. El deseo de predominio militar, para someter los países del mundo, lleva a los gobiernos de los Estados Unidos a políticas irresponsables que compromete la paz universal.
 
Después de la hipotética “derrota” del Estado Islámico que involucre Siria en su agenda de agresiones, sigue la República Bolivariana de Venezuela. Mientras que en Ucrania, Estados Unidos tiene centrado su objetivo sobre Bielorrusia, chispa de la tercera guerra mundial, ya que esta república conserva los silos de armas nucleares de la antigua Unión Soviética.
 
La obsesión estadounidense, de incitar la OTAN para “aniquilar” al Estado Islámico, recurriendo al método de guerra de “Tierra Arrasada”, en cuya agenda comprenda Siria, Rusia entraría a jugar un roll diferente a la diplomacia preventiva aliada con la república de China Socialista. Una confrontación nuclear comprometería la vida del planeta, el cúmulo del arsenal militar de los Estados Unidos y la antigua URSS, adicionados a las armas de fusión y fisión nuclear de China, poseen energía potencial que destruiría 19 veces la tierra.
 
Cualquier análisis que se haga, cobra fuerza, permite entender que los traficantes de Guerra, cuyas mentes febriles deliran por controlar los recursos naturales de Oriente Medio, vienen creando un vasto espacio intervencionista para convertir esa región en un Nuevo Vietnam, con la diferencia que en esta confrontación, duerme latente el uso de energía nuclear.
 
Estados Unidos ha declarado la guerra al Estado Islámico alegando “razones humanitarias” y defensa vital de sus intereses, como pretexto para tener bajo control todo Oriente Medio. La teoría Lebensraum – espacio vital o razones humanitarias -, desarrollada por Karl Haushofer en 1939, se ha convertido para Estados Unidos en Toque de Diana. Y es la misma tesis que sostiene el derecho y el deber que los imperios tienen de expandirse a costa de las naciones más débiles, llevada a la práctica por Adolf Hitler para anexarse a la fuerza algunos países de Checoslovaquia inicialmente, y después todo el territorio. Con estas consideraciones, el imperio alega intereses económicos y amenaza de grupos terrorista para desestabilizar Oriente Medio, con el fin de promover un conflicto generado por los mismos Estados Unidos, como los que actualmente acontecen en Ucrania. ¡Pero los dados están echados, se espera ahora la suerte¡
 
 
 
https://www.alainet.org/es/articulo/103725
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