Panamá.- A pesar de la ausencia de datos estadísticos que muestren la realidad del trabajo infantil en el mundo y en especial en las Américas, las cifras que están a nuestra disposición indican que están en aumento. Ninguna región o subregión del planeta escapa a la situación del trabajo infantil. Las cifras hablan La Oficina de Estadística de la OIT en su informe "Estimaciones y Proyecciones, 1950-2010", estimó que el mayor número de niños que trabajan se encuentran en Africa (26,3%), luego Asia (13%) y América Latina(9.8%). La UNICEF, por su parte, calcula que 250 millones de niños(as) entre 5 y 14 años trabajan en el mundo entero, de los cuales 17.5 millones se encuentran en América Latina, la mayoría en condiciones paupérrimas, algunos en la esclavitud y explotación sexual. No obstante estas cifras no revelan la magnitud del problema, precisamente porque no se cuentan con estadísticas confiables y estudios sobre esta materia, pero se sabe que es significativa la cantidad niños y niñas que son parte de la fuerza laboral. En Panamá, un estudio de UNICEF, divulgado en 1997, indicó que 5 de cada 100 miembros de la fuerza laboral son niños, niñas o adolescentes entre 10 y 17 años. Eso significa que hay alrededor de 50 mil niños y niñas incorporados a la fuerza laboral. Ese mismo estudio de UNICEF reveló que por rama o categoría económica, la mayoría de los trabajadores infanto-juveniles panameños se encuentran en la actividad agrícola (64%), siendo esta cifra representativa del sexo masculino. Sin embargo, las niñas se ubican en mayor proporción en el servicio doméstico (63%). En términos de ingreso medio de la niñez trabajadora, tenemos que en Panamá es inferior en 43% al salario mínimo legal permitido que alcanza los 208 dólares mensuales. A pesar que en Panamá existen marcos legales e instituciones para la protección de la niñez trabajadora, es imprescindible que éstos se fortalezcan a fin de que se garantice a los menores que trabajan, la aplicación de los derechos consagrados en el Código de Trabajo, especialmente en lo relativo a jornadas de trabajo, remuneración salarial, régimen de seguridad social, contratación colectiva e individual, entre otros. Por su parte, los sindicatos tienen una doble responsabilidad. Una primera responsabilidad es el incorporar el tema del trabajo infantil en los programas de educación sindical, para sensibilizar y movilizar a sus afiliados en torno a estrategias para combatirlo en todas sus formas. Una segunda obligación de los sindicatos es la denuncia constante de casos y modalidades en que se presentan el trabajo infantil, como violatorios a las normas nacionales e internacionales de trabajo vigentes en la República de Panamá. Marcha mundial contra el trabajo infantil Un movimiento global de sensibilización y movilización de la sociedad ha comenzado a materializarse para exigir a los gobiernos del planeta la abolición de esta práctica aberrante que niega los derechos fundamentales de los niños y niñas en el mundo. Se trata de la Marcha Mundial Contra el Trabajo Infantil, que se inició desde principios de este año por varios puntos de los cinco continentes y que culminará el 30 de mayo en Ginebra, Suiza. Veintisiete organizaciones, entre instituciones y sindicatos marcharán por el mundo para llamar la atención sobre el problema y demandar a los gobiernos su apoyo a fin de que adopten medidas para asegurar la abolición del trabajo infantil. En América Latina y el Caribe la marcha inició el 25 de febrero en Sao Paulo, Brasil. Su recorrido atravesará el Cono Sur (Argentina y Chile), para luego ascender al norte de Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. En todos estos países se proyectan movilizaciones alternas y actos públicos. Los manifestantes tiene proyectado llegar a Panamá el 8 de abril donde realizarán actividades públicas y visitas a la Asamblea Nacional Legislativa. En su recorrido por Centroamérica pasarán por Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala. En México, los marchantes se unirán a sus homólogos que provienen de Canadá hasta llegar a Washington, Estados Unidos, donde continuarán rumbo a Suiza. Es en la 86 ava. Conferencia Internacional de Trabajo que se celebrará a indicios de junio de este año donde se iniciará la primera discusión de un conjunto de normas sobre las formas extremas de trabajo infantil. La OIT está proponiendo la adopción de nuevas normas internacionales de trabajo que tiene como prioridad detener la explotación de los menores en trabajos peligrosos; condiciones prohibidas y de esclavitud; prostitución, pornografía y otras situaciones intolerables. La Conferencia de la OIT en junio de 1998 decidirá si adopta un proyecto de convenio y la recomendación basada en esta primera discusión. En el caso que se decida la adopción de estos proyectos, éstos serán enviados a los Estados para sus comentarios. Los comentarios de los Estados, junto con un proyecto de convenio y una recomendación, serán presentados en un informe para la segunda discusión durante la Conferencia de 1999. En este año, la OIT decidirá la adopción final de un convenio y recomendación sobre las formas extremas del trabajo infantil. Sin duda ésta es la primera y gran estrategia global que busca como prioridad integrar a diversos actores de los movimientos sociales, con el objetivo de sensibilizar, concientizar y movilizar a muchos pueblos en la necesidad de poner un alto al trabajo infantil en el mundo.