Marlene Hass, Secretaria General de la Internacional Socialista de Mujeres, aseguró que es tiempo de que las socialistas adquieran "la mitad del poder político", lo cual se traduce en pelear al interior de sus partidos la cuota del 50 por ciento de representación política para hombres y mujeres. En su primera visita a México, realizada el mes de diciembre pasado, Hass se entrevistó con militantes, legisladoras y funcionarias de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD), ambos miembros de la Internacional Socialista: el primero con estatus consultivo (observador) y el segundo como miembro pleno (con capacidad de decisión). En su visita de trabajo, Hass aseguró que la llamada cuota del 30 por ciento, que se empezó a impulsar desde hace más de una década, no ha resuelto las diferencias de participación y representación política, ni el acceso igualitario de las mujeres a los puestos directivos de los partidos políticos y de representación popular. Al término de una reunión de trabajo en la Secretaría de la Mujer del PRD con un grupo de consejeras nacionales del partido, Hass confió en que las militantes del partido del sol azteca no se conformen con el 30 por ciento y busquen, en el próximo Congreso Nacional del PRD a realizarse en marzo del 98, discutir estrategias políticas de participación para el fin de milenio; porque para un partido socialista no basta la cuota del 30 por ciento, que es en lo que se traducen los reglamentos estatutarios de los partidos, que dterminan que ninguno de los dos géneros podrá ocupar, en los puestos de dirección partidaria y en las listas de candidatos de representación popular, un número mayor del 70 por ciento. "Hay que impulsar una representación política equitativa. La única manera de hacerlo es demandarlo", finalizó Hass, quien dijo también que la Internacional Socialista de Mujeres cuenta con 126 organizaciones políticas y sólo 45 de ellas tienen reglamentada la cuota. Por tanto, reconoció que no va a ser un trabajo sencillo, "sobre todo si pensamos que por cada mujer elegida para ocupar un puesto de representación popular o un cargo al interior del gobierno o partido, hay un hombre posiblemente desempleado".