Neoliberalismo y democracia son cada día más excluyentes

VII Encuentro del Foro de Sao Paulo

19/08/1997
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"Desde la celebración de nuestro anterior Encuentro, la izquierda latinoamericana registró importantes avances en las luchas populares libradas contra el neoliberalismo en Ecuador, República Dominicana, Nicaragua, Colombia y otros países", señala la declaración final del séptimo encuentro de Sao Paulo, que se reunió en Porto Alegre, Brasil, del 31 de julio al 3 de agosto de este año. En este evento participaron 158 delegados y delegadas de 58 partidos y movimientos políticos de izquierda y progresistas procedentes de 20 países de América Latina y del Caribe, además de 36 organizaciones fraternas. El Foro es un espacio de articulación de instancias políticas diversas que no se propone construir una organización internacional sometida a cualquier forma de centralismo. El Foro, destaca que luego de varios años de hegemonismo económico, político e ideológico del neoliberalismo, se registra un ascenso de las luchas populares, democráticas y sociales en prácticamente todos los países. Este ascenso va acompañado de avances electorales importantes en varios países y la presencia de movimientos sociales con gran autoridad moral, como los movimientos Sin Tierra y agrario de la CUT del Brasil, o el movimiento insurgente de Chiapas. De esta manera, se están derrumbando las barreras artificiales entre lo social y lo político, como elemento imprescidible de verdaderas alternativas. En esta misma línea, el Foro destaca los éxitos electorales del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional de El Salvador y el Partido de la Revolución Democrática de México, tanto a nivel legislativo, como en los gobiernos locales y sus respectivas capitales, a los que se suma la transformación de ambos en segunda fuerza política de esas naciones. Luego de establecer una profunda crítica al neoliberalismo, como una nueva expresión de la acumulación capitalista, y los efectos que está teniendo en la región, apunta que se están generando gran diversidad de nuevos actores sociales, en tanto se renueva el perfil de los existentes. "Las reivindicaciones de género, ambientales, raciales, étnicas y muchas otras, que en el pasado eran agregadas políticamente a los partidos, crean sus propios espacios políticos y desarrollan su autonomía. Surge una amplia gama de explotados y excluidos que encierran la posibilidad y la necesidad de crear un nuevo universalismo emancipador", acota la Declaración. Para que las fuerzas de izquierda sean consecuentes articuladoras de amplios movimientos de oposición y coaliciones de gobierno, resulta fundamental que posea nitidez programática, flexibilidad táctica e instrumentos de acción capases de asegurar su peso específico y su independencia. La combinación de programas alternativos, de inclusión social y de determinación política son los ingredientes fundamentales para preparar a América Latina y el Caribe para el tránsito hacia el nuevo milenio y hacia una nueva vida de nuestros pueblos, relieva la Declaración. El Foro resolvió establecer mecanismos de coordinación y discusión permanentes entre sus miembros, para cuyo fin fortalecerá la acción de las secretarías regionales. Desarrollará seminarios de análisis y debate, además de impulsar espacios de intercambio parlamentario, municipal, sindical, de género, de juventudes y de derechos humanos. "Estamos conscientes de que nuestros intercambios y debates se desenvuelven en los albores del Tercer Milenio, momento en que el desarrollo científico impone el mundo transformaciones ineludibles e irrversibles. Los partidos y movimientos políticos del Foro de Sao Paulo no los ingnoramos ni les tememos. Las ciencia y la tecnolgía son conquistas del género humano y no pueden servir de pretexto para aumentar la miseria social", agrega. El Foro de Sao Paulo nació los primeros días de julio de 1990, convocado por el Partido de los Trabajadores del Brasil. El octavo Foro se llevará a cabo en México, bajo los auspicios del PRD. A continuación ofrecemos la parte propositiva de la Declaración final. Declaración del VI Foro de Sao Paulo -Parte final_ La sociedad que proponemos tiene que asentarse en la más profunda democracia. Se trata de construir una sociedad y un Estado democráticos, mediante la efectiva y armónica combinación de la participación con la representación y el poder de decisión. Para ello es necesario enfrentar y superar las múltiples distorsiones existentes en los mecanismos participativos y representativos que distorsionan la voluntad ciudadana. Por medio de ellos se gesta una contradicción permanente entre el juego de exclusión política e inclusión política, donde la primera es la que se va imponiendo. Neoliberalismo y democracia son cada día mas excluyentes. La democracia alternativa que queremos construir supone crear los mecanismos que permitan a todo el pueblo participar en la definición e implementación de las políticas nacionales y ejercer el control sobre la gestión gubernamental. Un componente fundamental de nuestro programa es contar con parlamentos que tengan capacidad de decisión e independencia, junto con el Poder Judicial, frente a los Poderes Ejecutivos y a los grupos elitistas de presión económica. Asimismo, se precisa promover una efectiva democratización de los medios de comunicación masiva. Nos proponemos luchar por la creación de un marco ético, legal y político, ante la gravedad sin precedentes adquirida durante los últimos años por la corrupción, el tráfico de influencias, las vinculaciones de líderes gubernamentales, políticos y militares con el narcotráfico y el lavado de dinero y otras prácticas ilícitas y degradantes, que vienen justificando diferentes formas de intervención y conducen al retroceso hacia prácticas coloniales supuestamente superadas. Lucharemos porque prime la justicia y no la impunidad, procurando que la corrupción, el tráfico de influencia y los crímenes de Estado sean ejemplarmente sancionados. La tarea por reconstruir el aparato productivo deteniendo la creciente desindustrialización de las economías, implica desarrollar la planta industrial e impulsar el avance tecnológico. Nos exige el retomar el control de la economía y los recursos naturales, la solución del grave problema sobre la tenencia de la tierra, así como el fortalecimiento de las formas asociativas y solidarias de producción. El desarrollo estable del gasto social requiere del fortalecimiento del Estado, el estricto control financiero y de una reforma fiscal que, contribuyendo a la estabilidad macroeconómica, sea un instrumento para una más justa distribución de la riqueza. Un aspecto esencial de nuestra propuesta es avanzar en la creación de un frente común de deudores, que nos permita enfrentar conjuntamente la solución de la deuda externa. La evolución de este fenómeno en los últimos años, pone de manifiesto el reconocimiento implícito de los duros condicionamientos que impone la deuda y lo nocivo que resultaron ser los mecanismos de cambio de deuda por supuesta inversión. Resulta importante combinar armónicamente la producción hacia los mercados internos y externos, así como articular políticas de desarrollo desde adentro hacia afuera, que promuevan la competitividad de la industria nacional. La inversión extranjera directa puede constituirse en un factor importante en la captación de nuevas tecnologías y en la apertura de mercados, pero necesita ser concebida como complementaria con la economía nacional y regional. Así mismo, resulta necesario fortalecer la banca estatal y cooperativa. Las políticas compensatorias dirigidas hacia los sectores excluidos, deben incorporarse sólo como soluciones de emergencia para corregir circunstancialmente situaciones críticas, mientras se desenvuelven los resultados de las reformas estructurales. Se impone asumir políticas activas a nivel industrial, agrario, políticas activas de creación de empleo que lleven a aumentar la participación de los salarios en la renta nacional, así como estrategias de desarrollo de la ciencia y la tecnología, que posibiliten la creación de una base concreta para armonizar crecimiento con distribución. En este contexto, se debe brindar estímulos a la pequeña y mediana empresa por su capacidad para generar empleo. La estrategia de construcción del nuevo modelo económico y social, debe incorporar la visión de género. Para ello debemos establecer acciones concretas para eliminar la discriminación de la mujer en el empleo y salario, impulsar programas específicos para la mujer rural y la mujeres jefas de familia. Se trata de generar programas de formación profesional y adecuar las normas de seguridad social, incorporando los derechos de las mujeres. Asimismo debemos establecer políticas de acción afirmativa que aseguren el acceso de las mujeres a los puestos de decisión a todo nivel. Asumimos que los países de América Latina y el Caribe están constituidos por poblaciones multiraciales, multiétnicas y multiculturales, en los cuales el racismo, la exclusión y la transculturizacion, es una de las causas fundamentales que impiden el desarrollo de las poblaciones negras, mestizas e indígenas. Consideramos que es imposible realizar transformaciones estructurales en nuestro países sin la debida consideración de la problemática racial y del carácter estratégico del combate al racismo por una sociedad nueva. En el contexto de la lucha por un nuevo orden político internacional, nos proponemos impulsar el fortalecimiento del apoyo y la solidaridad internacional con el continente africano el cual ha sido considerado inviable dentro del esquema del libre mercado neoliberal. Las organizaciones políticas del Foro debemos asumir de hecho las demandas y propuestas de los pueblos indígenas, incluyéndolas efectivamente en nuestros contenidos programáticos y prácticas políticas, además de asumir sus luchas concretas por la conquista de sus derechos secularmente negados. Abrir más espacios para la participación indígena en las instancias de participación y decisión interna, respetando su cosmovisión y las especificidades del modo indígena de hacer política y ejercer la democracia. Todas las alternativas tienen una dimensión cultural. Deben responder a una perspectiva de porvenir, a una utopía necesaria, capaz de sostener las propuestas. Ellas necesitan también una dimensión de esperanza para guardar el ánimo en las situaciones difíciles y en los fracasos. Necesitan una ética para conservar las metas de la acción y fijar la orientaciones cotidianas y los medios concretos en el desenvolvimiento de los compromisos sociales y políticos. Por eso son importantes las referencias espirituales y éticas, que en América Latina y el Caribe tienen tanta vigencia y significación en las corrientes cristianas de base y de otras expresiones religiosas comprometidas . Los debates del Foro giraron alrededor del tema de la reforma y la revolución. Hay quienes plantean que la reforma es un momento en la lucha revolucionaria, pero que, en este marco, muchas veces ha resultado un retroceso, si tales reformas no se inscriben en proyectos transformadores que apunten hacia los objetivos estratégicos e históricos que dan cuenta de la superación definitiva del Modelo de Acumulación Capitalista en su fase imperialista. Otros compañeros consideran que en esta fase es necesario priorizar la lucha democrática, la electoral, y luchar por reformas que vayan minando la solidez del neoliberalismo. Existen también diferencias sobre la valoración de la lucha armada en esta etapa. En el Foro coexisten organizaciones que han optado por la lucha armada y otras que, sin practicarla, la consideran como una opción válida para determinados contextos y aún las que se oponen a esa forma de lucha. Las diferencias se basan en la inexistencia de un consenso en la valoración de las nuevas expresiones de lucha armada, y qué representan estas expresiones en esta fase de las luchas sociales Todos estos temas seguirán siendo punto de debate en el Foro de Sao Paulo, y se buscará profundizar tanto teórica y políticamente, como desde las experiencias A los treinta años de la caída del Comandante Ernesto Che Guevara y sus compañeros internacionalistas de varios países latinoamericanos, los trabajadores, los campesinos, los jóvenes, los excluidos y los oprimidos del continente, siguen identificados con su figura. Son ellos los mismos que nos alientan y empujan para seguir uniéndonos en la lucha por la construcción de alternativas al neoliberalismo, de la cual el socialismo sigue siendo una de las opciones para superarlo, las cuales siguiendo su ejemplo serán basadas en profundas convicciones éticas que integren sin fisuras nuestro pensar y actuar. Treinta años después, cuando nos dicen que debemos renunciar a los sueños, a la dignidad y a la ética transformadora, su ejemplo de vida , su capacidad de amar, se enaltece y se encarna en los pueblos del mundo. Desde el VII Foro de Sao Paulo, reafirmamos nuestro compromiso de solidaridad y lucha junto a los trabajadores y movimientos sociales del continente, con la defensa de la causa del pueblo cubano y con la herencia ejemplar de Ernesto Che Guevara.
https://www.alainet.org/es/articulo/104406
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