"Escuchar las voces que vienen de lo más remoto"

16/10/1997
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A su paso por Quito, Ecuador, el escritor uruguayo Eduardo Galeano habló con los periodistas de todo: del neoliberalismo, del fútbol, de la cultura, de la comunicación, de su país. Y como siempre, sus opiniones no solo reflejan un gran conocimiento de la realidad latinoamericana sino una gran espíritu crítico, tan raro en estos tiempos del "sálvese quien pueda". Ofrecemos a nuestros lectores, algunos fragmentos textuales de lo que el escritor uruguayo dijo. Mercado: Escuela del crimen América Latina no vive la infancia del capitalismo sino un capitalismo deformado como resultado de siglos de sometimiento a las órdenes del mercado mundial. Ahora el capitalismo ya no se llama más capitalismo, luce el nombre artístico de economía de mercado, pero la realidad sigue siendo tanto o más feroz que el libro describía (N. de la R. Se refiere a su libro: "Las Venas Abiertas de América Latina"). Y esto no lo digo yo, sino los expertos del Fondo Monetario y del Banco Mundial que mucho hacen por contribuir a la desigualdad creciente de este mundo tan injusto de fin de siglo. Son los expertos que en sus informes dicen que entre 1960 y 1990 se duplicó la brecha que separa a los que tienen de los que necesitan, a los que mueren de indigestión de los que mueren de hambre. Creo que ahora hay una abrumadora unanimidad en el mundo de fin de siglo en la aberración del mercado y en la atribución de virtudes religiosas al mercado. Yo creo que el mercado funciona como una escuela del crimen y esto es el resultado de mi experiencia práctica más que de los libros que leo. Cuando vienen a charlar algunos "latinoamericanólogos", especialistas de Europa y Estados Unidos que se ocupan de la realidad latinoamericana, yo me permito sugerirles que no lean las páginas políticas ni sindicales sino que lean la crónica policial de los diarios que permiten ver las contradicciones sociales, porque el sistema que hoy está rigiendo al mundo es un sistema que transpira violencia por todos los poros y que genera violencia, y que funciona como una escuela del crimen. Vamos comiendo palabra inútiles Hemos sido entrenados a lo largo de siglos para ignorar al vecino, y tenemos un largo aprendizaje de la insolidaridad, en vez de tener vínculos solidarios con los países vecinos, les echamos la culpa de todo lo que nos ocurre. Y en este tiempo del "sálvense quien pueda", los vínculos solidarios entre los países latinoamericanos están gravemente lastimados y esto es muy cierto en América Latina en donde no somos capases de unirnos para nada que no sea pronunciar discursos vacíos e infructuosos. Esos discursos que pronuncian los políticos profesionales nuestros, que nos abruman con palabras que no dicen, palabras incapaces de decir. Y de discurso en discurso, ahí vamos, comiendo palabras inútiles en lugar de un silencio que contribuyan a enfrentar juntos los problemas comunes que tenemos. La mejor noticia del fin de siglo América Latina es la región del mundo con la tasa de deforestación más alta y también la región del mundo con la desigualdad más aguda. Son interesantes nuestros campeonatos mundiales: somos campeones mundiales en el arrazamiento de los bienes terrenales, somos campeones mundiales de la injusticia. Es interesante ver el dato muy revelador, de que Africa es más pobre, pero las contradicciones sociales en Africa son mucho menos agudas que en América Latina. En América Latina la contradicción, la distancia, la tensión entre los que tienen y los que necesitan es muchísimo más aguda que en cualquier otra parte. Es la región más injusta del mundo. Son cosas contra las cuales habría que trabajar, y no a un nivel aislado, individual, sino colectivo, y quizá probablemente los gobiernos no sean los más indicados para hacerlo, lo dicen la experiencia de años de impotencia y de discursos vacíos. Quizá esto sea el resultado del desarrollo de unos cuantos movimientos nuevos que van surgiendo, y que son la mejor noticia del fin de siglo, la aparición de los ecologistas, de los movimientos feministas, de defensores de los derechos humanos y de los derechos de los indígenas, que no existían antes, que antes tenían más bien un valor simbólico, y que ahora están pisando a pie firme los caminos de las Américas y que tienden a juntarse, empiezan a unirse, y entonces por ahí se puede alumbrar alguna esperanza, porque por la vía oficial es muy poco lo que se puede esperar. Ya están apareciendo procesos de cambio que no estaba previstos, que no tienen nada que ver con los cauces tradicionales de lo que era la oposición de izquierda al sistema en los años previos, por ejemplo, para citar dos ejemplos mexicanos, el movimiento zapatista y el de la unión de deudores. No hay que despreciar la capacidad de la gente por recuperar su protagonismo en la historia. En definitiva, no tenemos que olvidarnos que cuando la democracia es una democracia de verdad, la gente no está cruzada de brazos en la tribuna mirando el partido sino que lo juega en la cancha. Espíritu zapatista El espíritu de Zapata sigue vigente. Pero no solo ellos, sino muchos movimientos democráticos y de cambio que hay en México son herederos del mensaje de Emiliano Zapata, que era tierra y libertad. Hay mucha gente que lucha por el derecho a trabajar y a tener su tierra, como es el caso del movimiento de campesinos sin tierra en el Brasil, y por la libertad, que no es solamente una fórmula constitucional o garantía legal que no se traduce en hechos: La lucha por la libertad es una reivindicación viva, porque habría que preguntarse hasta que punto somos libres en este mundo de fin de siglo, en el cual hay tanta gente presa de la necesidad, que vive para trabajar en lugar de trabajar para vivir, porque mucha está presa del consumismo, que es otra clase de esclavitud. Hay voces que vienen de lejos La verdad es que yo soy un pésimo visitante de museos, no me interesa el pasado como pasado, pero si me interesa las voces que vienen de lo más remoto de los tiempos y hablan al futuro, es decir las voces que nos permiten y nos ayudan a imaginar el futuro en lugar de aceptarlo. Hay voces en América, que vienen de muy atrás, de lo mas remoto del tiempo, son las voces indígenas que justamente nos están proponiendo una relación con la naturaleza, que en definitiva es una relación de comunión. Durante siglos, la gran consigna occidental fue dominar a la naturaleza, ahora la consigna ha cambiado y es proteger la naturaleza. Pero en un caso y otro, la naturaleza está fuera de nosotros, confundimos naturaleza con el paisaje, es la ecología como jardinería. Creo que hay que asumir la concepción tradicional indígena americana de comunión, naturaleza y persona son la misma cosa, nosotros somos parte de ella y por lo tanto todo crimen que cometemos contra ella se convierte en un suicidio. Somos hermanos de todo lo que tiene piernas, pero también de todo lo que tiene patas, alas o raíces. Es tiempo de dudas En lo personal creo que es un tiempo de estupores, de desafíos, de mucha duda y lo que no esta nada mal, no le tengo miedo a la duda, desconfío de cualquier certeza que no desayune dudas cada mañana, las únicas certezas son las que se alimentan de la duda, y por lo tanto siempre tuve un rechazo a todo tipo de pensamiento dogmático, a esta gente que no tiene dudas, que formula opiniones como veredictos, como sentencias. Creo que son tiempos de muchas dudas, ha habido experiencias de muchos fracasos, de tentativas que se hicieron para abrir otros caminos que no funcionaron, pero que sin duda habrán dejado experiencias, a partir de las cuales habrá que intentar otras. Hay que inventar, imaginar, yo no se lo que va a ocurrir, pero si sigue lo que está ocurriendo nos quedamos sin mundo. O sea que es casi unánime la veneración de un sistema que no solo es enemigo de la gente sino de la naturaleza de la cual la gente forma parte. O esto cambia, o el planeta se suicida, porque están envenenando el aire, el agua, la tierra y el alma a un ritmo que es insoportable. Ya no es noticia Estamos acostumbrados a aceptar las imágenes que nos vienen de afuera como nuestras, es como aceptar un espejo que no nos revela imagen real, pero no hay otro. Más o menos por los años 80, aquella Comisión que intentó tímidamente montar una agencia de información independiente a escala mundial con apoyo de la UNESCO, era un paso muy pequeñito hacia la posibilidad de la ruptura del bloqueo de la información y del monopolio de la palabra y de la imagen por parte de las grandes empresas periodística del mundo. Cuando esto ocurrió, Inglaterra, Japón y Estados Unidos se retiraron de la UNESCO porque consideraron que esto era un agravio a la libertad de expresión. Hay una identificación de la libertad de expresión con la libertad de empresa, que hace que sea hoy por hoy una ofensa imperdonable, cualquier tentativa de abrir camino hacia canales independientes de información. A los latinoamericanos nos maltratan y eso es resultado de que hemos dejado de ser una amenaza, nosotros èramos importantes en la medida en que podíamos ser considerados un peligro, pero ahora que ya amenazamos a nadie ya no existimos, somos buenísimos, ya no existimos. Ninguna noticia es digna de publicación sino lleva tras de si, por los menos cien muertos. Culturas mestizas Todas las culturas son mestizas, ser mestizo no es un mérito. No hay un cultura pura, ni siquiera los yanomamis en la selva amazónica. Todas tienen mezcla de otra, de lo que se trata es de defender las culturas que encarnan valores que nos permiten transformar una realidad que funciona como una escuela del crimen contra las personas y la naturaleza. Toda cultura que implique proporcionar instrumentos de lucha, valores alternativos para crear un mundo diferente, ahí va todo bien. Pero no soy el que cree que hay defender una tradición sólo por ser tradición. Hay que defender las tradiciones que multiplican el alma, no las que la encogen.
https://www.alainet.org/es/articulo/104422
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