Pronunciamiento de los movimientos sociales

Llamado de Porto Alegre

28/01/2001
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Los movimientos sociales, procedentes de todas partes del mundo, nos hemos reunidos aquí en el Foro Social Mundial. Construimos una gran alianza para crear una nueva sociedad, distinta a la lógica actual que coloca al mercado y al dinero como la única medida de valor. Davos representa la concentración de la riqueza, la globalización de la pobreza y la destrucción de nuestra planeta. Porto Alegre representa la lucha y la esperanza de un nuevo mundo posible donde el ser humano y la naturaleza son el centro de nuestras preocupaciones. Formamos parte de un movimiento en crecimiento a partir de Seattle. Desafiamos a las elites y sus procesos anti-democráticos, representados en el Foro Económico de Davos. Venimos a compartir nuestras luchas, intercambiamos experiencias, fortalecemos nuestra solidaridad y manifestamos nuestro rechazo absoluto a las políticas neoliberales de la presente globalización. Somos mujeres y hombres: campesinas y campesinos, trabajadoras y trabajadores, desempleadas y desempleados, pueblos indígenas y negros, provenientes del Sur y del Norte, comprometidos a luchar por los derechos de los pueblos, la libertad, la seguridad, el empleo y la educación. Estamos en contra de la hegemonía del capital, la destrucción de nuestras culturas, la degradación la naturaleza y el deterioro de la calidad de vida por las corporaciones transnacionales y las políticas anti- democráticas. Al mismo tiempo, que fortalecemos nuestro movimiento, resistimos a la elite global, con el fin de mejorar la equidad, la justicia social, la democracia y la seguridad para todos, sin distinción alguna. Nuestra metodología y las alternativas constituyen un fuerte contraste a las políticas destructivas del neo- liberalismo. Nuestra lucha se basa en la equidad entre mujeres y hombres. Al contrario, la globalización refuerza un sistema sexista, excluyente y patriarcal, incrementa la feminización de la pobreza y exacerba la violencia, donde las principales víctimas son las mujeres y niños. Las políticas neo-liberales desatan el racismo como continuación del genocidio y los siglos de esclavitud y colonialismo que destruyeron sus bases civilizatorias de las poblaciones negras de África. Llamamos a todos los movimientos a solidarizase con el pueblo africano dentro y fuera del continente, en la defensa de sus derechos a la tierra, la ciudadanía, la libertad, la igualdad y la paz, mediante el rescate de la deuda histórica y social. El tráfico de esclavos y la esclavitud son crímenes contra la humanidad. Expresamos especialmente nuestro reconocimiento y solidaridad con los pueblos indígenas en su lucha por la defensa de sus derechos, sus recursos naturales y su cultura. La globalización neoliberal destruye el medio ambiente, la salud y las condiciones de vida del pueblo. La atmósfera, el agua, la tierra y también los seres humanos son transformados en mercancías. La vida y la salud deber ser reconocidos como derechos fundamentales y las decisiones económicas deben estar sometidas a ese principio. La deuda pública externa, injusta y fraudulenta, ha sido pagada varias veces. Funciona como instrumento de dominación, privando a los pueblos de su pan y futuro, con el único fin de aumentar la usura del capital internacional. Exigimos su anulación incondicional y la reparación a las deudas históricas, sociales y ecológicas. Los mercados financieros extraen los recursos y la riqueza de los pueblos y sujetan las economías nacionales a los vaivenes de los especuladores. Reclamamos el cierre de los paraísos fiscales y la introducción de impuestos sobre transacciones financieras. Las privatizaciones transfieren los bienes públicos y los recursos hacia las transnacionales. Nos oponemos a toda forma de privatización de recursos naturales y bienes públicos. Hacemos un llamado de proteger el acceso a los mismos para proporcionar una vida digna para todos. Las organizaciones multinacionales organizan la producción mundial con un desempleo masivo, bajos salarios y trabajo no calificado y se niegan a reconocer los derechos fundamentales de los trabajadores tal como definidos por la OIT. Queremos el reconocimiento genuino de los derechos de los sindicatos para organizarse y negociar y para alcanzar nuevos derechos para los trabajadores. Demandamos un sistema de comercio justo que garantice empleo pleno, soberanía alimentaria, términos de intercambio equitativos y bienestar. El "libre comercio" provoca la acumulación acelerada de riqueza y poder a las corporaciones transnacionales, a la vez que genera mayor marginalización y empobrecimiento de campesinas y campesinos, trabajadoras y trabajadores y empresas locales. Convocamos a apoyar las movilizaciones en contra de la creación del Área de Libre Comercio de las Américas, una iniciativa que significa la reconquista de la región y la destrucción de los derechos básicos sociales, económicos, culturales y ambientales. El FMI, el Banco Mundial y sus bancos regionales, la OMC, la OTAN y los otros acuerdos militares son algunas de las agencias multilaterales de la globalización transnacional. Exigimos el cese de su interferencia en las políticas nacionales. La legitimidad de estas instituciones está debilitada y vamos a continuar con protestas en contra de sus medidas. La globalización neoliberal ha provocado la concentración de la tierra y promovido una agricultura transnacionalizada, destructiva en lo social y lo ambiental. Demandamos una Reforma Agraria democrática con usufructo por parte del campesinado de la tierra, del agua y de las semillas. Promovemos procesos agrícolas sustentables. Las semillas y el material genético son patrimonio de la humanidad. Exigimos la abolición del uso de transgénicos y patentes sobre la vida. El modelo económico neoliberal se basa en producción para exportación que necesita de grandes plantaciones y de construcción de represas lo que trae aparejado la expulsión de la gente de su tierra y la destrucción del medio ambiente. El militarismo y la globalización en manos de corporaciones transnacionales se refuerzan para socavar la democracia y la paz. Nos negamos totalmente a aceptar la guerra como camino para resolver los conflictos. Estamos contra el armamentismo y el comercio de armas. Exigimos el fin de la represión y la criminalización de la protesta social. Condenamos la intervención militar extranjera en los asuntos internos de nuestros países. Rechazamos la intervención militar estadunidense a través del Plan Colombia en América Latina. Llamamos a reforzar la alianza frente a estos temas principales e implementar acciones en común. Vamos a seguir movilizándonos alrededor de ellas hasta el próximo Foro que tendrá lugar en enero del 2002. Reconocemos que contamos ahora con una mejor posición para emprender una lucha en favor de un mundo distinto, sin miseria, hambre, discriminación y violencia; en favor de la calidad de vida, equidad, respeto y paz. Nos comprometemos a apoyar a todas las luchas de nuestra agenda colectiva que movilice la oposición al neoliberalismo. Entre las prioridades para los meses venideros, vamos a movilizarnos globalmente en contra: - El Foro Económico Mundial en Cancún, México del 26 al 27 de febrero - El Área de Libre Comercio de las Américas en Buenos Aires, Argentina del 6 y 7 de abril y en Quebec del 17-22 de abril - La reunión del G-8 en Génova, Italia del 15-22 de julio - La reunión anual del FMI y del Banco Mundial en Washington DC, del 28 de septiembre al 4 de octubre - La OMC del 5-9 de noviembre Y nos unimos a la movilización internacional del 17 del abril en la lucha contra las importaciones de productos agrícolas baratos que generan "dumping" económico y social. Estas propuestas formuladas forman parte de las alternativas elaboradas por los movimientos sociales en todo el mundo. Se basan en el principio que los seres humanos y la vida no son mercancías. Asimismo, afirman el compromiso hacia el bienestar y los derechos humanos de todas y todos. Nuestra participación en el Foro Social Mundial ha enriquecido la comprensión de cada una de nuestras luchas y estamos más fortalecidos. Llamamos a todos los pueblos del mundo a unirse a este esfuerzo, a luchar por construir un futuro mejor. El Foro Social Mundial de Porto Alegre es un camino hacia un mundo más justo y la soberanía de los pueblos. Porto Alegre, 28 enero de 2001
https://www.alainet.org/es/articulo/105055?language=en
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