"Hay rastros como de una manada de elefantes"
29/01/2002
- Opinión
Entrevista a Andreas von Bülow sobre los atentados del 11 de septiembre
Andreas von Bülow fue ministro de Investigación y Tecnología en el
gabinete de Helmut Schmidt y durante 25 años parlamentario del SPD
(Partido Socialdemócrata Alemán) en el Parlamento Federal. En la
comisión de investigación sobre el caso Schalck-Golodkowski, Andreas
von Bülow, 64 años, vino a conocer de cerca el trabajo de los servicios
secretos. A raíz de ello escribió el libro "En nombre del Estado".
Von Bülow es abogado en Bonn.
Da la impresión de estar tan enfadado, realmente furioso
Lo que me altera se lo puedo explicar: veo que, tras los atentados
horribles del 11 de septiembre, se está empujando a toda la opinión
pública política en una dirección que yo considero falsa.
¿Qué entiende Ud. por ello?
Me asombra que muchas preguntas no se planteen. Normalmente, en casos
de una historia tan terrible, es así que aparecen diferentes pistas y
pruebas que son comentadas por parte de quienes instruyen el sumario,
de los medios, del gobierno: ¿hay algo de verdad en ellas o no? ¿son
plausibles las explicaciones? Esta vez no sucede así en absoluto. Eso
empezó ya pocas horas después de los atentados en Nueva York y
Washington y ...
...en esas horas había horror, tristeza
Cierto, pero en el fondo sí que era sorprendente: hay 26 servicios
secretos en los EE.UU., con un presupuesto de 30.000 millones de
dólares.
Mayor que el presupuesto de defensa alemán...
...ellos no han podido impedir los atentados. Es más, ni siquiera
tenían la mínima idea. Durante 60 minutos decisivos, el ejército y los
servicios secretos mantuvieron los cazas de interceptación en tierra.
Sin embargo, 48 horas después, el FBI presentó una lista con
terroristas suicidas. Tras 10 días, resulta que 7 de estas personas
viven todavía.
¿Cómo dice?
Sí, sí ¿y por qué el jefe del FBI no se ha expresado con respecto a
ninguna incongruencia? ¿De dónde venía esa lista, por qué era falsa? Si
yo fuese un fiscal que instruye un sumario como ese, comparecería
regularmente ante el público y facilitaría información al respecto, qué
pista es válida y cuál no.
El gobierno de los EE.UU. habló tras los atentados de una situación
de excepción: nos encontramos en una guerra. ¿No es comprensible que
no se le comunique al enemigo todo lo que se sabe de él?
Por supuesto. Pero un gobierno que entra en guerra ha de establecer
mediante un procedimiento quién es el atacante, el enemigo. A este
respecto se halla obligado a aportar pruebas. Según ha admitido él
mismo, hasta el día de hoy no ha podido presentar pruebas jurídicamente
aceptables.
Algunas informaciones sobre quienes cometieron el atentado están
acreditadas mediante pesquisas. Así, el presunto dirigente Mohammed
Atta voló todavía en la mañana del 11 de septiembre de Portland a
Boston para allí subir al aparato que se estrelló contra el Worl Trade
Center.
Si este Atta fue el hombre decisivo en esa acción, entonces es raro que
haya asumido el riesgo de llegar a Boston con un margen de tiempo
extraordinariamente reducido. Si el vuelo que tomó hubiese tenido un
par de minutos de retraso, no habría estado en el avión secuestrado.
¿Por qué debería hacer esto un refinado autor de atentado? A propósito,
puede leerse en la CNN que ninguno de estos nombres estaba en las
listas oficiales de los pasajeros. Ninguno ha pasado por uno de los
cuatro check-in de embarque ¿Y por qué ninguno de los pilotos
amenazados ha enviado mediante la palanca de mando la señal convenida
en código 7700 a la estación de tierra? Además, las cajas negras y los
aparatos de grabación, construidos a prueba de fuego y de choque, de la
cabina no contienen ningún tipo de datos valorables.
Hay casos así
¿Como también autores de atentados que dejan en sus preparativos
rastros como una manada de elefantes? Pagaron con tarjetas de crédito a
su nombre; se dieron a conocer a su profesor de vuelo con su nombre
verdadero. Dejan coches de alquiler con instrucciones de vuelo en
árabe para Jumbos. Llevan de camino al suicidio testamentos y cartas
de despedida que caen en manos del FBI por haber sido mal guardadas o
tener mal la dirección. Aquí se pusieron pistas como en un juego ¡para
que no dejen de seguirlas! Está también la teoría de un ingeniero
aeronáutico británico: según ésta, el manejo de los aviones les ha sido
quitado de las manos a los pilotos desde fuera. Los americanos habrían
desarrollado en los años 70 un método para salvar aparatos secuestrados
mediante una intervención en el pilotaje con control computarizado. Se
habría hecho un abuso de esta técnica.
Eso es una teoría. Que suena bastante aventurada y de la que no se
ha hablado nunca
¡Mire! No es que yo adopte esa teoría, pero la encuentro digna de
consideración
¿Y qué pasa con los oscuros negocios de acciones?
En la semana anterior al atentado aumentaron los volúmenes de negocios
en valores con relación a las líneas aéreas American Airlines, United
Airlines y a las compañías de seguros en un 1.200%. Se trató de unos
15.000 millones de dólares. Algunas personas tienen que haber sabido
algo.
¿Quiénes?
Haga sus hipótesis. Con ayuda de los terribles atentados, las grandes
democracias occidentales han sido sometidas a un lavado de cerebro. La
imagen del enemigo que tenía el anticomunismo ya no es válida, ha de
ser sustituida por los pueblos de credo musulmán. Se les atribuye ser
el origen del terrorismo suicida.
¿Lavado de cerebro? Esas son palabras mayores
¿Si? Pero la idea con la imagen del enemigo no es mía. Viene de
Zbigniew Brzezinski y Samuel Huntington, dos precursores ideológicos de
la política americana de los servicios secretos y de exteriores. Ya a
mediados de los '90 Huntington opinó que las gentes europeas y
estadounidenses necesitaban a alguien a quien poder odiar, eso
fortalecería la identificación con su propia sociedad. Y Brzezinski,
ese perro loco, preconizaba -ya como asesor del presidente Jimmy
Carter- el derecho exclusivo de los EE.UU. al acceso a todas las
materias primas del mundo, sobre todo al petróleo y al gas.
Ud. opina que los acontecimientos del 11 de septiembre...
Se ajustan perfectamente a los planes de la industria armamentística,
de los servicios secretos, de todo el conjunto militar-industrial-
académico.
Eso llama la atención. Las grandes reservas de materias primas en
el territorio de la ex-Unión Soviética están ahora disponibles, también
los trayectos para los oleoductos y...
Eso lo ha descrito detalladamente Erich Follath en el "Spiegel": "Se
trata de bases militares, de droga, de reservas de petróleo y gas".
Yo constato: la planificación de los atentados fue una obra maestra
tanto a nivel técnico como de organización. ¡Secuestrar en pocos
minutos cuatro aviones de gran capacidad y guiarlos en una hora,
mediante complicadas maniobras, al objetivo! Esto es impensable sin un
respaldo de muchos años por parte de la maquinaria secreta del Estado y
de la industria.
¡Usted es un teórico de la conspiración!
Sí, sí. Esa es la burla de quienes prefieren seguir las líneas de la
comunicación oficial. También a los periodistas de investigación se
les nutre con propaganda y desinformación. ¡Quien las ponga en duda,
no puede estar en sus cabales! Es esto lo que Ud. me está reprochando.
Su carrera más bien contradice la suposición de que no estuviera Ud.
en su sano juicio. Ya a mediados de los años 70 llegó a ser secretario
de Estado en el Ministerio de Defensa; en 1993 era portavoz del SPD en
la comisión de investigación sobre Alexander Schalck-Golodkowski
Y, en el fondo ¡ahí comenzó todo! Hasta entonces no tenía muchos
conocimientos acerca del trabajo de los servicios secretos. Y entonces
tuvimos que constatar una gran divergencia: pusimos en evidencia las
intrigas de la Stasi (servicio secreto de la RDA) y de otros servicios
secretos del este en el ámbito de la criminalidad económica, pero,
apenas queríamos saber algo sobre el modo de proceder del BND
(Bundesnachrichtendienst, Servicio de Información de la Alemania
Federal) o de la CIA, había una resistencia férrea. ¡Ninguna
información, ninguna cooperación, nada! Entonces, por primera vez,
concebí una sospecha.
Schalk-Golodkowski, entre otras cosas, había puesto en marcha para la
RDA varios negocios con el extranjero. Cuando investigaron más
detenidamente su caso encontramos por ejemplo un rastro en Rostock,
donde Schalk había organizado su deposito de armas. Bueno, y después
uno se topa con una agencia de Schalk en Panamá y ahí uno se topa
entonces con Manuel Noriega, que durante años fue presidente,
traficante de drogas y blanqueador de dinero a la vez, ¿no es cierto? Y
además este Noriega también figuraba en la lista de los que cobraban un
sueldo de la CIA. De 200.000 dólares por año. Fueron cosas de este
tipo las que realmente despertaron mi curiosidad.
Ha escrito un libro sobre las intrigas de CIA&Co. Mientras tanto se
ha hecho un experto en lo que respecta a las singularidades del trabajo
de los servicios secretos
La palabra "singularidad" no es la formulación correcta. En nombre de
los servicios secretos se han producido y se producen verdaderos
crímenes.
¿Qué es lo que define, según Ud., en primer lugar el trabajo de los
servicios secretos?
Para entendernos bien: creo que los servicios secretos tienen de todos
modos un sentido y...
¿No está de acuerdo con aquellas reivindicaciones de los verdes que
querían suprimir estos servicios?
No. Es legítimo echar un vistazo entre bastidores. Obtener
informaciones sobre las intenciones del enemigo, eso tiene sentido. Es
importante que uno intente ponerse en el lugar de los adversarios, en
su cerebro. Quien quiera entender los métodos de la CIA, ha de
considerar sus tareas principales, las covered operations: por debajo
del nivel de la guerra, al margen de cualquier derecho internacional,
pretenden influenciar a estados extranjeros, por ejemplo poniendo en
escena rebeliones o atentados terroristas, normalmente en combinación
con el trafico de drogas y armas y con el lavado de dinero. Eso, en lo
esencial, es bastante simple: se arma a gente violenta. Sin embargo,
como no debe descubrirse de ninguna manera que detrás está un servicio
secreto, se borra con gran esfuerzo cualquier rastro. Tengo la
impresión de que tales servicios secretos pasan un 90% de su tiempo
creando pistas falsas. Para que, si alguien afirma que hay una
cooperación delictiva de estos servicios, se le pueda tachar de loco
que imEl periodista americano Seymour M. Hersh ha escrito en el "New
Yorker" que también algunas personas de la CIA y del Gobierno
presupondrían que algunas pistas probablemente fueron puestas para
confundir.
Por favor, Sr. Bülow, ¿quién iba a haber hecho todo eso?
Yo tampoco lo sé ¿de qué lo iba a saber? Solamente uso mi sentido común
y constato: los terroristas se han comportado de manera tan llamativa
como posible. Y siendo musulmanes creyentes, incluso se fueron a un
local de strip-tease y, borrachos, metían billetes en las bragas a las
bailarinas.
Se sabe también de casos así
Puede ser. Yo, como luchador solitario no puedo probar nada, eso
supera mis posibilidades. Pero tengo realmente dificultades para
imaginarme que todo esto lo haya tramado un hombre malo por sí solo en
su cueva.
Señor Bülow, Ud. mismo dice que está solo con su crítica. Antes
pertenecía al establishment político, hoy es Ud. un outsider
Eso a veces es un problema, pero uno se acostumbra ello. Por lo demás,
conozco a cantidad de gente, también muy influyente, que me dan la
razón en voz baja.
¿Tiene todavía contacto con los viejos compañeros de ruta del SPD
como Egon Bahr y el ex Canciller Federal Helmut Schmidt?
Ya no hay un contacto estrecho. Quería ir al último congreso del SPD
pero me puse enfermo.
¿Puede ser, Sr. Bülow, que Ud. divulga hoy el típico
antiamericanismo?
Tonterías. Eso no tiene absolutamente nada que ver con
antiamericanismo. Soy un gran admirador de esa gran sociedad libre y
lo he sido siempre. He estudiado en los EE.UU.
¿Cómo llega a la idea de que podría haber una relación entre los
atentados y los servicios secretos americanos?
¿Recuerda Ud. el primer atentado en el World Trade Center en el año
1.993? En ese atentado murieron a causa de una bomba 6 personas, hubo
más de 1.000 heridos.
Entonces estaba en el centro de la atención, por haber fabricado la
bomba, un ex oficial egipcio.
Para el atentado, había hecho venir a algunos musulmanes. Estos habían
sido introducidos en el país, a pesar de la prohibición de entrada del
Departamento de Estado, por la CIA. A la vez, el jefe de la banda era
informador del FBI. Y él había acordado con los organismos: en el
último momento se sustituiría el peligroso material explosivo por un
polvo inocuo. El FBI no se atuvo a eso. La bomba explosionó, por así
decir, con conocimiento del FBI.
La versión oficial del hecho se encontró rápidamente: los criminales
eran musulmanes malos.
Ud. estaba en el gabinete de Helmut Schmidt cuando soldados de la
Unión Soviética entraron en Afganistán. ¿Cómo fue eso entonces?
Los americanos presionaron para que hubiera sanciones comerciales,
exigieron el boicot a los Juegos Olímpicos en Moscú...
...a lo que se sumó el gobierno federal (de Alemania)
...y hoy sabemos: fue la estrategia del consejero americano de la
seguridad del Estado, Brzezinski, desestabilizar la Unión Soviética
desde los estados musulmanes limítrofes: se atrae a los rusos a
Afganistán y se les prepara el infierno en la tierra, su Vietnam. Con
el apoyo determinante de los servicios secretos de EE.UU., en
Afganistán y Pakistán fueron formados al menos 30.000 combatientes
musulmanes, todos bribones y fanáticos, que estaban dispuestos a todo y
todavía lo están. Y uno de ellos es Osama Bin Laden. He escrito ya
hace años: "De esa cría salieron en Afganistán los talibán, formados en
las escuelas coránicas con dinero occidental y saudí, que actualmente
aterrorizan y arruinan el país".
Si bien Ud. dice que para EE.UU. se trata de las materias primas
de la zona: el punto de partida de los ataques americanos sigue siendo
este atentado terrorista que ha costado la vida a miles de personas
Totalmente correcto: siempre hay que tener presente este acto
horroroso. No obstante, en el análisis de procesos políticos, me es
permitido observar quién tiene ventajas o desventajas con ellos, o qué
es casualidad. En la duda, siempre vale la pena echar un vistazo al
mapa ¿dónde hay recursos naturales y vías de acceso a los mismos?
Entonces uno coloca encima otro mapa con la guerras civiles y focos de
conflicto: se superponen. Lo mismo sucede con el tercer mapa: centros
de tráfico de droga. Donde todo esto coincide, de allí no están lejos
los servicios secretos americanos. A propósito, el gobierno de Bush,
mediante la familia Bin Laden, se halla estrechamente vinculado con el
comercio de petróleo, gas y armas.
¿Qué es lo que opina Ud. de los vídeos de Bin Laden?
Si algo tiene que ver con servicios secretos, se puede suponer
manipulaciones de la más alta calidad. La técnica la podría
proporcionar Hollywood. Considero los vídeos inadecuados como pruebas.
Ud. realmente cree a la CIA capaz de todo
La CIA, en sus intervenciones en el extranjero, en interés de la razón
de estado de EE.UU., no tiene que respetar ninguna ley, no está sujeta
al derecho internacional; solamente el presidente ordena. Terrorismo
lo hay también por el motivo de que existen servicios como la CIA. Y
si ahí se recorta la dotación, si hay paz a la vista, entonces en algún
lugar explota una bomba. Con eso se demuestra que, sin los servicios
secretos, no puede ser, que los que critican son imbéciles, "nuts" les
ha llamado Bush padre, quien una vez fue presidente y director de la
CIA. Ud. Tiene que ver que los EE.UU. destinan 30.000 millones de
dólares a los servicios secretos y 13.000 millones a la lucha contra la
droga. ¿Y cuál es el resultado?. El jefe de una unidad especial de la
lucha estratégica contra la droga, después de haber prestado servicios
casi 30 años, declaró desesperado: en cada asunto importante de
envergadura de tráfico de drogas, el caso me ha sido quitado de las
manos por la CIA.
¿Reprocha Ud. al gobierno federal (alemán) el modo en que reaccionó
tras el 11 de septiembre?
No. Suponer que, en estas cuestiones, el gobierno federal fuera
independiente, sería ciertamente ingenuo.
Sr. Bülow ¿qué va a hacer ahora?
Absolutamente nada. Mi tarea acaba con decir: ¡así no puede haber
sido, buscad la verdad!.
Stephan Lebert / Norbert Thomma, Der Tagesspiegel, Berlín
https://www.alainet.org/es/articulo/105606
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