Y sin embargo, se mueve
Notas en caliente sobre Porto Alegre II
10/02/2002
- Opinión
1. La primera prueba que debía afrontar el 2º Foro Social Mundial de
Porto Alegre era verificar el presente y el futuro del movimiento
después del 11-S. El resultado de la prueba no deja lugar a dudas:
este movimiento (que sigue buscando un nombre; en la Declaración de
los Movimientos Sociales se utilizan dos: movimiento de solidaridad
global, movimiento global por la justicia social y la solidaridad)
está en plena forma. Así se muestra no sólo en la cifra de
participantes, que multiplica por cuatro la de la edición anterior,
o en haber sostenido muy dignamente la batalla mediática con la
Conferencia de Davos-Nueva York.
También, Porto Alegre II ha consolidado el contenido político anti-
neoliberal del movimiento, basándolo en acontecimientos concretos de
la situación internacional (la política de la Administración Bush y
sus vasallos, desde luego, y concretamente la inmediata batalla
contra el ALCA, pero también, como dice Walden Bello, director de
Focus on Global South, una de las redes más influyentes en el Foro,
esas otros dos "torres gemelas" que se han derrumbado: Argentina y
la ENRON).
Y sobre todo, ha consolidado la hegemonía de lo que podemos llamar el
"ala militante" del movimiento, cuya expresión política es la
Declaración de los Movimientos Sociales y cuya seña de identidad es
considerar que el Foro debe ser, por encima de todo, un proceso de
intercambio de experiencias para articular luchas.
2. La segunda prueba fue defender la autonomía política del
movimiento. También se ha superado positivamente, pero aquí los
problemas siguen sobre la mesa. No cabe duda de que hay un proyecto
de cooptación del Foro Social Mundial por parte de la
socialdemocracia, como antes lo hubo respecto al Foro de Sao Paulo
(con éxito, lo que explica en buena parte la decadencia de ese
Foro). En esta ocasión, el punto de apoyo ha sido el Foro de los
Parlamentarios y su "vanguardia" el desembarco del sector oficial del
gobierno y el PS francés (nada menos que cuatro ministros)
ejerciendo una estricta "disciplina de fracción" respecto a los
sectores más o menos de izquierda de la corriente.
La operación fracasó porque las organizaciones sociales, con un
referente muy claro en Vía Campesina, afirmaron abiertamente la
defensa de la autonomía del Foro Social como objetivo central y
establecieron desde el primer día un proceso asambleario de debates
para elaborar una Declaración y un Calendario de actividades comunes
"contra la guerra y el neoliberalismo". Al fracaso contribuyó
también la torpeza de la fracción socialdemócrata, que dedicó sus
mas visibles esfuerzos a una batalla a la defensiva por evitar
cualquier referencia a Afganistán en la Declaración del Foro
Parlamentario (tuvo que aceptar al final una frase, aunque muy
blandita).
Por cierto, la presencia en ese Foro de diputados favorables a la
guerra, en particular, miembros de El Olivo, provocó la justificada
indignación de la mayoría de los delegados y una sonora protesta de
la delegación italiana. Está muy bien que estos cínicos
especuladores políticos reciban una bofetada (como la que les cayó
al vicepresidente del Banco Mundial y al primer ministro belga cuya
inscripción como delegados fue rechazada por considerarlos
"portavoces del neoliberalismo"). Por otra parte, el desembarco de
figurones políticos en busca de un lifting de relegitimación
significa también un reconocimiento de la fuerza que nace en Porto
Alegre y, siempre que reciban la bronca que merecen, hay que
reconocer que ha ayudado a subir el peso mediático del movimiento.
Estas maniobras deben distinguirse de los positivos esfuerzos para
constituir redes de parlamentarios y otros cargos de representación
política que estén seriamente de acuerdo con la Carta de Principios
del Foro Social Mundial, lo que incluye, por supuesto, el respeto a
la autonomía plena de las organizaciones sociales, que son y deben
ser las protagonistas del Foro. Lo digo porque se expresaron en
nuestro Foro algunas opiniones "anti-institucionales", en general,
que me parecen desacertadas.
3. La tercera prueba fue afirmar la pluralidad en las condiciones
creadas por el espectacular crecimiento del Foro. "La diversidad es
nuestra fuerza y su expresión es la base de nuestra unidad", dice la
Declaración. Esta diversidad aún no es suficiente para construir el
movimiento que necesitamos. Joao Pedro Stédile, portavoz del MST,
dice que hasta ahora el movimiento es "occidental y cristiano",
señalando la débil presencia de africana y asiática. Nalú Faria, una
de las responsables de la Secretaría mujer del PT, señala la
necesidad de potenciar el contenido "feminista" (no sólo de
"mujeres") y señala con preocupación la caída del porcentaje de
mujeres en las delegaciones (43% frente al 51% el año pasado, "como
el Foro gana importancia, los hombres se preocupan más por integrar
las delegaciones"). La participación sindical se ejerce por
intermedio de la CUT brasileña, con una presencia pasiva y marginal
de los sindicatos europeos, aunque a diferencia del año pasado ha
habido representación oficial de la CIOSL y la CMT. Tampoco ha
tenido un papel importante el ecologismo político, pese a que los
temas ecologistas ocupan un appel muy importante en las ideas y
propuestas de Porto Alegre y, en concreto, el Encuentro "Río+10" en
septiembre en Johanesburgo es una de las citas fundamentales de la
agenda alternativa.
Por otra parte, se ha conseguido una muy amplia participación de
organizaciones de los EE UU (más de 400 delegados de 106
organizaciones) e incluso se recibió un saludo amistoso del dirigente
de la AFL-CIO John Sweeney, un gesto simbólico apreciable teniendo en
cuenta que hace sólo unos meses el sindicato había acatado el
discurso patriotero de Bush.
Esta diversidad no es neutral, ni ecléctica. Tiene un claro contenido
alternativo al neoliberalismo. No admite las tramposas "pasarelas"
que algunos querrían tender entre Davos y Porto Alegre. Y rechaza
los consensos tipo "globalización de rostro humano". Pero está claro
que muchas organizaciones que trabajan en el marco del Foro, y que
colaboran materialmente a su realización (por poner algunos ejemplos:
la Red del Tercer Mundo, OXFAM Internacional, Public Citizen, etc.,
etc.) tienen ideas mucho más "moderadas", que las que se expresan en
la Declaración de los Movimientos Sociales. Hay, claro que sí,
sectores "reformistas" y sectores "revolucionarios", ambos en plural,
en el movimiento. Así debe seguir siendo. Una convivencia unitaria,
radicalmente anti-neoliberal, leal (y conflictiva, claro, sin más
consensos que los imprescindibles; ojalá se lleguen a expresar
claramente el debate en forma de corrientes de ideas, no sólo de
opiniones individuales) es el mejor ambiente para fortalecer
política y organizativamente al movimiento.
4. Ha habido en Porto Alegre II unos referentes claros: el MST-Via
Campesina, la CUT, ATTAC-Francia, Focus on Global South y el
movimiento italiano. En torno a ellos, un sinfín de iniciativas,
plataformas, redes de todo tipo, organizaciones, sectas...
"Estamos construyendo una alianza amplia, dice la Declaración. El
tiempo verbal es fundamental: "estamos construyendo". No me convencen
las definiciones del Foro como "sujeto", o como "actor". Por ahora
lo fundamental es el proceso: lo que somos es lo que hacemos.
Es el proceso lo que permite abarcar en un solo movimiento a los
15.000 jóvenes del Campamento, los 1.500 campesinos de la acampada
de Vía Campesina, las más de 60.000 personas que nos movimos entre
seminarios, talleres, manifestaciones, charlas, debates... en un
ambiente de fiesta militante, fraternal y divertida.
Es bueno avanzar prudentemente en la extensión y en la organización
real (coexistiendo con la formal: un exceso de protagonismo y
"control" del Consejo Internacional podía tener malas
consecuencias). Los Foros regionales que se han puesto en marcha
(atención: el europeo tendrá lugar en noviembre en Italia y será, no
hay que decirlo, un acontecimientos de primerísima importancia), el
esbozo de un secretariado de los "movimientos sociales" (encargado a
la CUT y Vía Campesina) son pasos en la buena dirección. También es
una buena aunque arriesgada idea llevar a la India el Foro Social
del 2004 (el del 2003 se hará en Porto Alegre, aunque aún no sabemos
en qué condiciones políticas: el día 6 nos desayunamos leyendo en la
Folha de Sao Paulo, digamos el ABC brasileño, unas declaraciones del
alcalde de Porto Alegre Tarso Genro llamando "estalinista" al
gobernador del Estado Olivio Dutra, al que se dispone a disputar la
candidatura del PT a las elecciones de noviembre; la durísima
batalla interna que se avecina en el PT, expresión también de esos
conflictos "reforma-revolución" que proliferan, hacen presagiar un
futuro inquietante).
5. "Esta es una Internacional sin dueño", dijo el peruano Hugo
Blanco. La magnifica definición refleja no un problema, sino una
esperanza. "Sin Dios, ni dueño", decían los viejos anarquistas. Para
que pueda seguir siendo de todos, las y los de abajo.
https://www.alainet.org/es/articulo/105647
Del mismo autor
- La globalización de la pobreza 15/07/2013
- Filantropía y privatización de la cooperación al desarrollo 04/12/2006
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