Parar la guerra para construir nuevo país: Colombia: Congreso Nacional de Paz y País
12/03/2002
- Opinión
Con el propósito de articular "un movimiento social para la construcción
democrática de paz y país que contribuya a incidir en la transformación de
las causas del conflicto armado desde un escenario de convivencia pacífica y
democrática", del 9 al 11 de mayo próximo se realizará en Bogotá el Congreso
Nacional de Paz y País, cuya convocatoria dice así:
Desde hace 20 años el país insiste en una salida política al conflicto
armado y social sin que se logre un acuerdo que ponga punto final a la
confrontación pero en medio de una creciente ampliación, agudización y
degradación de la guerra y de una peligrosa polarización de la sociedad.
En este periodo los modelos de diálogo y negociación con tregua o en medio
del conflicto, de conversaciones en Colombia o en el exterior, de
facilitación internacional y de participación de sociedad civil no han
culminado con éxito y, por el contrario, han estado seguidos por rupturas
que dieron a paso a nuevas fases del conflicto armado. Ha sido
característico un modelo bilateral de negociación que pretende que el
gobierno y las guerrillas representan suficientemente al pueblo colombiano.
Ni el establecimiento ha demostrado voluntad real para promover cambios
profundos en la economía, la política y la sociedad, ni la guerrilla ha
cambiado su estrategia de lucha armada, situación en la cual continua un
conflicto que, además, no se regula según las normas del derecho
internacional humanitario y que persiste en medio de una reconocida crisis
de derechos humanos.
Este panorama explica las profundas desconfianzas entre las partes porque
todavía hay quienes insisten y alimentan en Colombia, y en países como
Estados Unidos, la posibilidad de derrota militar a la guerrilla y también
quienes aún creen en un triunfo militar de la insurgencia. Es evidente que
hay fatiga por estos ciclos de guerra sin triunfos y procesos de paz sin
resultados que se siguen sucediendo en medio de una dramática crisis social
y económica como consecuencia de la imposición de un modelo que sólo
beneficia sectores exclusivos y excluyentes de la sociedad.
Además: La democracia que se proclama es cada vez más frágil y precaria y
difícilmente se expresa en elecciones sin garantías para el ejercicio libre
del los derechos a elegir y ser elegido. La institucionalidad política está
más asociada a la corrupción y a formas de clientelismo que a formas
democráticas de participación ciudadana. La impunidad se volvió crónica y ha
crecido la desconfianza en las instituciones constituidas para ejercer
justicia. La soberanía nacional es un concepto efímero para los gobiernos
que hacen posible la intervención militar.
La sociedad no puede seguir dependiendo de los ciclos repetitivos y sin
resultados de negociación o conflicto que se imponen según los intereses y
dinámicas de los poderes armados y tiene la obligación de buscar otras
salidas a la crisis acudiendo a la inteligencia colectiva, a la política,
promoviendo formas de articulación y participación democrática, convocando
la cooperación y solidaridad internacional para romper este círculo vicioso.
Por eso convocamos un Congreso Nacional de Paz y País (CNPP) como un espacio
de convergencia de diversas iniciativas de paz, derechos humanos,
movimientos sociales y políticos, que confluyen desde la pluralidad, la
autonomía y la independencia en el propósito de incidir políticamente en la
definición de la suerte del país. Ratificamos la negociación política como
la salida razonable a la confrontación armada, la urgencia de aplicar,
respetar y promover los derechos humanos y el derecho internacional
humanitario entre las partes enfrentadas y la decisión de adoptar
estrategias mínimas comunes de participación democrática en la construcción
de sociedad, país y nación mediante la transformación de las causas que
subyacen al conflicto.
El CNPP es un escenario de expresión política y organización que responde a
múltiples procesos locales, regionales y nacionales y a diversas
manifestaciones sectoriales y políticas de la sociedad que se resiste a la
guerra, promueve alternativas frente a la violencia y participa en la
construcción de soluciones. Es un ejercicio democrático en medio de las
difíciles condiciones de guerra, exclusión y fragmentación de la sociedad.
El CNPP es también un punto de confluencia entre la sociedad civil
democrática y participante y la comunidad internacional -gobiernos y
sectores sociales de países amigos- que contribuye a la desactivación del
conflicto armado desde una perspectiva de cooperación para la democracia, la
justicia, la equidad, los derechos humanos y la soberanía. El CNPP se
concibe como una acción de incidencia política del movimiento social para
participar en la discusión sobre la suerte del país, en medio del debate
electoral, los esfuerzos por el diálogo y la negociación y los cambios que
se desprenden de la nueva situación internacional.
El CNPP hace parte de un proceso de convergencia de diversas iniciativas de
paz, derechos humanos, movimientos sociales, movimientos y partidos
políticos, convencidos de la necesidad de juntar esfuerzos, iniciativas y
voluntades frente a la crisis nacional.
¿Por qué un Congreso de Paz y País?
La nación colombiana se desenvuelve en un escenario complejo. Se persiste en
la búsqueda de solución política negociada del conflicto armado interno en
medio de su agudización y el agravamiento de la crisis de derechos humanos,
de infracciones al derecho internacional humanitario y de incertidumbre
sobre la viabilidad de la solución negociada. Además se extiende el
narcotráfico y la corrupción y se acelera un deterioro económico y social
que empobrece cada vez más a la mayoría de los colombianos y colombianas.
Ahora asistimos a una ruptura traumática del proceso entre el gobierno y las
FARC, mientras que los acercamientos con el ELN no producen avances
sustanciales. El país perdió la credibilidad en estos procesos pero mantiene
su vocación de paz, a pesar del ambiente negativo que alimentan en la
opinión pública algunos medios de comunicación que siguen promoviendo
soluciones militares en medio del escepticismo reinante. La comunidad
internacional ha aumentado su preocupación e interés en la solución de esta
prolongada guerra y hace esfuerzos por ayudar a la solución política aún en
contravía de los vientos de guerra y recorte de libertades que sacude al
mundo después de los trágicos y lamentables hechos del 11 de septiembre.
Están en marcha unas elecciones en las que son evidentes el miedo, el poco
entusiasmo, la ausencia de garantías para el ejercicio del derecho a elegir
y ser elegido y las dificultades propias de una democracia débil y
cuestionada.
La sociedad civil colombiana en sus diversas expresiones y en los niveles
nacional, regional y local ha mantenido esfuerzos diversos para promover y
defender la solución política y negociada del conflicto armado, que marcan
una continuidad en la acción y, a su vez, demandan procesos de articulación
y fortalecimiento conjunto. Son entre otras:
- El Mandato por la Paz que sirvió de apertura a la reanudación del diálogo
para la solución política y a la participación directa de los ciudadanos y
ciudadanas en la exigencia de la paz
- La Comisión Nacional de Conciliación y su insistencia para recuperar la
confianza en el diálogo y acercar a las partes
- La Red de Iniciativas Ciudadanas por la Paz y Contra la Guerra y su
movilización nacional a través de las Semana por la Paz y la construcción y
acompañamiento de territorios y comunidades y procesos constituyentes
municipales de paz
- La Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz y su constante
convocatoria nacional para presentar propuestas encaminadas a la solución
política del conflicto armado y social
- Las Mesas Ciudadanas por la Paz y su esfuerzo por construir colectivamente
una agenda ciudadana por la paz para hacer interlocución directa con las
partes del conflicto
- La Conferencia Episcopal, su labor de intermediación y su Vía crucis por l
a Paz
- Justapaz y el esfuerzo ecuménico de diversas iglesias cristianas por la
paz con justicia social
- Organizaciones sociales, sindicales, de mujeres, pueblos indígenas,
campesinos, desplazados y comunidades negras que promueven hechos de paz
desde la equidad y la solidaridad social
- Los gobernadores de Sur del país, los alcaldes de Oriente Antioqueño y
otros mandatarios locales cuyos mandatos democráticos son hechos de paz
- Los municipios y comunidades que se han declarado territorios de paz o que
se han movilizado contra la guerra. Comunidades y pueblos que ejercen su
autonomía y derecho a la paz mediante acciones civiles que conducen a
deslegitimar la guerra como espacio de acción política y exigen a las partes
en conflicto abandonar sus territorios, en un movimiento dinámico y
creciente de respuestas sociales y locales a la violencia.
- La acción de convergencia Paz Colombia y el Encuentro Internacional por la
Paz, los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario en Costa
Rica que exploró caminos de internacionalización de la paz
- Las organizaciones de derechos humanos que siempre han demostrado su
compromiso en defensa de la vida y demás derechos fundamentales que señalan
el camino más seguro y sostenible para realizar las metas de la paz
- Planeta Paz como iniciativa reciente para potenciar sectores sociales
tradicionalmente marginados de la vida política y social
- Partidos y movimientos políticos, congresistas, concejales y diputados que
mantienen un alto nivel de compromiso en la construcción de paz y democracia
El panorama nacional e internacional es crítico pero ofrece alternativas
para insistir en la desactivación del conflicto armado acudiendo a
alternativas y estrategias viables para una salida negociada al conflicto
armado de naturaleza social y política que subsiste en Colombia. Es evidente
que en medio de la fragmentación de la sociedad colombiana que impone la
guerra interna, se consolidan opciones sociales que empiezan a pensar en el
nuevo país que, necesariamente, tendrá que surgir después de la solución
política del conflicto armado, en una proyección más estratégica de
sociedad, nación y democracia que requiere de articulación, propuestas y
estrategias comunes.
En este contexto, diversas iniciativas de la sociedad colombiana coincidimos
en la necesidad de convocar al país y al mundo a un Congreso Nacional de Paz
y País que articule la acción social, identifique estrategias comunes,
establezca una agenda autónoma e incida con sus propuestas en el diseño del
nuevo país.
Objetivos
Identificar propuestas y estrategias comunes alrededor de las cuales se
articule un movimiento social para la construcción democrática de paz y país
que contribuya a incidir en la transformación de las causas del conflicto
armado desde un escenario de convivencia pacífica y democrática
Otros objetivos
- Identificar y convenir las estrategias fundamentales para la construcción
democrática de convivencia pacífica a partir de un modelo de negociación
integrado a una política de Estado para la paz.
- Evaluar los procesos adelantados entre el actual gobierno y las FARC y el
ELN para identificar logros y dificultades, recuperar la memoria histórica,
analizar la participación ciudadana y hacer seguimiento a compromisos
- Acordar una agenda común para la construcción de nuevo país a partir de un
modelo de organización social y política que garantice la convivencia
pacífica e inclusión política, económica y social de todos los colombianos y
colombianas
- Convocar a la solidaridad con los sectores más afectados por la guerra y
la pobreza desde su reconocimiento como sujetos políticos con capacidad de
acción e incidencia en la construcción de paz y país
- Consolidar un proceso de relaciones internacionales simétricas y de
reconocimiento como interlocutores para la toma de decisiones entre los
sectores de la sociedad civil que participan de esta convocatoria y la
comunidad internacional que en los niveles de gobiernos, organismos
internacionales y sociedades locales asuman el compromiso de la paz, los
derechos humanos, la democracia y la justicia social
- Procurar una opinión pública favorable a la convivencia pacífica, a la
democracia, los derechos humanos, la justicia social, como sujeto
participante en construcción democrática de sociedad y país.
Quiénes convocan y quiénes participan
El Congreso se constituye con delegados de diversos sectores sociales,
económicos y políticos de carácter nacional, regional y local que participan
en la construcción democrática de la paz, que promueven los derechos
humanos, el derecho internacional humanitario, el medio ambiente y la
equidad social y que confluyen en los esfuerzos de convergencia que
comprometen las diversas iniciativas de paz en Colombia.
Así mismo, el Congreso se constituye con delegados observadores de gobiernos
y organismos intergubernamentales que apoyan la solución política y
negociada del conflicto armado, de movimientos sociales y políticos y
organizaciones no gubernamentales de carácter internacional o de países
amigos que respaldan esta iniciativa.
El Congreso es convocado por movimientos sociales nacionales y regionales,
iniciativas de paz, organizaciones no gubernamentales de derechos humanos,
desarrollo y medio ambiente, iglesias y autoridades departamentales y
municipales, partidos y movimientos políticos y grupos organizados de
colombianos y colombianas en el exterior que confluyen en un naciente
movimiento nacional de construcción democrática de paz y nuevo país.
Temas para identificar estrategias
El CNPP asume tres temas centrales para el debate democrático que permita
articular propuestas y definir estrategias de acción, interlocución e
incidencia frente a la crisis nacional:
i) Paz, derechos humanos y derecho internacional humanitario,
ii) Modelo económico y deuda social y iii) Democracia y reforma política.
A partir de esta agenda temática se desarrollaran subtemas que deberán ser
abordados en un proceso continuo de elaboración e incidencia para los
próximos cuatro años. (...)
Fase preparatoria
Una Consulta Nacional de Iniciativas de Paz, derechos humanos y movimientos
sociales aprobará la convocatoria del Congreso e instalará un Consejo de
Convocantes que orientará los lineamientos políticos y las relaciones
nacionales e internacionales. Un Comité Ejecutivo preparará el evento y
adelantará las gestiones necesarias para su realización. Unas comisiones de
interlocución, organización, recursos, medios de comunicación, logística y
seguridad, asesoraran al Consejo de Convocantes y al Comité Ejecutivo en sus
tareas.
El Congreso estará precedido de Congresos Regionales de Paz y País y otras
convocatorias, que con la agenda temática acordada, se realizarán en
diversas ciudades del país entre el 1 de febrero y el 8 de mayo de 2002.
De igual manera, el Consejo de Convocantes realizará una Consulta al País
para compartir la iniciativa con diferentes sectores de la vida nacional,
incluido el gobierno, la insurgencia, la Fuerza Pública, el Congreso de la
República, el poder Judicial, la Defensoría del Pueblo, la Conferencia de
Gobernadores, la Federación Nacional de Municipios, el Consejo Gremial
Nacional, las Iglesias, la Academia, la comunidad internacional, entre otros
actores sociales.
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