El debate sobre Oxfam

De la controversia a la estrategia común

31/05/2002
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Como respuesta a mi crítica de su campaña para acceso a los mercados, OXFAM International recientemente emitió una larga respuesta (ver abajo) escrito por Angus Cleary, director de campañas de OXFAM Gran Bretaña. Me gustaría agradecer a Angus que haya tomado el tiempo para contestar a mis preocupaciones. Antes que nada permítame decir que a pesar de mis diferencias con Oxfam, siento que la organización ha servido el movimiento contra la globalización corporativa al poner sobre el tapete la cuestión de nuestra estrategia sobre el comercio. Éste es un aspecto al que volveré después de tratar con unos puntos de la respuesta de Oxfam a mi declaración. OFUSCACIÓN EN VEZ DE CLARIFICACIÓN Desgraciadamente, en vez de clarificar respuesta de Oxfam ofusca. Por ejemplo, Oxfam ahora niega estar lanzando una campaña global para lograr mayor acceso a los mercados del Norte para los productos de los países en desarrollo, diciendo que el acceso a los mercados es nada más que "un tema entre varios" de su campaña de comercio. No obstante, Severina Rivera, asesora principal a Oxfam América en asuntos de comercio, recientemente se renunció porque el acceso a los mercados era el eje principal de la campaña de OXFAM. Escribió Severina Rivera, "yo no puedo apoyar la prioridad de la campaña de comercio de OXFAM que para resolver el problema de la pobreza hace un llamado, los tres años de la campaña, a más comercio y acceso a mercados para los países pobres. Tampoco puedo apoyar el objetivo del primer año de la campaña: de acceso a los mercados para los textiles de los países menos desarrollados como solución a la pobreza en estos países." Otro ejemplo desconcertante de esta ofuscación tiene que ver con el uso de la palabra "globafóbicos" usada para describir al movimiento anti globalización corporativa. La respuesta dice que el Informe de OXFAM se refería a unos pequeños grupos marginales del Norte. ¿Pero en realidad qué dice el informe de OXFAM? El resumen dice: "El debate actual sobre comercio es dominado por intercambios rituales entre dos campamentos: el de los "globophiles' y el de los "globaphobes". Este pasaje muestra claramente que Oxfam utiliza la palabra globafóbicos para describir el grupo entero de críticos del libre comercio, no sólo unos pocos grupos marginales. En el próximo párrafo, OXFAM clarifica que "globofóbicos" significa el "movimiento anti-globalización". Oxfam no puede estar desprevenido del hecho de que "globafóbicos" es una palabra políticamente muy cargada con connotaciones peyorativas utilizadas por the Economist, Martin Wolf del Financial Times, y otros prmotores del libre comercio para denigrar y caricaturizar al entero abanico entero de críticos de la OMC y el libre comercio, desde los sindicatos, los grupos campesinos, los activistas ecologistas hasta los promotores del comercio manejado. Algunos han dicho que el retrato que pinta Oxfam del debate sobre comercio como algo que se ocurre entre dos grandes facciones cuyos argumentos luego procede a caricaturizar, es una táctica oportunista diseñada para que Oxfam se ve como tomando el camino racional, sensato entre dos bloques irracionales. Aunque no fuera la intención, de hecho es el efecto. Y el torrente de protestas que proviene de tantos activistas generalmente muy respetuosos del trabajo de Oxfam, ha de decirle a Oxfam que no puede adoptar las dos posiciones a la vez: No puede decir que está con nosotros, y luego acercarse al poder caricaturizándonos del más puro estilo de The Economist. El resto de la respuesta de Oxfam sigue más o menos en la misma vena, con el resultado de que, al final, no quedemos con clarificación, sino con la pregunta: ¿Cuál es la verdadera posición de Oxfam en cuanto a las cuestiones claves como el libre comercio, la liberalización de comercio, la agricultura de exportación, y la Organización Mundial de Comercio? LA CUESTIÓN MÁS AMPLIA: LA ESTRATEGIA SOBRE COMERCIO No estamos, sin embargo, involucrados en un debate académico sobre las ventajas y desventajas de la agricultura de exportación o acceso a los mercados. De hecho, como mencioné arriba, si hay algo por lo que se debe agradecer a Oxfam, es que por haber impulsado su campaña de acceso a los mercados, ha obligado al movimiento anti globalización corporativa que enfrente la pregunta de qué debe ser su estrategia acerca del comercio internacional. Es probable que en nuestro debate con Oxfam las diferencias se ven no sólo en aspectos sustantivos como los costos y beneficios del acceso a los mercados, o el impacto doméstico de la agricultura de exportación, sino también en las posturas divergentes respecto a aspectos estratégicos como cuáles deben ser las prioridades del movimiento a estas alturas qué se debe hacer para lograrlas. La estrategia debe responder a las necesidades coyunturales de la lucha contra la globalización corporativa. Ésta sólo se puede armar identificando el objetivo estratégico, evaluando con precisión el contexto global o coyuntura y elaborando una estrategia eficaz y un repertorio táctico que responde a las particularidades de la coyuntura. Para el movimiento contra la globalización corporativa, parece bastante claro que la meta estratégica debe ser poner fin o por lo menos detener la liberalización del comercio, y de las áreas relacionadas a ello, impulsada por la OMC. El contexto o "coyuntura" se caracteriza por una victoria frágil por parte de los globalizadores promotores del libre-comercio en la 4a Ministerial en Doha. Allí obligaron a los países en desarrollo aceptar una ronda limitada de negociaciones comerciales cuyo objetivo es una mayor liberalización agrícola, de servicios y de los aranceles industriales. La coyuntura es también marcada por el esfuerzo de los globalizadores por lograr lanzar negociaciones sobre la liberalización de las llamadas áreas relacionadas al comercio como inversiones, competencia, contrataciones gubernamentales y facilitación del comercio en la 5a Ministerial en México de septiembre 2003. Su objetivo es que la 5a Ministerial convertir las limitadas negociaciones que resultaron de Doha en una integra ronda de negociaciones que semejarían a la Ronda de Uruguay. Esta expansión del mandato de libre comercio y la expansión del poder y jurisdicción de la OMC, ahora el instrumento multilateral más poderoso de las corporaciones globales, representa una amenaza mortal al desarrollo, la justicia social, la equidad y el ambiente. Es la amenaza que debemos frustrar a toda costa, porque equivale decir adiós al desarrollo sustentable, la justicia social, la equidad, y el medio ambiente si los grandes potencias comerciales y sus élites corporativas salen con la suya y lanzan otra ronda liberalizadora global durante el la 5a Reunión Ministerial de la OMC en México. OBJETIVO PRINCIPAL DE LA CAMPAÑA: DESCARRILAR EL TREN DEL LIBRE COMERCIO EN LA 5a MINISTERIAL Dado la meta estratégica de detener y revertir la liberalización comercial, el objetivo de la campaña sobre el cual el movimiento anti globalización corporativa debe enfocar sus esfuerzos y energías es claro: descarrilar el tren de libre comercio en la 5a Ministerial, reunión que servirá como el mecanismo global clave para el avance del libre comercio. El partidario del libre comercio C. Fred Bergsten, jefe del Instituto de Economía Internacional (IIE), ha comparado la OMC y el libre comercio con una bicicleta: ellos se decaerán si no avanzan. Por eso Seattle representó una amenaza mortal para la OMC y por eso los globalizadores estaban determinados extraer un mandato liberalizador en Doha. Si hubieran fracasado en Doha, la perspectiva no era un mero estancamiento sino una retirada del campo de libre comercio. Para el movimiento anti globalización corporativa, descarrilar la 5 Ministerial o inhibir la firma de un acuerdo sobre el lanzamiento de una nueva ronda integra significaría no sólo parar la OMC y el libre comercio; sino también retroceder el libre comercio y reducir el poder de la OMC. Esto es bien entendido por, entre otros, the Economist, que advirtió a sus lectores corporativos "la globalización sí es reversible." Si descarrilando el tren del libre comercio en la 5a Ministerial es la verdadera meta, entonces el enfoque táctico principal de la estrategia se pone claro: El acuerdo general decisión-hacer es el Aquiles el talón del WTO, y es la emergencia de acuerdo general que nosotros debemos impedir surgir a toda costa. En los 16 breves meses antes de la 5a Ministerial, el movimiento anti globalización corporativa debe enfocar su energía en asegurar que los países no se acuerden sobre cualquier área ahora bajo negociación o a punto de ser negociada: agricultura, servicios, y los aranceles industriales. En la Ministerial, el movimiento debe impedir la emergencia de cualquier consenso sobre la negociación de los nuevos temas de contrataciones gubernamentales, política de competición, inversiones y facilitación del comercio. El objetivo debe ser, como fue en Seattle, que los delegados se vayan a la Ministerial con una declaración "bien encorchetada" -- es decir, una en la cual no hay ningún consenso sobre los aspectos claves -- y en la propia reunión Ministerial, prevenir un consenso acuerdo general a través de negociaciones de último minuto. Como en Seattle, la meta final debe ser que la Ministerial termine en desacuerdo y falta de consenso. COMPONENTES DE LA ESTRATEGIA Si la meta es desbaratar la estrategia para lograr una mayor liberalización del comercio en la 5a Ministerial, entonces al movimiento anti globalización corporativa le toca esforzarse bastante. Debemos desplegar una estrategia multi-facética cuyos componentes deben incluir: - desenredando la alianza entre el Representante Comercial de EE.UU., Robert Zoellick, y el Comisionado Comercial de la UE., Pascal Lamy, a través de exacerbar el conflicto entre EE.UU. y la UE. sobre los subsidios agrícolas de Europa, la incapacidad de la administración Bush de obtener del Senado de ese país la autoridad negociadora "Fast Track" sin restricción, la imposición por parte de Washington de aranceles proteccionistas sobre la importación de acero y su unilateralismo comercial resurgente, y la exportación de carne tratada con hormonas y los organismos genéticamente modificados (GMOs). - en vez de promoviendo la ilusión de ganar acceso a los mercados para sus productos, consolidar la resistencia de los gobiernos de los países en desarrollo a mayor liberalización al subrayar la realidad de que EE.UU. y la U.E. nunca abandonarán la enorme subvención de los intereses de los agricultores ricos, la protección eficaz de su sector de textiles y ropa, y su control monopolizador de la tecnología a través del acuerdo TRIPS. - intensificando nuestros esfuerzos por fortalecer la capacidad de las delegaciones de los países en desarrollo en Ginebra de dominar el proceso de la OMC y de formular estrategias eficaces para bloquear la emergencia de un consenso en las áreas priorizadas por las potencias comerciales y de reafirmar la prioridad de los problemas de implementación. - trabajando con movimientos nacionales en el Sur, como los movimientos campesinos, para lograr la soberanía alimentaria, y en el Norte con los movimientos ciudadanos, para presionar fuertemente a sus gobiernos que no es acuerden en más liberalización agrícola, de servicios y de otras áreas bajo negociación. - hábilmente coordinando protestas globales, masa la acción callejera al sitio del ministerial, y trabajo de la antecámara en Ginebra para crear una masa crítica global con velocidad adquirida en el llevar- despierto al ministerial. La tarea es inmensa y hay muy poco tiempo. Pero no hay opción. Las potencias comerciales y la OMC aprendieron de Seattle, y en Doha pusieron otra vez recta la bicicleta d la OMC. De la misma manera debemos aprender de Doha para poder poner la bicicleta otra vez en la tierra en México. Y entre las lecciones importantes que necesitamos aprender es que nuestra coalición debe diseñar una estrategia coordinada que enfoque nuestro trabajo de muchos frentes, niveles, y dimensiones diferentes en una sola meta: descarrilar el tren del libre comercio en la 5a Ministerial. FALLAS ESTRATÉGICAS DE LA CAMPAÑA DE OXFAM PARA ACCESO A LOS MERCADOS Dado estas consideraciones, la campaña de OXFAM para acceso a los mercados nos hace acuerdo de la descripción clásica del conflicto coreano hecho por el General Omar Bradley, quien dijo que fue "la guerra equivocada, en el sitio equivocado, en el momento equivocado". En términos de estrategia, la campaña de Oxfam de acceso a los mercados se equivoca en varios aspectos: Uno, se está desplegando en un vacío estratégico, es decir que le falta cualquier conexión o relevancia a una estrategia más amplia apuntada a detener y revertir el empuje hacia la liberalización comercial en la 5a Ministerial. La campaña de OXFAM para acceso a los mercados semeja una campaña clásica que no impulsada por una estrategia derivada de la coyuntura global sino por un imperativo organizacional interior de tener una campaña que se puede ganar a corto plazo. Dos, a estas alturas simplemente distrae al movimiento de su prioridad verdadera, que debe ser el descarrilamiento del libre comercio en la 5a Ministerial. OXFAM debería comprender que hay una gran diferencia entre sacar problemas a la luz pública y montar una campaña, es decir, entre exponer el doble discurso y hipocresía de las grandes potencias comerciales en lo que tiene que ver con el acceso a los mercados y lanzar una verdadera campaña para acceso a los mercados. Las campañas deben enfocarse en promover las prioridades estratégicas de un movimiento global que cuenta con recursos y energías limitados, en vez de desviar al movimiento hacia objetives cuyos resultados incluso pueden ser contraproducentes. Tres, la campaña de acceso a los mercados es, de hecho, contraproducente. OXFAM sabe que la eliminación de las cuotas impuestos sobre textiles y ropa en los mercados de los países desarrollados ya está incluido en los compromisos de la Ronda de Uruguay, y que las grandes potencias comerciales están demorando su eliminación hasta los últimos años del período de eliminación de 10 años (ser reemplazado, muchos sospechan, con acciones anti-dumping más agresivas contra las importaciones desde los países en desarrollo). El Director General de la OMC, Mike Moore, sabe que esta táctica de dilatación es un punto espinos para los países en desarrollo --uno que mina la credibilidad de la OMC --- y por lo tanto se siente cómodo en apoyar la campaña de OXFAM - que impone el plazo de un año para acabar las cuotas. De hecho, la parte de la estrategia que Moore y la secretaría de la despliegan para apaciguar la oposición de los países en desarrollo a una integra ronda de negociaciones comerciales parece ser apoyar campañas de acceso a los mercados la campaña lanzada por OXFAM y a organizaciones como el Grupo Cairns para presionar a las grandes potencias comerciales por acelerar el desmantelando de las cuotas - y su reemplazo por otras formas de protección como anti-dumping -- para influir mejor en los países en desarrollo que acepten más liberalización en áreas más críticas para la OMC y las grandes potencias, tales como: los aranceles industriales, servicios, las áreas de inversiones relacionadas al comercio, política de la competencia, contrataciones gubernamentales y facilitación del comercio. En otras palabras, la secretaría de la OMC espera convencer a las potencias comerciales que al acelerar el acceso a los mercados en las áreas ya acordadas hace años, ellos podrán extraer concesiones como parte de las negociaciones actuales y venideras negociaciones sobre esas áreas de mayor interés estratégico para sus corporaciones, como son la inversión y las contrataciones gubernamentales. Esta forma de maniobra estratégica realizada por la OMC, es algo que son muy conscientes los líderes de OXFAM, como analista principal Kevin Watkins. En un reciente artículo en el Guardián ("el Dinero Habla," el 24 de abril de 2002) sobre la posición de la U.E. en cuanto a la negociación sobre servicios, Kevin afirmó que "Cuando llega a la mesa negociación, la U.E. exigirá la apertura del mercado de servicios como condición para abrir sus propios mercados de ropa y textiles…nosotros compramos sus plátanos y camisas si ustedes nos dan acceso sin restricción a sus mercados para nuestros bancos y compañías de seguros". Las palabras de Kevin lo hace aún más aun confuso que OXFAM lance una campaña que fácilmente se podría co-optar y terminar formando parte e la estrategia de la secretaría de la OMC para lograr una ronda de negociaciones integras sobre comercio que forma su meta estratégica. En conclusión, era necesario y útil que OXFAM y sus amigos hayan sostenido este intercambio. Sin embargo, desde el punto de vista de Focus on the Global South, es hora de que el movimiento avance y forje una estrategia integra para los esfuerzos de la Secretaría de la OMC y las grandes potencias comerciales por lanzar una nueva ronda de negociaciones de comercio en la 5a Ministerial. La participación de OXFAM en este esfuerzo de la coalición es algo verdaderamente deseado. Sin embargo, OXFAM sólo puede ser socio eficaz si primero clarifica tanto internamente como para el movimiento en general, su verdadera posición en cuanto a los problemas de la globalización, la liberalización del comercio, y la Organización Mundial de Comercio. Esperamos que más organizaciones puedan participar en el esfuerzo por definir un muy necesitada estrategia frente al comercio. Lo que hemos dicho arriba pretende promover y contribuir a este proceso, y no es un fin en si mismo. Es importante que la discusión sobre los problemas y las direcciones no se limite a analistas de políticas sino involucre las opiniones de las bases, sobre todo las de los movimientos sociales. La coalición global "Nuestro Mundo no está en Venta" es uno de los espacios de acción más prometedores para el proceso de construir un consenso entre nuestras filas. Ya se terminó la era de campañas individuales, impuestas desde arriba. Walden Bello es Director Ejecutivo, Focus on the Global South
https://www.alainet.org/es/articulo/106133
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