La razón de la sinrazón
07/12/2002
- Opinión
El viernes 6 de diciembre de 2002, justo el día en que se cumplían
los cuatro años del triunfo de quienes soñábamos con un cambio en
Venezuela, pocos minutos después de las 19 horas en la Plaza Francia
de Altamira caían abatidos tres compatriotas y heridos otros 16,
todos ellos víctimas de unos desadaptados que dispararon a mansalva
contra la primera persona que estuviese a su alcance.
Sólo pocos minutos después de consumado el hecho, aun en medio de la
confusión, los militares que se adueñaron de ella, las personas que
allí los respaldan (no más de quinientas) y decena de miles de
personas en distintos sitios de la ciudad comenzaron a gritar:
¡Chávez asesino!
El viernes 6 de diciembre se había derrumbado la huelga convocada por
la oposición cuatro días antes, una huelga signada por el fracaso
desde el mismo día de su convocatoria, y que sólo había tenido
respuesta en aquellos sectores de la ciudad en los que lo más radical
de la clase media campea por sus fueros. Lugares estos en los que esa
misma gente tuvo que coaccionar, e incluso amenazar, a gran número de
comerciantes dispuestos a retornar a sus labores el día siguiente
visto el inocultable fracaso del llamado a huelga. Comerciantes a los
que no se les consultó nada al respecto, dándose así la extraña
circunstancia de que quien cerraba su negocio no lo hacía por
convicción, sino por temor a represalias. Obreros dispuestos a
laborar, pero imposibilitados a ello por causa del "lock out"
impuesto por sus empleadores. Dueños de fábricas a los que la medida
no afectaba mayormente, dado que por práctica consuetudinaria en
Venezuela las grandes empresas (inclusive las agencias de publicidad)
cierran sus puertas a partir del 15 de diciembre, fecha en la cual se
inicia el período de vacaciones colectivas de sus empleados y
trabajadores, tal y como se establece en los respectivos contratos
colectivos de trabajo. Permanecían cerrados los grandes centros
comerciales por orden de la cúpula de la Cámara Venezolana de Centros
Comerciales, aunque bajo la presión de dueños e inquilinos de locales
quienes exigen que sean reabiertos a más tardar el lunes 8 de
diciembre, muchos de los cuales, en franco desacato a lo ordenado, ya
habían abierto sus puertas al público, tal y como lo recoge el diario
El Nacional en el día de hoy (07/12/2002. Cuerpo B, pagina B-5).
El viernes 6 de diciembre cuando TODOS los medios de comunicación
social dominados por la oposición habían silenciado la noticia de que
se había grabado una conversación entre el general Fernando Ochoa
Antich (ex Ministros de la Defensa y ex Canciller en el segundo
Gobierno de Carlos Andrés Pérez, y miembro del Frente Institucional
Militar) y su hermano Enrique (miembro de la Coordinadora
Democrática), en la que reconocían que el paro había resultado un
total y absoluto fracaso. Conversación que pone además en evidencia
las pugnas internas existentes en le seno de los líderes de la
oposición, y el desprecio que algunos de ellos sienten hacia Carlos
Ortega, presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela.
En la mañana, del viernes 6 de diciembre, durante el programa
"Triángulo" que conduce Carlos Fernandes en TELEVEN, el diputado Luis
Tascón asomó el tema de la grabación, pero ni el panel, ni el
conductor del programa se quisieron dar por aludidos. Ante la
insistencia del diputado, a Carlos Fernandes no le quedó más que
reconocer que sabía que la grabación existía y que debía estar en
"alguna" parte del canal, por lo que no podía sacarla al aire, tal y
como insistentemente se lo pedía el diputado Luis Tascón. No de
extenderme sobre este tema ya que la transcripción de la conversación
puede ser leída en la pagina de Aporrea (www.aporrea.org) en las
noticias relativas al día 05 de diciembre.
El viernes 6 de diciembre el Gobierno tenía bajo control la situación
relativa a la Industria Petrolera, tanto más que los sindicatos no
son controlados por Carlos Ortega, a pesar de ser en este sector en
donde él dice sustentar su liderazgo, motivo por el cual le daban la
espalda al llamado a paralizar la principal industria del país. Un
grupo de gerentes, los mismos que estuvieron involucrados en los
hechos del mes de abril pasado, eran las cabezas visibles de la
oposición al Gobierno en el seno de PDVSA, por lo que eran fácilmente
controlables. Por detrás de ellos había otro grupo que se mantenía en
la sombra, a la espera de las ordenes que se les impartiera desde la
cúpula de la Coordinadora Democrática. Ellos eran la última reserva
con la que contaban la Coordinadora Democrática, y a decir de Enrique
Ochoa Antich había que cuidarla, no pudiéndose destapar esa carta ya
que una vez salidos de las sombras se quedarían sin gente en PDVSA,
tal y como se habían quedado sin militares después del 13 de abril.
Textualmente esto es lo que afirma Enrique Ochoa Antich:
"Que la gente de PDVSA nos pedía recomendaciones sobre si dábamos o
no dábamos (el paso definitivo, acoto), porque ellos han tomado
algunas medidas ¿no? pero fundamentalmente administrativas y vaina
¿no?, pero que ellos tenían que saber si daban el paso siguiente,
porque si daban el paso siguiente ya no era por un día más sino por
setenta y dos horas y a uno le da mucho vaina tirarlos al pajón
porque los tipos pueden ¡Les puede ocurrir a ellos lo mismo que nos
pasó con las Fuerza Armadas! El once de Abril ¿entiendes?."
Por lo que era más que evidente que esa reserva no sería comprometida
más que en una última y desesperada arremetida.
El viernes 6 de diciembre fue un día más en el que Radio Caracas
Televisión, Venevisión, Televen, Globovisión, CMT y Meridiano TV,
seguían confirmando el éxito del paro. Canales estos que desde el
lunes 2 abandonaron su programación ordinaria para dedicarse a
magnificarlo, para hacerle creer a un gran número de incautos lo que
ellos sabían que era falso, para crear la matriz de opinión de que el
Gobierno estaba solo, de que el pueblo venezolano le había dado la
espalda. Aunque, corrigiendo errores cometidos los días previos al
golpe de Estado del 11 de abril, le daban alguna cabida a voceros del
Gobierno. Por lo que, de nuevo, estábamos en presencia de un
escenario mediático en el que algunos sectores de Caracas eran el
epicentro, y por esta causa totalmente divorciado del escenario real
del que no puede estar ausente el resto del país. Todo ello
condimentado con señalamientos de que el Gobierno de Chavez es un
Gobierno dictatorial, represivo y violador de los Derechos Humanos.
Las contradicciones eran tan evidentes que Juan Restrepo
(corresponsal de TVE) en un programa especial de Globovisión,
conducido por Orlando Urdaneta (apuntalado con la presencia de Rafael
Poleo), que salió al aire poco después de la balacera de la Plaza
Francia, le pidió a uno de los cuatro militares invitados a él (de
los mismos que están en rebeldía en Altamira) que le explicara cómo
era eso de que se dijera con toda tranquilidad a través de un medio
de comunicación social que Chávez es un tirano, sin que tal
afirmación desemboque en medidas contra quien la formula y del canal
que la retransmite. Sobra decir que el General de Brigada (Fuerza
Aérea) Pereira, a quien Restrepo le formuló la pregunta, no tuvo
tiempo de contestarla, por cuanto Rafael Poleo tomó para si la
respuesta y se fue por peteneras, eludiendo de esta forma lo puntual
del señalamiento.
No había transcurrido media hora de la matanza cuando ya toda la
oposición afirmaba, sin reparo de ninguna especie, que Chávez era el
responsable de lo sucedido. Que Eliecer Otaiza y los Círculos
Bolivarianos habían recibido la orden de Chávez para actuar en la
Plaza Francia. Algo más tarde, Venevisión difundió una grabación de
la frecuencia militar que aparentemente comprometía al Gobierno. Y a
eso de las 9, es decir hora y media después de los hechos,
Globovisión mostró un vídeo aficionado en el que aparece uno de los
presuntos asesinos en la concentración Chavista de La Campiña, frente
a las instalaciones de PDVSA, al lado del Freddy Bernal alcalde del
Municipio Libertador.
Carlos Ortega convencido, ¿en base a qué pruebas?, de que Chávez es
el responsable de los muertos y heridos de la Plaza Francia, llamaba
a la huelga general y a la desobediencia civil. Mientras tanto los
principales líderes de la Coordinadora Democrática solicitaban la
aplicación de la Carta Democrática de la OEA. Por su parte los
representantes de la oposición ante la Mesa de Negociación y
Acuerdos, por medio de su portavoz Alejandro Armas, retaban al
Gobierno a sentarse a reanudar el diálogo que ellos mismos habían
interrumpido, y haciendo caso omiso al pedido de moderación
solicitado por Gaviria (ya en la calle circulaban pancartas con este
texto: ¡Fuera CHAviria!) dejaba ver que Chávez era el responsable de
lo hechos recién acaecidos.
Y faltando poco para que expirase el 6 de diciembre Chávez dio una
declaraciones para los medios afectos al proceso Bolivariano. De
inmediato los demás canales se conectaron a la señal de Venezolana de
Televisión y retransmitieron lo que él declaraba. Eso sí, la señal
del canal del Estado se redujo a un pequeño recuadro inmerso en medio
de los hechos de violencia ocurridos horas antes. Ya sabemos lo que
pretendían con ello, lo mismo que el 11 de abril cuando partieron la
pantalla durante la cadena de Chávez.
Apenas concluida esa "mini" cadena CMT procedió a retransmitir una
entrevista telefónica que se le había hecho a Carlos Andrés Pérez,
quien entre otras "linduras" afirmó (el audio de esta entrevista se
consigue en www.aporrea.org):
"No no, ya no hay que hablar más de referendo, eso se acabó. Ahora
hay que hablar de la renuncia de Chávez y la constitución de una
junta de gobierno (...) Ya no es posible porque el país está en un
caos total, la industria petrolera paralizada, el pueblo conmovido
ante esto."
"Ya pasó el momento de las reuniones, de las mesas de dialogo para
entrar en el momento de la acción, Venezuela tiene que recuperar su
libertad para designar un gobierno digno del país, Venezuela."
Venezuela tiene que echar ya del poder al Sr. Chávez y constituir una
junta de gobierno que satisfaga los intereses de la población. La
violencia la ha realizado el grupo que conduce el país, Chávez,
Otaiza, Bernal y Cabello."
De esta forma se inició el día sábado 7 de diciembre, el cual no fue
más que una copia al papel carbón de lo que ha sido la programación
televisiva desde el lunes 2. Pero hoy tuvo el agregado de que para
todos los canales comerciales este pareciera ser el primer día de la
Apocalipsis. Sobra decir que la gigantesca marcha en respaldo a
Chávez fue ignorada de manera grosera. ¡Claro!, para ellos sólo son
gente quienes pretenden dar al traste con el sueño de un pueblo, de
un pueblo que los triplica en número, pero al que hay que sacar del
medio por ser un estorbo para los intereses que representan. Por lo
que prefirieron magnificar la vigilia de los partidarios de la
oposición. Y en las pantallas apareció esa clase media caminando en
silencio llorando a "sus" muertos, los que al tenerlos por sus
iguales son los únicos merecedores de su dolor y aflixión. ¿Estará
conciente esa clase media que de triunfar el liderazgo en el que
confían ciegamente, mañana habrán de estar sufriendo lo mismos males
que hoy abruman a la clase media argentina?
Y en medio de toda esta sinrazón el Fiscal General de la República
dio a conocer los primeros resultados de la investigación que está en
curso. Horas más tarde se sabría que uno de los asesinos, el mismo
que según el vídeo aficionado estaba al lado de Bernal en La Campiña,
el mismo que según los líderes de la Coordinadora Democrática es un
esbirro de Bernal, es un ciudadano portugués que tiene menos de una
semana de haber llegado a Venezuela.
Sólo la razón de la sinrazón me llevaría a creer que este personaje
impactado por el carisma de Chávez, al que pudo haber conocido cuando
éste visitó Portugal, decidió venir a Venezuela para vengarse de
quienes a diario en la Plaza Francia vejan a su ídolo. Aunque la
RAZÓN me lleva a sospechar de que estamos ante una conspiración
internacional de altos quilates.
Sólo la razón de la sinrazón me llevaría a creer que por respeto a
los muertos del 6 de diciembre fue que Venevisión dejó de
retransmitir el "Miss Mundo". Aunque la RAZÓN me induce a pensar que
hay órdenes dadas para no distraer la atención de la gente en cosas
que no tengan que ver con la desfenestración de Chávez.
Caracas, 07 de diciembre de 2002.
https://www.alainet.org/es/articulo/106699
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