Hussein: entre el garrote anglo-americano y la zanahoria franco-rusa
25/02/2003
- Opinión
Los 15 miembros del consejo de seguridad de Naciones Unidas
concuerdan en desarmar a Saddam. Ahora deberán votar si secundan la
moción de Bush-Blair-Aznar o la de Chirac-Shroeder-Putin.
La primera es corta y no llama explícitamente al uso de la fuerza
pero determina que Irak 'ha fallado en su última oportunidad
planteada en la resolución 1441' y se 'determina asegurar la plena
vigencia de esa decisión y de restaurar la paz y la seguridad
internacional en dicha área'. Con ella Londres y Washington conciben
podrían contar con la venia de la ONU para lanzar una invasión que
quisieran hacerla en los siguientes días antes que el inicio del
verano pudiese dificultar ésta.
La segunda es extensa y tiene un plan de 4 meses en los cuales la
comisión investigadora debería ampliarse para ir desarmando completa
y paulatinamente a Irak de cualquier arma de destrucción masiva.
Naciones Unidas tiene 191 miembros pero las decisiones de entrar o no
a la guerra no es determinada por la asamblea general. En la reunión
de los más de 110 países no alineados se ha mostrado disconformidad
ante la guerra y el mandatario malayo ha llamado a apoyar las marchas
de protesta anti-guerra. Quien tomará la decisión de permitir que la
ONU avale o no una guerra son los 15 miembros del consejo de
seguridad. Cinco de ellos (Rusia, China, EEUU, Francia y Reino
Unido) son las potencias nucleares que tienen un asiento permanente y
derecho a veto. Los otros 10 miembros son rotativos y son designados
por un periodo de 2 años. Para que el consejo de seguridad permita
que Naciones Unidas apadrine una intervención, Washington necesitaría
ganar 9 votos y evitar que cualquiera de las 3 potencias que son
reacias a la guerra (Rusia, China y Francia) ejerza su poder de veto.
Colin Powell ha visitado Beijing tratando de convencer al Partido
Comunista Chino para que suavice su postura y no vete.
Alemania y Siria son 2 miembros transitorios que abiertamente votarán
contra la guerra. Los intervensionistas tienen 4 votos (EEUU, Gran
Bretaña, Bulgaria y España). Para poder imponer su resolución Bush
necesitaría ganar a por lo menos 5 de los 6 países que aún no han
tomado explícitamente una posición: Pakistán, Guinea, México,
Camerún, Chile y Angola. Cuando Yemen se sentaba en dicho consejo y
se negó a votar a favor de un proyecto estadounidense fue castigado
con el retiro de préstamos e inversiones. Hay países que como Chile
y Angola cuyos gobiernos tienen una tradición de confrontación con
los EEUU pero cuyas economías podrían verse afectadas en caso de no
secundar a Washington. Los socialistas chilenos fueron echados del
poder en 1973 con un golpe patrocinado por la CIA y el MPLA angoleño
se ha enfrentado a las tropas portuguesas, sudafricanas y del UNITA
amparadas por el Pentágono.
Por otra parte Hans Blix, jefe de los inspectores de Naciones Unidas,
ha demandado a Irak que para este sábado elimine todos los mísiles
que tienen un alcance ligeramente mayor al permitido. Bagdad se
encuentra en la encrucijada. Todo parece indicar que nada (ni la
ONU) podría detener a EEUU en su proyecto intervensionista. Si no
anula dichos proyectiles corre el riesgo de fortalecer a los halcones
en la ONU, pero si lo hace recorta la capacidad de defensa de su país
ante un ataque que parece cada vez más inevitable.
Mientras que los bandos de Naciones Unidas se llenan de insultos y un
cisma recorre a la OTAN y la Unión Europea, lo cierto es que ambas
posiciones han servido como el garrote y la zanahoria para ir
debilitando a Irak. Para evitar ser atacado Bagdad ha debido rendir
su soberanía nacional y su armamento. Al hacer esto ha permitido que
aviones y espías puedan conocer con mayor detalle donde están sus
fuerzas y ha eliminado la mayor parte de su arsenal más peligroso y
temido por las posibles fuerzas invasoras.
Ciertamente, Hussein pudo haber cambiado de táctica adoptando una
actitud desafiante, tomando medidas sociales radicales y llamando a
un levantamiento 'popular anti-imperialista' en la región. Mas, el
no tiene un programa social y su régimen no tiene mucha base social.
La desacreditada dictadura del Baath no era lo que fue el Partido
Comunista Vietnamita con respaldo popular y cobertura de una super-
potencia.
Saddam puede estar condenado a seguir transigiendo con las leoninas
condiciones de la comisión Blix pues su divisa parece haberse
transformado en renunciar a cuanto sea posible a fin de esperar algún
chance de aplacar una invasión.
El problema es que para EEUU va a ser difícil detener a sus 150,000
tropas estacionadas prontas a entrar a Irak. Para Bush es
fundamental mostrar que la potencia que fue atacada en su propio
suelo (11 Septiembre 2001) no es vulnerable y que puede entrar a
diversos lugares. Para mostrar su poderío ha escogido los más
desacreditados regímenes del medio oriente. Si Irak fuese como Corea
del Norte un estado más estructurado y con armas nucleares, la
actitud del Pentágono sería más cauta.
Londres y Washington han escogido dictadores repudiados por sus
pueblos (como Milosevic, los talibanes o Hussein) para mostrar su
poderío y la justeza de su línea de intervensionismo 'humanitario' .
Una difícilmente contenible invasión mostraría que EEUU y su socio
británico son el único policía global y que son ellos quienes
impondrán un nuevo orden.
Si la invasión es decretada y Hussein decide responder con mísiles
contra Israel y con gases, los intervensionistas podrían justificarse
mostrando que ellos siempre tuvieron la razón. Si no utiliza todo su
arsenal corre el riesgo de ser rápidamente depuesto. Una guerra con
muchas bajas para los anglo-americanos crearía problemas internos en
estas mismas potencias. Si los EEUU consiguen una rápida victoria y
sin muchos muertos la guerra habrá sido doblemente ganada por ellos.
Si ésta se prolonga, crea resistencias armadas, hay muchos baños de
sangre (sobre todo de tropas atacantes) y desestabiliza al país y la
región, entonces se corre el riesgo que una eventual victoria militar
(deposición de Hussein) pueda transformarse en una derrota.
* Isaac Bigio, Analista Internacional.
https://www.alainet.org/es/articulo/107025
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