No hay guerra santas ni justas
22/03/2003
- Opinión
Entramos al siglo XXI alejados de la ilusión de "paz y administración"
y "orden y progreso" de nuestros ancestros de comienzos del siglo XX.
Al riesgo, la desocupación, la pobreza y la angustia generalizada que
viven millones de personas en el planeta, se le ha sumado los últimos
días otro "flagelo" que suponíamos extirpado: el de la guerra a nivel
planetario. ¿Consecuencia de los atentados terroristas del 11 de
septiembre del 2001 en EE.UU.? ¿Fruto de las ambiciones hegemónicas del
nuevo imperio global desbocado y sin oposición a la vista? ¿Nuevo orden
que trata de imponerse a fuerza de mísiles y mercado? Sea cual fuere la
interpretación, estamos en presencia de situaciones que nuestros
antiguos mapas cognitivos no tenían registradas.
Hay, en cualquier caso, otros aspectos a tener en cuenta. La actual
guerra tiene como justificaciones centrales y dominantes por parte de
sus actores no intereses económicos ni geopolíticos sino, una vez más,
LA LUCHA ENTRE EL BIEN Y EL MAL, ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO.
Aparecen como conflictos ya no basados, como en el siglo XIX y XX, en
la lucha de clases o en supremacías coloniales sino como una GUERRA
ENTRE DIOSES.
Parecen haber pasado los tiempos de los agnósticos y ateos. Ahora
todos quieren rememorar a sus muertos en ceremonias religiosas. Los
llamados a "Dar la Vida por DIOS" se hacen discurso cotidiano tanto en
Bush como en Hussein , en los generales de USA como los de IRAK, en los
que apoyan a uno como a otro. Las únicas motivaciones que parecen dar
"efervescencia" y "sentido" hoy a los actores que van al frente de
batalla son las místicas- religiosas. Resulta sorprendente cuando se
sabe que el partido Baas, gobernante en Irak desde hace décadas,
apareció como la "racionalidad secular" frente al "fundamentalismo
islámico" de los países que lo rodean. Inquietante cuando uno observa
que la principal potencia "de la racionalidad occidental" está dirigida
por un grupo de líderes que rezan a su Dios cada mañana, tomados de la
mano, antes de comenzar la actividad diaria. ¿Estaremos retomando
entonces la idea de GUERRA JUSTA tal cual las cruzadas cristianas la
conceptualizaron en el siglo XIII y luego las diversas ideologías las
adaptaron en los siglos siguientes? ¿Es este el legado de la modernidad
dominante en crisis?
Vale la pena recordar hoy esos antecedentes. En un sermón que llama a
pelear en las cruzadas, el santo Bernardo de Claraval dice allá por
mediados del 1200:
"Más los soldados de Cristo combaten confiados en las batallas del
Señor, sin temor alguno a pecar por ponerse en peligro de muerte y por
matar al enemigo. Para ellos, morir o matar por Cristo no implica
criminalidad alguna y reporta una gran gloria. Además consiguen dos
cosas: muriendo sirven a Cristo, y matando, Cristo mismo se les entrega
como premio. El acepta gustosamente como una venganza la muerte del
enemigo y más gustosamente aún se da como consuelo al soldado que muere
por su causa. Es decir, el soldado de Cristo mata con seguridad de
conciencia y muere con mayor seguridad aún. Por algo lleva la espada;
es el agente de Dios, el ejecutor de su reprobación contra el
malhechor... Y cuando le matan, sabemos que no ha perecido, sino que
ha llegado a su meta. La muerte que el causa es un beneficio para
Cristo. Y cuando se le infieren a él, lo es para sí mismo. La muerte
del pagano es una gloria para el cristiano, pues por ella es
glorificado Cristo".
Lo que es el Dios para Bush es el demonio para Sadam Hussein y el Dios
de Saddam Hussein es el diablo de Bush. ¿No será hora de rechazar toda
legitimidad religiosa a los discursos del poder sea cual fuere la
legitimidad religiosa y sea cual fuere el poder? ¿No será hora de
ampliar y recrear nuestra racionalidad desafiándola a la actual
decadencia con propuestas emancipadoras?
Ninguna guerra es justa, ningún poder que asesine debe ser aceptado,
NADIE TIENE DERECHO A LA VIDA DEL OTRO Y DE LA OTRA.
* Dr. Fortunato Mallimaci - Profesor de la UBA e investigador del
CONICET
Pagina 12, sábado 22 de marzo 2003
https://www.alainet.org/es/articulo/107177?language=es
Del mismo autor
- Francisco y los tiempos de América Latina 20/03/2014
- Tiempo y Time con Francisco 17/12/2013
- El catolicismo argentino de Bergoglio y el papado de Francisco. Una primera aproximación desde la Argentina 02/12/2013
- Francisco: escándalos financieros y continuidades 09/07/2013
- Francisco: Gestos individuales y cambios estructurales 19/03/2013
- Importancia de la continuidad democrática de la ley de Servicios Audiovisuales 08/09/2009
- No hay guerra santas ni justas 22/03/2003
Clasificado en
Clasificado en:
Guerra y Paz
- Prabir Purkayastha 08/04/2022
- Prabir Purkayastha 08/04/2022
- Adolfo Pérez Esquivel 06/04/2022
- Adolfo Pérez Esquivel 05/04/2022
- Vijay Prashad 04/04/2022