Hace mucho tiempo que los ciudadanos uruguayos, venimos sufriendo el oprobio de ser el país que menos investigó y que menos exigió que se investigaran los crímenes cometidos contra sus ciudadanos. Cuando en el 86, presionados por los ruidos cuarteleros y los requerimientos del Poder Judicial secuestrados en un cofre fort, se votó la ley de impunidad, el propio sistema político puso un artículo 4 para cubrir su vergüenza, comprometiéndose a investigar.... Pasaron los años y nunca se investigó lo que el mencionado artículo exigía..., pasaron los años y siempre se negó las solicitudes de otros países para que uruguayos implicados fueran a declarar. Ahora el Poder Judicial emite un fallo que "perjudica" al canciller del proceso cívico-militar, como les gusta a muchos políticos llamar a la dictadura, que practicó el terrorismo de Estado y vuelven a oírse las mismas campanas de antaño, en defensa de la parte "civil" que decoró las horas siniestras. Una vez más una acción del Poder Judicial despierta los hados custodios de la impunidad y una vez más se avasalla la independencia de los Poderes, aspirando a enmendar la plana a los jueces. Una vez más las mayorías parlamentarias son llamadas a proteger a los agentes de la dictadura y a impedir la verdad. Si quieren proteger a Blanco, tienen la opción de indultarlo. A lo que no hay derecho es a cambiar la ley cada vez que les conviene. No hay derecho porque es además de ilegítimo, inmoral. Los uruguayos, todos acostumbrados a respetar los fallos judiciales que nos gustan y los que no nos gustan, no merecemos que un Parlamento que se supone que actúa en nuestro nombre, cometa el horror de acomodar las leyes según los fallos. No merecemos, además de todo, esta otra vergüenza. * Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos- Desaparecidos Montevideo, 4 de abril de 2003.