Globalización, dependencia y neoliberalismo
07/05/2003
- Opinión
La Universidad vive hoy una situación muy dramática. Las empresas
de punta tecnológica han absorbido buena parte de la
investigación básica, en la medida en que la Revolución
Científico-Técnica transformó el conocimiento científico en el
insumo inmediato de los productos y servicios vendidos por estas
empresas.
Las ciencias humanas han sido cada vez más absorbidas por los
medios de comunicación que presentan a los científicos sociales y
humanistas como espectáculos del conocimiento, así como
absorbieron buena parte de los artistas y escritores.
Lo académico parece haber quedado con lo mediocre y lo
desinteresante, excepto por la militancia de algunos que todavía
creen en la Universidad como centro de reflexión y de
pensamiento. Es pues reconfortante participar de una banca de
doctorado en la cual se entrega una tesis que representa un
verdadero paso en el avance del conocimiento.
Mejor aún es constatar que este trabajo cuidadoso y arduo se
inscribe en un campo teórico y analítico en el cual tuvimos un
rol bastante significativo. Me refiero a la tesis doctoral
presentada en el Departamento de Sociología la Universidad de São
Paulo (USP) hoy en la mañana por Carlos Eduardo Martins, de cuya
banca hago parte.
La tesis enfrenta con vigor teórico ejemplar una temática de gran
actualidad y toma por los cuernos tres conceptos claves para el
pensamiento social contemporáneo: la globalización, la
dependencia y el neoliberalismo. Pero lo más significativo es que
inscribe esta basta tarea intelectual en el cuadro del análisis
del moderno sistema mundial cuya crisis discute con rigor.
El autor parte de los estudios de Inmanuel Wallerstein sobre el
capitalismo histórico. Tratase de reconocer que los intentos
teóricos de comprender el capitalismo como un modo de producción
puro, como lo intentó Marx con enorme éxito, no agotan la
comprensión del mismo, en la medida que su constitución histórica
determina en gran parte elementos claves del sistema económico,
social e político que hace parte de su esencia misma.
Entre estos elementos históricos, está el moderno sistema mundial
que se constituye en el siglo XVI, con el inicio de las
navegaciones oceánicas. Organizadas por Portugal y España, estas
navegaciones incorporan a las Américas en el circuito comercial
mundial y abre el comercio con el Oriente dominado hasta entonces
por los Árabes. Pero este sistema se implanta más firmemente con
el pacto de equilibrio europeo implantado por Holanda en el siglo
XVII y finalmente por la hegemonía mundial establecida por el
Reino Unido, apoyado firmemente en la revolución industrial que
permitió la integración entre el modo de producción capitalista y
la base material que entregó al nuevo sistema mundial los medios
de conquista de todo el planeta.
Cada uno de estos períodos se caracterizó por un movimiento
cíclico que Fernand Braudel estudió con enorme rigor y que
Inmanuel Wallerstein se dio a la tarea de investigar en los tres
volúmenes de su Moderno Sistema-Mundo. A los cuales falta agregar
algunos más que analizarán el surgimiento de un nuevo ciclo
mundial al final de la Segunda Guerra Mundial bajo la hegemonía
del sistema financiero, monetario y geopolítico internacional
implantado por los Estados Unidos y sus aliados, vencedores de la
guerra.
El autor hizo un balance bastante concienzudo de las propuestas
de análisis de los ciclos largos de Inmanuel y de Giovanni
Arrigui, que se caracterizan por la instauración de un poder
hegemónico, las zonas periféricas y semiperiféricas que
constituyen este sistema.
Lo importante de su enfoque es la demostración de la necesidad de
esta visión secular para dar sentido a los análisis de las
coyunturas actuales y sus posibles desdoblamientos.
Es así que el concepto de globalización gana un sentido mucho más
concreto cuando se lo insiere en el amplio contexto de la
formación de este moderno sistema mundial. El autor agrega sin
embargo un elemento explicativo fundamental para la comprensión
del proceso de globalización. Tratase del rol de la revolución
científico-técnica en la caracterización de los cambios
cualitativos que condujeron a los fenómenos que se inscriben en
este concepto tan amplio.
La tesis se da al trabajo de analizar los diferentes enfoques de
la globalización, entre los cuales distingue seis: a- la
interpretación globalista, que percibe la globalización como una
realidad totalmente nueva que constituye un nuevo objeto de
análisis para las ciencias sociales, con nuevos actores (las
empresas y el mercado global) que subyugarían los Estados
Nacionales; un nuevo paradigma tecnológico que serviría de base a
un nuevo sistema mundial desterritorializado; b- las teorías de
la hegemonía compartida, que ve en la revolución
microelectrónica un cambio en el grado de internacionalización
sin destruir el rol fundamental de los Estados Nacionales; c- el
enfoque neodesarrollista ve la globalización como un fenómeno
esencialmente financiero, basado en la integración mundial de los
mercados financieros que se imponen sobre el sistema productivo,
al cual hay que liberar para retomar el desarrollo económico
mientras los Estados nacionales pueden aún conducir el
desarrollo; d- la interpretación de los teóricos del sistema-
mundo que identifican un único sistema a nivel global. Entre
estos se distingue la posición que pretende existir una
continuidad secular en este sistema único, o aquellos que
acentúan las discontinuidades de su evolución, inscrita en ciclos
de larga duración; por fin, la teoría de la dependencia, a pesar
de sus ligaciones históricas con la teoría del sistema mundial,
se distingue por la caracterización de la globalización como un
período de crisis del modo de producción capitalista que
incorpora contradictoriamente la revolución científico-técnica y
promueve el máximo desarrollo de la ley del valor en el plano
mundial.
Solamente el análisis detallado de estas corrientes ya es una
aportación importante a la sistematización de una problemática
cuyo análisis se encuentra en fase de gran confusión. Pero el
autor nos brinda con un análisis detallado del carácter de la
crisis del sistema mundial y de la hegemonía norteamericana, tan
contestada pero tan evidente cuando analizada desde un ángulo
histórico.
El balance de la cuestión de la hegemonía y de las perspectivas
del siglo XXI permite dedicar un capítulo extremamente novedoso
en la historia de las ideas sociales al estudiar las relaciones
entre la teoría de la dependencia y la teoría del sistema
mundial. Yo he tratado este tema en mi libro sobre La Teoría de
la Dependencia: Balance y Perspectivas, recién publicado en
México por Plaza & Janés y en mi artículo para el libro
electrónico de homenaje a Inmanuel Wallerstein, pero el autor
agrega elementos nuevos al enfoque de esta continuidad teórica y
analítica que se puede encontrar en el libro de UNESCO, Los Retos
de la Globalización – Ensayos en Homenaje a Theotonio Dos Santos.
Considero extremamente importante también el capítulo dedicado al
tema de la dependencia y desarrollo en el moderno sistema
mundial. El enfoque del autor sitúa el debate sobre el desarrollo
en su contexto histórico y muestra un rol crítico de la teoría de
la dependencia al analizar los límites históricos del
desarrollismo. La ofensiva del pensamiento neoliberal desde la
década del ochenta del siglo pasado derrumbó el desarrollismo
apoyándose en parte en sus debilidades, pero sobretodo buscó
eliminar las conquistas sociales y civilizacionales que había
alcanzado.
El autor muestra como el fracaso histórico del neoliberalismo
abre camino en nuestros días para una retomada de la temática del
desarrollo y de los debates sobre la dependencia, profundizados
por la teoría del sistema mundial.
Pero Martins dedica un capítulo especial al tema de la
superexplotación del trabajo, desarrollado por nosotros, pero en
particular por Ruy Mauro Marini en su dialéctica de la
dependencia. La relación entre la expropiación internacional de
los excedentes generados en nuestros países y la búsqueda de
superexplotación de los trabajadores por parte de las clases
dominantes locales para compensar estas pérdidas está en el
cierne mismo del fenómeno de la dependencia. Es extremamente
auspicioso ver un grupo de investigadores jóvenes retomar estas
cuestiones con gran rigor teórico.
Este camino teórico permite a nuestro doctorando apuntar caminos
sólidos para una retomada del desarrollo en nuestros países
después de analizar en detalle el fracaso histórico del
neoliberalismo, con estudio de los casos de Brasil, Argentina y
México.
Vale la pena seguir la pista de este riguroso esfuerzo teórico,
analítico y empírico.
La Universidad aún tiene que decir
* Theotonio dos Santos es profesor titular de la UFF y
coordinador de la Cátedra y Red UNESCO-UNU sobre economía global
y desarrollo sostenible.
https://www.alainet.org/es/articulo/107497
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