Declaración del G- Mundo
27/05/2003
- Opinión
Esta Declaración ha sido elaborada por los movimientos Attac
de 4 continentes en la perspectiva del G 8 de Evian en junio
de 2003; será presentada en Paris, Annemasse y Ginebra del 28
al 31 de mayo.
Nos dirigimos a los pueblos del mundo para denunciar las
consecuencias de las políticas instauradas e impuestas por un
directorio de gobiernos que pretenden controlar el planeta.
Estas políticas tienen consecuencias desastrosas para todos
los pueblos. Queremos afirmar la responsabilidad de los
dirigentes de estos países en esta situación. Queremos
afirmar que se pueden aplicar inmediatamente políticas
alternativas, que otro mundo, más justo es posible. Queremos
afirmar que este directorio es ilegítimo, que los jefes de
gobierno de los ocho países más ricos y poderosos, reunidos en
el G8, no tienen ningún mandato para gobernar el mundo;
exigimos la disolución del G8.
I- No queremos un mundo injusto
- No queremos un mundo en el que no se respeten los derechos
elementales del conjunto de los habitantes del planeta
(alimentación, educación, salud, cultura, energía,
información, acceso al agua, a la vivienda, a un trabajo
decente, a la jubilación, etc.).
- No queremos un mundo basado en las desigualdades crecientes
entre los ciudadanos de un mismo país, y entre los países.
- No queremos un mundo de discriminaciones contra las mujeres,
los pueblos indígenas, los emigrantes, los jóvenes, los
sindicalistas, las personas minusválidas o cualquier otro
grupo.
- No queremos un mundo que sacrifica las generaciones futuras
por el desperdicio de los recursos no renovables y la
destrucción de los medios naturales.
- No queremos un mundo basado en la mercantilización
generalizada, la banalización del ser vivo y la reducción de
la diversidad, la apropiación privada de los bienes públicos,
la restricción del espacio público y el acceso desigual a los
derechos civiles, políticos, económicos, sociales y
culturales.
- No queremos un mundo basado en la negación de las libertades
individuales y colectivas, la intolerancia, el rearme moral,
la criminalización de los movimientos sociales y ciudadanos.
No queremos un mundo basado en la ley del más fuerte y el
terrorismo de estado que organiza la inseguridad generalizada,
y cuya " guerra sin límites " es el desarrollo más reciente y
criminal.
- No queremos un mundo en que ciudadanos han sido despojados
de su derecho al uso y a la protección de sus recursos
naturales (agua, tierra, minerales, biodiversidad)
II.- Cuestionamos la responsabilidad política de los
dirigentes del G8
- La injusticia que caracteriza el estado actual del mundo no
es una fatalidad, es la consecuencia de las políticas
económicas y sociales que los dirigentes del G8 han impuesto;
ellos tienen la responsabilidad política primera, con los
dirigentes de los países que les han aceptado.
- Los dirigentes de los países del G8 han dado todos los
poderes económicos y financieros a los mercados financieros y
a las multinacionales, instaurando así una dictadura de los
grandes accionistas y subordinando a sus intereses todos los
poderes públicos, incluidos los de sus propios estados.
- Los dirigentes de los países del G8 han cuestionado la
descolonización a través de su gestión de la crisis de una
deuda de la que son ampliamente responsables, y a través de la
imposición del ajuste de cada sociedad al mercado mundial.
- Los dirigentes de los países del G8 han acentuado las
desigualdades hasta un nivel nunca visto, han favorecido la
concentración de las riquezas, han alentado los paraísos
fiscales, la impunidad financiera y las facilidades a los
capitales mafiosos, han cuestionado los mecanismos de
redistribución de las riquezas y los sistemas fiscales, han
desmantelado los servicios públicos, han cuestionado los
estatutos salariales y la protección social, han hecho
precario el trabajo, han reducido los salarios, han
solucionado las crisis financieras con el aumento vertiginoso
de la pobreza, del desempleo y de las exclusiones. - Los
dirigentes de los países del G8 han vaciado de contenido a las
instituciones internacionales representativas del conjunto de
los países erigiéndose en directorio del planeta.
- Los dirigentes de los países del G8 han convertido las
instituciones financieras internacionales, especialmente el
FMI y el Banco Mundial, en gendarmes del orden mundial
neoliberal.
- Los dirigentes de los países del G8 han subordinado, a
través de la Organización Mundial del Comercio, todos los
derechos fundamentales al derecho de negocio, y han dejado, en
nombre de la competencia, cancha libre a las artimañas de los
oligopolios.
- Los dirigentes de los países del G8 han puesto en
funcionamiento, sobre todo con la Otan, un gigantesco aparato
militar imperial cuyo mando han delegado a los Estados Unidos.
Este aparato amenaza con golpear a todos los países y a todas
las fuerzas políticas y sociales que se opongan a los
intereses de los que son portavoces.
III - Reclamamos de inmediato otras políticas
- El mundo no está condenado a sufrir los efectos dañinos de
la mundialización neoliberal que se opone a la mundialización
solidaria que nosotros reclamamos. Existen numerosas
propuestas para, sin esperar más, hacer menos injusto este
mundo.
- Reclamamos, de inmediato, la anulación de la deuda de los
países del Sur, ya pagada varias veces, la recuperación, por
los pueblos, de las malversaciones de fondos y de la
corrupción en los bancos internacionales. Reclamamos la
creación de un sistema de arbitraje justo y equitable en lugar
del actual sistema de protección unilateral de los acreedores.
- Reclamamos, de inmediato, la prohibición y la eliminación de
los paraísos fiscales, judiciales y bancarios, y la supresión
de la impunidad de la criminalidad, incluyendo en su dimensión
financiera internacional.
- Reclamamos, de inmediato, la puesta en marcha del programa
de urgencia, preconizado por el PNUD, que permite asegurar el
acceso de la población mundial a los servicios esenciales de
base (seguridad alimenticia, agua, saneamiento, educación,
salud, energía doméstica).
- Reclamamos, de inmediato, la puesta en marcha de un sistema
internacional de redistribución de las riquezas, y
especialmente la instauración de un sistema de impuestos
mundiales, entre ellos la tasa sobre las transacciones
financieras, más conocida con el nombre genérico de Tasa
Tobin, y las ecotasas, y su aplicación para la financiación
del desarrollo, comenzando por el acceso para todos a los
derechos fundamentales.
- Reclamamos, de inmediato, la adopción del protocolo
adicional sobre los derechos económicos, sociales y
culturales, preparado por la Comisión de los Derechos Humanos
de las Naciones Unidas, y que prevé la universalidad de los
derechos, su sometimiento a la justicia y la creación de
instancias de recurso para los ciudadanos víctimas de una
violación de estos derechos.. Advertimos que algunos Estados
no han adoptado este protocolo ni han ratificado el pacto
correspondiente.
Reclamamos, de inmediato, el reconocimiento de las formas de
democracia participativa, complementaria de la democracia
representativa cuyo respeto debe ser reafirmado, permitiendo
iniciar el cambio sobre el compromiso de los ciudadanos.
-Reclamamos de inmediato la defensa y la extensión de bienes y
servicios públicos y la apertura de un debate sobre la
legitimidad de modalidades de apropiación social de medios de
producción, de consumo, de distribución y de crédito.
- Reclamamos, de inmediato, la subordinación de las reglas de
la OMC a las normas de la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), así como a las de los tratados, convenciones y
acuerdos internacionales sobre el medio ambiente, la exclusión
de los bienes comunes globales (educación, salud, cultura,
agua, etc.) de las reglas de la OMC.
- Reclamamos, de inmediato, una moratoria en la negociación
del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS)
hasta que no se haya realizado una evaluación, pública y
contradictoria, del conjunto de este acuerdo y de su
aplicación por sectores; a la espera de ello, pedimos la
suspensión de toda nueva negociación, lo que implica el
rechazo de todas las " ofertas " de liberalización.
- Reclamamos, de inmediato, el respeto de los acuerdos
internacionales sobre el medio ambiente.
- Reclamamos, de inmediato, la prohibición de los organismos
genéticamente modificados (OGM) en el sector de la agricultura
y de la alimentación, hasta que la prueba científica de su
inocuidad no haya sido aportada.
Reclamamos, de inmediato, la obligación de consultar
directamente a los pueblos afectados por la ratificación de
los programas impuestos por las instituciones internacionales,
de los acuerdos regionales y de los tratados de libre
comercio, por ejemplo el Área de Libre Comercio de las
Américas (ALCA).
-Reclamamos la retirada de tropas y el desmantelamiento de las
bases militares installadas por los Estados Unidos , bajo
varios pretextos, en el continente americano.
-Exigimos el inmediato bloqueo de compra de material militar
para poner fin a la carrera armamentista entre países.
-Reclamamos de inmediato una convención universal para que las
actividades de las empresas transnacionales sean sometidas
obligatoriamente a un control social y ambiental.
IV- Afirmamos la esperanza en otro mundo más justo
- Estas propuestas son susceptibles de una aplicación
inmediata. Sólo son posibles en el marco de un cambio de
política que únicamente puede ser el resultado de una
movilización masiva de los pueblos que se alimente de la toma
de conciencia de las injusticias mundiales, e íntimamente
ligada a la esperanza de otro mundo más justo.
- La emergencia de un movimiento planetario de resistencia a
la mundialización neoliberal, de emancipación de los pueblos y
de rechazo de la guerra imperial es indiscutible. Incorpora
cada día nuevas fuerzas sociales y ciudadanas. Progresa en
las opiniones públicas, cada vez más hostiles a las políticas
neoliberales y favorables a las alternativas presentadas por
el movimiento social y ciudadano mundial.
Esta evolución pesa ya sobre la evolución de ciertos poderes.
Esto se ha podido constatar con la oposición a la OMC de
África del Sur, Brasil e India sobre los medicamentos
genéricos; con la postura de los movimientos populares en la
evolución política en Brasil, Ecuador, Venezuela y Corea del
Sur.
El G8 no tiene ninguna legitimidad para ejercer su directorio
sobre el mundo. Incluso si ciertos de sus dirigentes han sido
designados democráticamente para dirigir sus países, ninguno
ha recibido mandato para dirigir el mundo.
Esto es por lo que nos oponemos a la existencia de un
directorio formado por los jefes de Estado o de gobierno de
los países más ricos y más poderosos del mundo, además casi
todos antiguas potencias coloniales. Nos oponemos también a
cualquier propuesta de cambio de imagen del tipo G15, G20 o
G28, que son solamente directorios censatarios y que hacen
todavía más difícil la necesaria redefinición de un sistema
internacional que haga progresar la democracia mundial.
Por ello,
Ponemos en duda la legitimidad del G8 y exigimos su
disolución.
Paris, 28 de mayo de 2003.
https://www.alainet.org/es/articulo/107612