Miles de bolivianos y bolivianas, del campo y la ciudad, reunidos en el Segundo Encuentro Nacional contra el ALCA y la guerra, realizado entre el 6 y 7 de junio, determinaron exigir al gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (MNR), la convocatoria a un referéndum para que el pueblo decida si está de acuerdo o no con el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). La ciudad de La Paz, la sede de gobierno boliviano, sirvió como sede para el trascendental evento donde los representantes de diferentes estratos sociales intercambiaron experiencias y unificaron criterios con personalidades de Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, México, Paraguay, Perú y Venezuela. El sacerdote de la Conferencia Episcopal Boliviana, padre Gregorio Iriarte, afirmó que el ALCA es la expresión neocolonial de un proyecto estrictamente economicista y no de integración. "Cuando hablamos de resistencia a este mecanismo no es porque estamos en contra de la integración, porque el ALCA no es integración, es anexión, es sumisión a las multinacionales de los Estados Unidos", aseveró. Así como realiza negociaciones en secreto, el gobierno boliviano prefiere mantener silencio oficial sobre este proyecto. Sólo el viceministro de Industrias y Comercio, Luis Fernando Peredo, reconoció que antes de entrar en vigencia el ALCA se debe alcanzar consensos previos con la sociedad civil en cada país. La condición de país subdesarrollado, le permitiría a Bolivia proteger su mercado en áreas sensibles durante 10, 15 y hasta 20 años, después de que entre en vigor el ALCA. Rosa Flores, delegada de la Escuela del Pueblo "Primero de Mayo" advirtió que si el gobierno no convoca a un referéndum, las organizaciones populares podrían tomar otro tipo de medidas de presión. Mientras no se conoce una posición oficial de parte del gobierno respecto al ALCA, diferentes organizaciones del movimiento popular boliviano, aceleran el proceso de información, comunicación y concientización sobre el proyecto de supuesta integración continental. Países esclavos El Premio Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, que también estuvo en el encuentro dijo que el ALCA es simplemente la anexión de América Latina a Estados Unidos y que los gobiernos que se someten a los designios de la nación norteamericana son "países esclavos". "De libre comercio no tiene nada y tiene mucho de dominación, sometimiento y pérdida de las soberanías nacionales. No hay que dejarse engañar por los espejitos de colores; si toman como base lo que está ocurriendo en México, pueden saber cuál puede ser el futuro de Bolivia y del resto del continente", aseveró. Sugirió el fortalecimiento de los mercados regionales como el de la Comunidad Andina de Naciones o el Mercado Común del Sur como alternativas de integración frente al ALCA. La movilización anti ALCA tuvo características pacíficas y también de rescate cultural; sin embargo, efectivos policiales fuertemente armados impidieron que la protesta culmine frente a la Embajada de Estados Unidos en La Paz. Lo que no pudieron impedir los uniformados ni las propias autoridades fue la singular protesta popular que paralizó de manera diferente el centro de la sede de gobierno e inició una campaña de debate sobre el tema a nivel nacional. El Movimiento Boliviano de Lucha Contra el ALCA es un germen en crecimiento, eso lo sabe muy bien el actual régimen, aunque lo calla. Sólo algunos editorialistas y comentaristas de medios de comunicación que trabajan a sueldo para los empresarios y defienden lo poco que queda del actual gobierno trataron de minimizar el histórico evento que sin lugar a dudas marca un hito en las luchas de los movimientos sociales. Cumbre anti ALCA En las dos jornadas de debate se compartieron criterios en 12 talleres y en tres fuentes: la rica experiencia de lucha y combate del movimiento social boliviano y la coyuntura actual, la experiencia y el conocimiento de los delegados de otros países y el análisis del mismo proyecto del ALCA. Contra el atropello a la dignidad de las naciones, por la defensa de los derechos humanos y por justicia económica con soberanía se determinó rechazar las negociaciones del ALCA, oposición a la nueva ronda de negociaciones en la Organización Mundial de Comercio y cuestionar las negociaciones para el Tratado de Libre Comercio con Chile porque está vinculado a acuerdos que comprometen los recursos naturales, como el agua y los minerales. El diputado cocalero y principal líder de la oposición al gobierno boliviano Evo Morales Ayma sugirió que se realice una cumbre anti ALCA con la participación del presidente cubano Fidel Castro, su homólogo venezolano Hugo Chávez, el brasilero Luis Ignacio Lula da Silva, el argentino Néstor Kishner y otros que profesan una política antineoliberal y antiimperialista. "El ALCA es sinónimo de muerte para las naciones originarias del continente y nosotros defendemos la vida. Por eso, debemos organizar una cumbre anti ALCA para delinear estrategias a nivel internacional que sean capaces de enfrentar al imperialismo norteamericano", afirmó. Mientras tanto, continuarán una serie de eventos para articular un conjunto de acciones en Bolivia expresando el rechazo a la séptima reunión de ministros del ALCA que se realiza en noviembre en Miami (Estados Unidos), así como la oposición a la quinta reunión de ministros de la OMC a desarrollarse en septiembre en Cancún (México). Culminado el encuentro anti ALCA, en La Paz, miles de productores de coca junto a invitados extranjeros protagonizaron en la población de Chimoré, a 180 kilómetros de Cochabamba, una masiva movilización para rechazar la pretensión norteamericana y apoyar la movilización internacional. En tanto, entre el 13 al 16 de junio, el Congreso de las Seis Federaciones del Trópico, reeligió por consenso como su principal dirigente a Morales Ayma y, a tiempo de determinar la defensa de la hoja de coca, la tierra y el territorio, la recuperación del gas y el petróleo, el rechazo al ALCA y la exigencia a una asamblea constituyente, convocó para el 15 de noviembre se trasladen en forma masiva a Santa Cruz para participar junto a líderes regionales en el evento antineoliberal. Desde las regiones cocaleras –convertidas en un referente de lucha a nivel nacional e internacional- así como desde otros sectores del movimiento popular, se expresó con total claridad la determinación de cerrar el paso al ALCA. Esa es la realidad boliviana. Objetivos y tareas – Rechazar las negociaciones del ALCA, la nueva ronda de negociaciones en la OMC y cuestionar las negociaciones para el Tratado de Libre Comercio con Chile por la falta de transparencia y porque está vinculado a acuerdos que comprometen las aguas y los minerales. – Recuperar nuestros recursos naturales y nuestras empresas arrebatadas por el capital transnacional. – Promover una integración regional y continental basada en el respeto a la soberanía, el fortalecimiento de los servicios públicos, la protección del medio ambiente, el aprovechamiento de los recursos naturales, el respeto a los derechos humanos y el fortalecimiento de una democracia real y participativa. – Solicitar el juicio y castigo a los autores intelectuales y materiales de las víctimas del 12 y 13 de febrero y de los centenares de casos que siguen en la impunidad. – Rechazar la política servil y a favor de la política guerrerista de Bush que sostiene el gobierno de Sánchez de Lozada. – Exigir la desmilitarización de nuestro país rechazando el Plan Colombia y los planes de erradicación de la coca porque no son más que pretextos para la militarización de Bolivia y el continente. – Promover un encuentro sobre el gas y la recuperación de los hidrocarburos. – Realizar una campaña contra la demanda de indeminización de la transnacional Bechtel contra Bolivia. – Impulsar una campaña contra los productos transgénicos. – Realizar una campaña de información y prevención contra los maquicentros. * Alex Contreras Baspineiro es periodista y escritor boliviano.