La cumbre Bush-Blair
19/11/2003
- Opinión
En Londres se viene realizando la primera visita de estado de un
presidente norteamericano. Bush es huésped de la reina pero ha
temido hablar ante el parlamento (cosa que si hizo Blair al visitar
EEUU donde fue homenajeado).
Para Bush y Blair esta cita es parte de sus respectivas campañas re-
eleccionistas. A un año de las presidenciales Bush quiere mostrar a
su electorado que él mantiene buenas relaciones con Europa. En el
Reino Unido (RU) Blair se prepara para comicios generales que debe
convocar en menos de 18 meses para lo cual los conservadores acaban
de nominar unánimemente a Michael Howard como su líder.
Los dos mandatarios quieren mostrar que ambos son sus principales
aliados a escala global, que juntos pueden moldear al mundo, y que
su estrecha alianza es esencial para derrotar al terrorismo (visto
como el principal enemigo de estas décadas) e imponer el liberalismo
político y económico por doquier.
Dentro del laborismo hay cierto descontento por lo que se ve un
extraño maridaje entre un partido de origen sindical y socialista y
la derecha republicana estadounidense. Indican a su premier que no
se puede imponer la democracia con bombardeos y que estos están
fortaleciendo el terror y la inestabilidad. Blair replica que el
bloque EEUU-RU es el eje que debe intervenir no solo en los
Balcanes, Afganistán e Irak sino que debe imponer un nuevo orden
mundial frente a 'estados piratas'.
Ken Livingstone, alcalde londinense, se ha negado a recibir a Bush,
por que 'no ha sido elegido por su pueblo' y por ser 'la principal
amenaza a la vida que jamás haya tenido el planeta'. Demanda que los
vehículos oficiales estadounidenses paguen por congestión vial y
cuestiona el hecho que la mitad de la policía esté dedicada a
protegerlo.
Las protestas ya han empezado y hoy se esperan más de 100,000 en las
calles. Jeremy Corbyn, líder laborista de dicha movilización, pide
el inmediato retiro de la ocupación, que los presos británicos en
Guantánamo sean tratados de acuerdo a normas internacionales, y que
EEUU se ciña a los acuerdos ecológicos de Kioto y a la corte penal
internacional. Los conservadores cuestionan a la izquierda por hacer
marchas contra Bush pero no contra dictadores de China o Rumania
cuando vinieron a Londres. Liberales y laboristas retrucan que los
'tories' siempre apuntalaron a Pinochet e inicialmente armaron a
Saddam.
Durante la visita Blair viene sufriendo lo que puede ser su
principal revés en el parlamento tras 6 años de haberlo controlado
con más del 60% de sus miembros. La rebelión laborista es tal que
puede acabar haciendo inviable un proyecto de ley para abrir los
hospitales a inversionistas privados. En la Cámara de los Comunes
más de un centenar de parlamentarios laboristas se negaron a
respaldar dicha ley de su gobierno. Si bien esta fue pasada
inicialmente con un 2% de diferencia, esto podría conducir a que la
Cámara de los Lores la devuelva debido a la extrema estreches en el
voto.
Hace más de 2 siglos Londres dominaba al actual EEUU. Hoy esta
relación es percibida por algunos sectores como inversa. Muchos
conservadores aducen que durante su gobierno, donde había tan buenas
relaciones con Reagan, Thatcher se atrevió a diferir de él
oponiéndose a la invasión de Granada. Hasta el momento Blair nunca
ha cuestionado a Bush.
* Isaac Bigio es analista internacional. Proviene de la London
School of Economics donde ha enseñado ciencias políticas. Escribe
para varios decanos de la prensa.
https://www.alainet.org/es/articulo/108822?language=en
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