EEUU quiere un TLC para beneficiar a sus empresas navieras

Panamá entrará a negociar el TLC sin una estrategia

15/12/2003
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Según la periodista de La Prensa, Diana Campos C., Estados Unidos tiene especial interés en celebrar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Panamá para tener acceso a las "compras gubernamentales" que incrementarán significativamente con las obras que acompañarán la ampliación del Canal de Panamá. Para alcanzar esta conclusión, Diana Campos cita la carta que presentó el representante de Comercio del gobierno de EEUU, Robert Zoellick, al Congreso de su país el 18 de noviembre de 2003. Las compras gubernamentales Según la Oficina Comercial de EEUU, USTR, "los planes para la futura expansión del Canal crearán oportunidades importantes para las empresas de EEUU en el área de compras gubernamentales". La presidenta de la República, Mireya Moscoso, anunció durante su visita a Miami que Panamá tenía planes para ampliar el Canal de Panamá. Las personas más allegadas al proyecto calculan que la inversión sería de aproximadamente US$8 mil millones en un plazo que puede extenderse durante 10 años. No existe, sin embargo, un pronunciamiento oficial sobre el futuro del Canal o entidad responsable que se haya pronunciada al respecto. Las empresas norteamericanas vinculadas a los proyectos marítimos quieren tener una ventaja sobre los inversionistas de otros países que podrían convertirse en competidores muy fuertes. Desde hace varias décadas Japón ha planteado su interés en participar en los planes de ampliación del Canal de Panamá. En años más reciente, la República Popular China también ha indicado que cuenta con la tecnología y puede participar en la construcción de alternativas a costos muy bajos. China, actualmente, construye la represa más grande del mundo en el área conocida como Tres Gargantas cuya experiencia le brindará ventajas técnicas a ese país cuando llegue el momento de licitar las obras del Canal de Panamá. La periodista Campos señala que "EEUU propone que en el TLC se establezcan procedimientos para que las diferencias entre los inversionistas estadounidenses y el gobierno panameño se resuelvan de forma expedita y transparente". Es decir, que las quejas de los empresarios no pasen por la legislación panameña. En su lugar, se crearían instancias especiales donde los afectados tendrían sus representantes. Reemplazar las leyes El documento señala que "Estados Unidos espera que a través del TLC, se establezcan reglas que reduzcan o eliminen totalmente las barreras y distorsiones para el establecimiento y operación de los inversionistas de EEUU en el país". Agrega que "además, aspira a que estos inversionistas tengan derechos y condiciones comparables a las que gozan con las leyes norteamericanas". El TLC, según EEUU, requerirá que Panamá se comprometa a reformar sus leyes laborales de acuerdo con las demandas de ese país. Significaría que en las obras que dirigen empresas norteamericanas que operan en Panamá no se aplicaría la legislación panameña (el Código de Trabajo). En su lugar, se aplicarían las reglas que consideren más rentables los empresarios. Esta noción es totalmente adversa a los intereses del país y especialmente perjudica a los sectores productivos, especialmente de los obreros y empresarios. A su vez, introduciría conflictos en las relaciones de trabajo que caracterizan la situación actual en el país. En el sector agrícola EEUU no ha negociado en forma equitativa con sus socios en otros tratados comerciales preferenciales. Los grandes socios comerciales de EEUU, como la Unión Europea, Japón y China, se quejan de las subvenciones a la industria agropecuaria que realiza sistemáticamente ese país. Igualmente, en todas las conferencias se quejan de las políticas de "dumping" que tiene EEUU. Según la periodista Campos los productores panameños del arroz, de la carne, de la leche y del pollo son muy sensibles. Un TLC puede llevarlos a la ruina, perjudicando la economía nacional. Su EEUU no reduce sus subsidios y sus aranceles Panamá no debe darle a ese país acceso a su mercado interno. Panamá no puede venderle a EEUU productos de caña de azúcar, banano, carne, café y un conjunto de otros productos agropecuarios tradicionales. EEUU tendría que abrir sus fronteras a la producción panameña para que se aplique la reciprocidad. Según Campos, "los altos subsidios agrícolas de EEUU son la principal preocupación de los productores locales". ¿Cuál es la estrategia? Los gobiernos de turno de los últimos 15 años – encabezados por los presidentes Endara, Pérez Balladares y Moscoso – no han presentado una estrategia para negociar el TLC con EEUU. En el caso del Canal de Panamá, las negociaciones giraban sobre objetivos muy precisos y conocidos. Los procesos de negociación contaban con un amplio apoyo siempre y cuando reflejaban los intereses de los panameños: Eliminar la Zona del Canal, evacuación de las bases militares norteamericanas y aprovechamiento del Canal para impulsar el desarrollo nacional. Mientras que los gobiernos de turno no definan con claridad cuáles son los objetivos del TLC con EEUU se encontrará con una oposición de todos los sectores que son perjudicados por los resultados que se ven negativos. Entre estos los agricultores que serán arruinados. Además, los industriales que tendrán que cerrar sus plantas. Así como los obreros que perderán sus empleos y se empobrecerán.
https://www.alainet.org/es/articulo/108973

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