FSM 2004:
El agua nuestra de cada día
18/01/2004
- Opinión
"Tu pis es más limpio que el agua que toman 1100 millones de
personas todos los días." El cartel, ubicado estratégicamente en
cada uno de los baños donde se desarrolla el Foro Social Mundial,
está ilustrado con la foto de un vaso lleno de orina con un sorbete
de colores. Lejos de ser de un efecto publicitario, se trata de una
realidad dramática que según las Naciones Unidas afecta a un sexto
de la humanidad y por esa razón es uno de los principales ejes
temáticos de este encuentro. No es para menos, los números sobre la
escasez del agua son escalofriantes: si para el año 2025 las
condiciones continúan como hasta ahora las dos terceras partes de
los seres humanos no tendrán suficiente agua fresca para vivir.
No hace falta ir al futuro: actualmente cada día mueren 15 mil niños
en el mundo por enfermedades evitables relacionadas con
contaminación del agua y existen 2400 millones de personas que no
tienen un baño. El viaje en tren desde el centro de Bombay hasta
Nesco, el suburbio donde tiene lugar el encuentro, pone esta
situación en imágenes palpables. Son casi cincuenta minutos de una
villa interminable. Cientos de miles de chabolas de chapas y telas
pasan sin cesar por delante de las ventanillas. A lo largo del
trayecto se puede ver cómo los vecinos utilizan la vera de las vías
como un gigantesco baño comunitario en la intemperie. Allí hacen sus
necesidades en el suelo de tierra a la vista de todos y se bañan en
fuentes con un liquido contaminado a lo que es difícil llamar agua.
Y esto no ocurre únicamente en Asia. Latinoamérica también está
comenzando a tener conciencia de las serias deficiencias que tienen
vastas poblaciones en el acceso al agua. El centro y norte de la
Argentina, el norte de Brasil y Bolivia comparten con el resto del
mundo este flagelo.
¿Cómo se llegó a esta situación? Las organizaciones sociales que
están trabajando en este tema en todo el mundo responsabilizan a la
privatización y a los organismos multilaterales como el Banco
Mundial y el FMI por la presión que ejercen con los gobiernos para
la privatización del agua a cambio de préstamos. "Uno de los mayores
efectos de la privatización de los servicios de prestación de agua
ha sido que dejó de ser concebida como un derecho humano fundamental
o un bien social para ser percibida como un commodity que debe ser
vendido al mejor precio posible", explicó Charles Santiago, director
del Instituto de Monitoreo de la Globalización de Malasia
(www.seacouncil.org). Según su criterio, el principal objetivo a
conseguir es la formalización de los Estados como propietarios del
agua. Recién a partir de allí podrá desarrollarse un uso sostenible
en favor del acceso universal.
Vandana Shiva (www.vshiva.net) es una científica y activista india,
formada en Estados Unidos, que preside la Fundación por la Ciencia,
Tecnología y la Ecología y que en los últimos años creó el
movimiento mundial Mujeres por la Diversidad que se ocupa en forma
específica del acceso al agua potable. "Han transformado al agua en
una mercancía –dice–. Lo primero que tenemos que hacer es trabajar,
investigar y presionar a los gobiernos para que no vendan nuestros
recursos a las empresas. Para ello debemos fortalecer nuestra
democracia." Shiva habla por experiencia propia, cuenta que fue una
de las responsables de que la ciudad de Nueva Delhi no haya podido
privatizar el agua del mítico río Ganges. Movilizó, junto con otras
organizaciones, a los vecinos de la ciudad y generó una presión tal
que impidió que la empresa de origen francés Suez se hiciera cargo
de la concesión. "Tenemos que crear movimientos culturales para
activar la sensibilidad de la humanidad sobre que el agua es para
toda forma de vida –afirma–; todas las religiones y todas las causas
se basanen este reconocimiento. Tenemos que movilizar a la opinión
publica para que cada ciudadano sea un guerrero del agua."
El tema del género sobrevuela el espacio. Mujeres de todo el mundo
han creado una organización que investiga el impacto de la falta de
agua en ellas. WEDO (www.wedo.org) reúne a líderes de países tan
diversos como Uruguay, Kenia, Filipinas, Egipto, Sudáfrica y Estados
Unidos. Aseguran que la falta de acceso al agua segura afecta
especialmente a las mujeres pobres por su carácter de sostén
principal de los hogares y de los niños.
Pero hay soluciones latinoamericanas al asunto. En Recife, Brasil,
una ciudad administrada por el PT, han logrado, al igual que en
Porto Alegre, una prestación universal, y, por ende, la reducción de
los índices de mortalidad infantil. "En nuestra región la gestión
del agua está en manos públicas y funciona con un férreo control
social –contó Antonio Miranda Neto, el secretario de Saneamiento
Municipal–. Nuestro país resistió la presión del Banco Mundial, que
condicionaba el otorgamiento de un préstamo importante a la
privatización del agua", y agregó: "Tenemos tarifas diferenciadas
según la capacidad económica de las personas, sostuvimos la gestión
pública y el sistema que implementamos funciona con la vigilancia de
una comisión revisora donde personas, ONG y empresas siguen de cerca
la tarea".
Miranda Neto recuerda otro caso latinoamericano de administración
del agua sin fines lucrativos. "En Cochabamba, Bolivia, a fines de
los '90, la empresa privada que tenía la concesión del servicio
prohibió a los campesinos usar el agua del río para regar los
campos. Como consecuencia se produjo una revuelta muy grande donde
murieron varias personas. Finalmente se constituyó una cooperativa
local de vecinos que administra el flujo de agua."
Afuera del galpón donde se realiza la conferencia, hay 100.000
personas circulando por todo el recinto. Están haciendo compras
según los criterios de comercio justo, asistiendo a los bailes de
los distintos grupos étnicos o simplemente observando el espectáculo
infinito de esta mini Babel. Verán cruzarse a un contingente chino
reclamando a viva voz el fin de la ocupación norteamericana en Irak
con los incansables monjes budistas repartiendo folletos que piden
el fin de la ocupación china del Tíbet. Todos ellos inevitablemente
en algún momento del día tendrán que padecer las interminables colas
frente a los sanitarios. Allí tendrán tiempo para reflexionar sobre
otro artel elocuente instalado en la puerta frente a ellos:
"Apúrate, 2,4 mil millones de personas quieren usar el baño".
http://fsm2004.rits.org.br/conteudo.asp?conteudo_id=65
https://www.alainet.org/es/articulo/109150
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