No hay nada de "suave" en la imposición del ALCA y el neoliberalismo
28/01/2004
- Opinión
Entrevista con Osvaldo Martínez, presidente del Comité
Organizador del III Encuentro Hemisférico de lucha contra
el ALCA.
Minga informativa de Movimientos Sociales: Para el
economista cubano Osvaldo Martínez, el Área de Libre
Comercio para las Américas (ALCA) llamada "suave" es
apenas un cambio de formato y de procedimientos en un
plan del gobierno norteamericano para controlar América
Latina y el Caribe y por eso es necesario combatirla. En
entrevista exclusiva para la Minga informativa de
Movimientos Sociales, Martínez, quien es presidente del
Comité Organizador del III Encuentro Hemisférico de lucha
contra el ALCA, que sesiona en La Habana, Cuba, hasta el
día 29, afirmó que la resistencia a los acuerdos de libre
comercio no puede ser considerada un fin en sí misma,
sino parte de una lucha mayor contra el neoliberalismo.
Minga informativa: ¿Cuál es su evaluación sobre el
encuentro y cuáles son las principales propuestas
presentadas para bloquear el ALCA?
Osvaldo Martínez: El encuentro está resultando muy
positivo en todos los aspectos. Hay una representación
muy variada, con la participación de personas de 32
países que si bien no representan a sus países o a sus
gobiernos, es un conjunto muy amplio de movimientos
sociales. Las conferencias y talleres son muy
interesantes, el encuentro es un espacio de creación de
alternativas y nuevas perspectivas en la lucha contra el
ALCA. Las propuestas que están presentándose aquí tienen
el propósito de lograr mayor efectividad, coherencia y
ampliar la dimensión continental a la lucha contra el
libre comercio. Cada vez es más cierto que ese
enfrentamiento no es solamente contra el ALCA, sino
contra un plan de dominación de América Latina y el
Caribe, contra la política económica neoliberal. Los que
resisten hacen una apuesta por defender la vida. El ALCA
es un tema fundamental, pero no tiene sentido luchar solo
contra él, pues apenas es un brazo del plan de dominación
del gobierno estadounidense para el Continente.
Minga: En la apertura del encuentro, usted dice que los
movimientos sociales están en una nueva etapa de lucha
contra el libre comercio, especialmente por causa de las
negociaciones del ALCA "suave". ¿Qué fue lo que cambió?
Martínez: En relación con las negociaciones, es
importante destacar que variaron las formas y los
procedimientos, pero no cambió la esencia de la propuesta
del ALCA. Esta permanece intacta, con sus principales
componentes y que, en esencia, consisten en ampliar las
políticas neoliberales en América Latina y el Caribe. El
ALCA llamada "suave" y los acuerdos de libre comercio,
son apenas una misma cara de la estrategia de dominación.
La lucha contra el ALCA no cambia su esencia pero tiene
que tener en cuenta los nuevos procedimientos de las
negociaciones; no se puede caer en la trampa de decir que
es un ALCA más "suave" no sería tan mala porque eso es
legitimar un acuerdo que, posteriormente, puede volverse
mucho más duro. El ALCA "suave" viene acompañada de los
acuerdos bilaterales de libre comercio que tiene una cara
absolutamente dura, agravada por el hecho de ser la misma
propuesta pero ahora negociada bilateralmente país a
país, por eso decía en mi intervención que el nuevo
formato de la negociación es tiburón, sardina a sardina,
pero ni siquiera las sardinas como cardumen, sino cada
sardina individualmente. Lo que puede salir de una
negociación tan desigual son resultados muy negativos.
Por eso hablamos de una nueva etapa en la lucha contra
el ALCA, con la ampliación de la Campaña Continental. No
es la misma situación ahora que la que existía dos o tres
años atrás, cuando el proyecto del ALCA parecía
indetenible. La resistencia de los movimientos sociales y
de algunos gobiernos se han unido para hacer que EE.UU,
que parecía imposible de mover en cuanto al proyecto del
ALCA, sin embargo, han tenido que hacer movimientos
tácticos y ensayar con nuevos métodos. El gran desafío de
la lucha contra el ALCA es el mismo que enfrentan eventos
como este o como el Foro Social Mundial que pasa por el
fortalecimiento de las redes de movimientos sociales y de
la propia Campaña Continental.
Minga: En las negociaciones del ALCA, la propiedad
intelectual y la producción cultural son temas muy
importante. ¿Qué de nuevo sobre eso?
Martínez: Estos temas son uno de los que más interesan a
los EE.UU. La propiedad intelectual está relacionada con
el dominio del conocimiento, de la tecnología y de la
biodiversidad. El gobierno de los EE.UU. quiere controlar
estos sectores en América Latina y el Caribe, pues estas
son regiones en las que se encuentra el 40 por ciento de
todos los tipos de plantas y animales que existen en el
mundo. Ese es un botín que despierta el apetito de las
grandes transnacionales de la biotecnología, de los
productos farmacéuticos para ser patentado, lo que
equivale a convertirlo en propiedad privada y a convertir
en mercancías conocimientos tradicionales de nuestras
comunidades campesinas e indígenas, especie de plantas y
animales y las propiedades curativas que estas pueden
tener. Al servicio de las transnacionales el gobierno de
los EE.UU. quiere impedir el desarrollo del conocimiento
y las tecnologías de los países latinoamericanos para
asegurar la dependencia que es una pieza clave de su
proyecto de dominación neoliberal. La producción cultural
entra dentro del mismo saco. EE.UU. quiere reforzar el
monopolio mediático, el monopolio de la desinformación,
por un lado, y de la transculturación, por otro con el
modelo de pensamiento único y la introducción de ese
"virus cultural" que tiende a disolver culturas
nacionales en una gran pseudocultura transnacional, llena
de los productos de la sociedad de consumo que hace tabla
rasa de las culturas nacionales, autóctonas
latinoamericanas y caribeñas y que pretende uniformarnos
a todos con una camisa del mismo color y estilo, un
bloque en el que desaparezcan las diversidades para
intensificar el consumo. Con la disolución de las
culturas nacionales se pierde también el principio de una
educación autónoma y soberana; y al tornar en mercancía
se transforma en propiedad privada.
Minga: ¿Cuáles son los principios y experiencias que la
sociedad cubana puede incorporar a la lucha contra el
ALCA?
Martínez: Primeramente, la posibilidad de mostrar la
realidad de un país que están en contracorriente, aunque
esa corriente sea muy poderosa. Durante 45 años, Cuba ha
sufrido todo tipo de ataques, agresiones, amenazas y
permanece resistiendo y desarrollando una alternativa
social. No se trata de dar lecciones a personas que
luchan contra el ALCA, sino simplemente mostrar un
ejemplo que puede ser estudiado. Pero si hay una lección
válida es la lucha de un pueblo que ha resistido un
bloqueo económico inmenso y violento y que consiguió
construir una sociedad independiente. Cuba no es un país
satélite, como antes era llamada, pero muestra la
posibilidad concreta de una sociedad alternativa y de
resistencia al mayor imperio del mundo.
* Idania Trujillo e João Alexandre Peschanski CMMLK-Brasil
do Fato- Minga Informativa.
https://www.alainet.org/es/articulo/109371
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