Libertad de expresión y transparencia informativa

04/04/2004
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El sábado 13 de marzo de 2004, la ciudadanía madrileña convocó un acto frente a la sede del Partido Popular ( el partido del presidente de Gobierno de España: José María Aznar) para pedir explicaciones por la omisión de la información y ocultamiento de la verdad sobre la autoría del ataque terrorista perpetrado el 11 M contra cuatro trenes próximos a llegar a la terminal de Atocha. Desde el momento en que ocurrieron los atentados hasta el sábado 13 de marzo por la mañana, el gobierno sesgó información e intentó culpabilizar a ETA, el grupo terrorista vasco a pesar de existir muchas similitudes con el ataque que se perpetró en los Estados Unidos el 11 S. "Queremos saber toda la verdad" El mediodía del 13 M comenzó el hervidero a través de los teléfonos celulares. Se enviaba a amigos o conocidos un mensaje muy breve: "Todos frente al PP a las 18 horas. Por la verdad. Pásalo" No ha habido ningún partido político detrás de esta manifestación como se ha querido argumentar para descalificar, una vez más, a la ciudadanía. De manera espontánea comenzamos a enviar a nuestra gente conocida ese mensaje. No había ninguna consigna política. Una solo voz nos unía: "Queremos saber toda la verdad". Otros mensajes también comenzaron a difundirse a través de los celulares y daban cuenta, por ejemplo, la información que transmitían algunos medios extranjeros sobre lo que estaba ocurriendo en España. El móvil nos estaba sirviendo no sólo para organizarnos sino también para saber qué estaba ocurriendo en nuestro propio país. Y también recibíamos llamadas de amigos y familiares que estaban en otras ciudades europeas para informarnos puntualmente sobre lo que no se informaba desde Presidencia de Gobierno. Frente a la sede del Partido Popular, la CNN y otras cadenas de televisión extranjeras registraban los acontecimientos pero los españoles recibíamos escasa o ninguna información de los medios televisivos locales. Al comienzo fuimos 200, después 400, luego 700 hasta llegar a ser entre 8 y 10 mil personas sin contar la gente que llegaba hasta allí, se quedaba un rato para testimoniar su solidaridad y se marchaba. En otras ciudades ocurrió lo mismo: caceroladas en Barcelona, manifestaciones en Gijón, Santiago de Compostela, etc Mariano Rajoy, el candidato a presidente de gobierno del PP denunció estos acontecimientos ante la Junta Electoral y a la policía argumentando que un grupo de incontrolados atacaban a la democracia en el día previo a las elecciones a presidente de gobierno. No hubo ningún acto violento. La ciudadanía estaba indignada e impotente ante los acontecimientos de manipulación que estaban ocurriendo. Portábamos pancartas que decían "Paz", "Basta de Manipulación Informativa", "Televisión Manipulación" y se realizaban consignas de este mismo tipo. La estrategia informativa del gobierno Desde el gobierno se planificaron meticulosamente cada una de las comparecencias en función de su difusión en medios de comunicación. Segmentaron la información como si fuera un culebrón: cada cierto número de horas aparecía el portavoz correspondiente para transmitir con cuentagotas algo que se podría haber articulado de otra manera y de forma contundente . El Partido Popular quería dar la imagen a la ciudadanía de que informaban puntualmente, pero lo que, verdaderamente, estaban haciendo era fragmentar el acontecimiento para seguir manteniendo en una situación dilemática al conjunto de la sociedad española. Finalmente, el parte donde se informó que la responsabilidad de los atentados recaía en Al Qaeda se 3 emitió a las 2.30 de la madrugada del domingo 14 de marzo. Una hora apropiada para que ningún periódico publicara esa información. Todos los diarios cierran sus ediciones entre 22 y 23 horas. Mucha gente fue a votar el 14 de marzo desconociendo este acontecimiento. Media Education y ciudadanía Los ciudadanos nos organizamos y pusimos en evidencia la acción que realizaban el gobierno y muchos medios de comunicación con el fin de silenciar una verdad que, lógicamente, habría de influir en la opinión de los electores Lo que hicimos mucha gente fue poner en práctica los principios de Media Education. Media Education ahora no ocupa sólo el espacio de la escuela o el coto cerrado de las universidades. Con esta acción cívica, hemos empezado una nueva etapa, un nuevo camino: Media Education como un espacio de la ciudadanía y para la ciudadanía. Ha sido la actividad más importante de Media Literacy realizada hasta la fecha en la que hemos participado y aprendido desde la práctica mucha gente. Desde este acontecimiento, millones de personas en España comienzan a pensar que la televisión es mucho más que entretenimiento o información. Consideramos que es necesaria la libertad de expresión y la transparencia informativa sea pequeña o grande la noticia. Y , en casos como los narrados, son de vital importancia para garantizar la credibilidad de los propios medios y la de un gobierno. * Roberto Aparici. UNED
https://www.alainet.org/es/articulo/109718?language=es
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