TLC vs. DDHH, algunos casos
06/05/2004
- Opinión
A diez años de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio
de América del Norte (TLC) firmado por los gobiernos de México,
Estados Unidos y Canadá, los derechos de los trabajadores y
trabajadoras presentan un patrón grave de violaciones bajo la
mirada complaciente de las autoridades laborales en México.
A la par del convenio comercial, se firmó el Acuerdo de
Cooperación Laboral de América del Norte (ACLAN) que establece el
compromiso de los países signantes de proteger, intensificar y
poner en vigor los derechos básicos de los trabajadores, así como
las obligaciones de los gobiernos a cumplir en el marco del
tratado comercial. [1] Sin embargo a pesar de que nunca antes
habían quedado plasmados tan claramente los derechos de los
trabajadores [2] en el marco del trabajo de un acuerdo comercial,
los mecanismos, tanto nacionales como internacionales, son
ineficaces para garantizar la justiciabilidad de los derechos de
los trabajadores en el país.
Un ejemplo de esto es la lucha de los trabajadores de la Empresa
Tarrant México, S. A de C. V de R. L en el estado de Puebla, para
constituir su sindicato independiente y acceder a condiciones
satisfactorias de trabajo.
El 10 de junio del 2003 los trabajadores y trabajadoras de Tarrant
México, una planta de confección de ropa ubicada en Ajalpan,
Puebla, realizaron un paro de labores de tres días para demandar
el pago de sus utilidades y la mejora en las condiciones de
seguridad e higiene, además de exigir un alto a las horas extras
forzadas y el acoso sexual y verbal de la gerencia y guardias de
seguridad de la planta. Durante el paro de labores, la gerencia
informó a los trabajadores que solo negociarían con los líderes
identificados anteriormente por la mayoría de ellos mismos. El 12
de junio se reunieron en la Junta Local de Conciliación y
Arbitraje de Puebla y los trabajadores presentaron un documento
en donde exigían el pago de las utilidades de los últimos tres
años, respeto a la jornada laboral, mejora en los servicios del
comedor y el transporte, el pago del salario en tiempo y forma,
trato digno para todos y el reconocimiento de la coalición de los
trabajadores organizados. El 13 de junio la empresa respondió a
las exigencias disminuyendo a la mitad los salarios de los
trabajadores participantes del paro.
A pesar de las represalias ejercidas en contra de los trabajadores
por parte de la empresa, el 12 de julio del 2003, alrededor de 400
de los 1100 trabajadores de la planta realizaron una asamblea y
se constituyeron en el Sindicato Único Independiente de
Trabajadores de la Empresa Tarrant México (SUITTAR) y en las tres
semanas siguientes afiliaron a 336 trabajadores más, presentando
el 7 de agosto del mismo año una solicitud de registro sindical
ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Estado de
Puebla con un patrón de 736 trabajadores afiliados.
El 16 de julio los trabajadores integrantes del Comité Ejecutivo
del SUITTAR fueron despedidos injustificadamente y a partir del 5
de agosto, la empresa despidió a más de 300 integrantes del
sindicato independiente sin justificación alguna y sin el pago de
la liquidación que establece la Ley Federal del Trabajo.
Finalmente el 6 de octubre del 2003 la Junta Local de Conciliación
Arbitraje del Estado de Puebla emitió una resolución negativa a la
solicitud sindical de los trabajadores de la empresa Tarrant
México, basando su decisión en cinco razones totalmente
infundadas:1. incumplimiento de entrega de dos copias de los
documentos originales presentados con la solicitud, 2. haber
constituido el Sindicato y la elección del Comité Ejecutivo el
mismo día, 3. un error mecanográfico en el nombre de una de los
736 trabajadores afiliados, 4. falta de claridad en los estatutos
sindicales respecto a la adquisición de bienes de sindicato y 5.
falta de claridad en los estatutos respecto a las acciones
disciplinarias. La Junta Local de Conciliación y Arbitraje del
Estado de Puebla basó la negativa de la solicitud de registro
sindical en criterios discrecionales de las autoridades laborales
incumpliendo con lo establecido en el artículo 365 de la Ley
Federal del Trabajo. [3]
Por su parte, los trabajadores presentaron un amparo el día 27 de
octubre del 2003 ante el Juzgado Federal del Estado de Puebla pero
después de un mes de presiones por parte de la empresa y a
consecuencia del desgaste emocional y económico de los
trabajadores y sus familias, el 28 de noviembre del 2003 los
integrantes de la mesa directiva del sindicato decidieron
desistirse del juicio de amparo y aceptar sus liquidaciones. Sin
embargo el juzgado de Distrito a cargo señaló que del informe
justificado de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje se
desprendía que eran ciertas las violaciones señaladas en el
escrito de amparo por los trabajadores. Finalmente la empresa
Tarrant México cerró la planta de Ajalpan, Puebla el día 3 de
febrero del 2004 dejando sin empleo a 500 trabajadores que aún
estaban laborando.
Otro caso que hace evidente el patrón de violaciones a los
derechos laborales de los trabajadores en el marco del tratado de
libre comercio, es el de la también maquiladora Matamoros Garment
S.A. de C.V., en Itzucar de Matamoros, Puebla. La empresa empezó
sus negocios en 1999 en el estado de Puebla y las violaciones a
los derechos de los trabajadores y trabajadoras comenzaron en
noviembre del 2000 cuando realizaron un paro de labores, en
demanda del pago de por lo menos dos semanas de pagos atrasados.
La empresa llamó a la policía antimotines y atacaron a los
trabajadores, sin embargo los trabajadores siguieron
organizándose y expresando su descontento y sus exigencias a la
empresa. En este momento se apareció el Sindicato Francisco Villa
de la Industria Textil, Similares y Conexos a filiado a la
Confederación de Trabajadores de México (CTM), quien informó de
la existencia de un contrato de protección firmado con la empresa,
sin previo consentimiento ni conocimiento de los trabajadores y
trabajadoras.
La situación de los trabajadores dentro de la empresa siguió
deteriorándose ante la mirada cómplice de la Junta Local de
Conciliación y Arbitraje del Estado de Puebla, misma que desde el
principio tenía conocimiento de lo que estaba ocurriendo, y el 13
de enero del 2003, nuevamente en protesta del maltrato los
trabajadores de Matamoros Garment, hicieron un paro de cerca de
11 horas. Habían trabajado durante tres semanas sin recibir
salario alguno y varios de ellos recibiendo un salario menor al
mínimo legal, además de que habían sido obligados a trabajar
tiempo extra encerrándolos en la fábrica.
El 20 de enero los trabajadores presentaron su solicitud de
registro sindical del Sindicato Independiente de Trabajadores de
la Empresa Matamoros Garment S. A de C. V. (SITEMAG) ante la
Junta Local de Conciliación y Arbitraje del estado de Puebla y el
26 de marzo la misma Junta negó la solicitud de registro sindical
al SITEMAG, bajo 5 razones infundadas: 1. El nombre del sindicato
no era claro, 2. Un error mecanográfico en el nombre de una de
las trabajadoras en la lista de asistencia a la asamblea
sindical, 3. No se presentaron pruebas de que los trabajadores
que firmaron en la lista de la asamblea eran mayores de 14 años,
4. Un trabajador de confianza estaba afiliado y finalmente 5.
Matamoros Garment había cerrado y por lo tanto el requerimiento
legal de por lo menos 20 trabajadores en servicio activo no se
cumplía. Además la junta incumplió con la obligación de notificar
personalmente a los trabajadores la resolución sobre el registro
sindical y envió la negativa por correo a una dirección distinta
a la señalada como domicilio legal impidiendo a los trabajadores
interponer recurso de amparo debido a que cuando encontraron la
resolución habían transcurrido el término legal para hacerlo.
Los casos mencionados dan cuenta del patrón sistemático de
violaciones a los derechos de los trabajadores en el marco del
tratado comercial de América del Norte. Ambas empresas llegaron a
instalarse al estado de Puebla para maquilar a transnacionales de
la industria textil como PUMA, CINTAS, Wal-Mart, Tomy Hilfiger,
West Seal, Limited Brands entre otras, y ambas cerraron sus
plantas sin menor aviso a los trabajadores y trabajadoras
dependientes del trabajo asalariado, dejando a comunidades
enteras en la total indefensión.
La Junta de Conciliación y Arbitraje del Estado de Puebla constata
la permanente incapacidad del gobierno mexicano para asegurar que
los procedimientos sean imparciales e independientes además de la
falta del interés sustantivo por defender los derechos de los
trabajadores y trabajadoras del estado. Otro problema grave es la
práctica consentida por las autoridades laborales de la firma de
contratos de protección entre sindicatos y empresas sin
consentimiento de los trabajadores. Representantes sindicales
coludidos con representantes de las empresas utilizan el
reconocimiento legal que tienen como sindicato para suprimir, vía
los contratos de protección, los derechos de los y las
trabajadoras, asegurando de esta forma condiciones favorables
para la inversión extranjera y el enriquecimiento de los dueños,
a costa de mano de obra barata y además controlada.
El gobierno mexicano ha incumplido con las obligaciones
establecidas en el ACLAN [4] y se hace urgente la revisión de los
mecanismos para reclamar las violaciones dentro del marco del
TLC, la ineficacia de los mecanismos nacionales para reclamar las
violaciones a los derechos de los trabajadores en México, es un
camino desgastado y que urge atender frente a la tendencia
mundial de definir la vida de las personas a partir de los
acuerdos comerciales entre los gobiernos de los países, bajo los
intereses de los capitales internacionales y dejando de lado los
derechos humanos de hombres y mujeres que en la mayoría de los
casos sólo quieren trabajar bajo condiciones dignas y justas.
* Alejandra Ancheita Pagaza es integrante del Programa de Defensa
Integral.
Notas:
1] Objetivos del ACLAN: 1. mejorar las condiciones de trabajo y
los niveles de vida en territorio de cada una de las Partes; 2.
promover al máximo los principios laborales establecidos en el
Anexo 1; 3. estimular la cooperación para promover la innovación,
así como niveles de productividad y calidad crecientes; 4.
alentar la publicación y el intercambio de información, el
desarrollo y la coordinación de estadísticas, así como estudios
conjuntos para promover la comprensión mutuamente ventajosa de
las leyes e instituciones que rigen en materia de trabajo en
territorio de cada una de las Partes; 5. proseguir actividades de
cooperación relativas al trabajo en términos de beneficio mutuo;
6. promover la observancia y la aplicación efectiva de la
legislación laboral de cada una de las Partes; y 7. promover la
transparencia en la administración de la legislación laboral.
[2] El Acuerdo de Cooperación Laboral de América del Norte
establece 11 principios laborales que regirán las relaciones
laborales entre los tres países signantes: 1. Libertad de
asociación y protección del derecho a organizarse. 2. Derecho a
la negociación colectiva. 3. Derecho de huelga. 4. Prohibición
del trabajo forzado. 5. Restricciones sobre el trabajo de
menores. 6. Condiciones mínimas de trabajo. 7. Eliminación de la
discriminación en el empleo. 8. Salario igual para hombres y
mujeres. 9. Prevención de lesiones y enfermedades ocupacionales.
10. Indemnización en los casos de lesiones de trabajo o
enfermedades ocupacionales. 11. Protección de los trabajadores
migratorios.
[3] Artículo 365: Los sindicatos deben registrarse en la
Secretaria del Trabajo y Previsión Social en los casos de
competencia federal y en las Juntas de Conciliación y Arbitraje
en los de competencia local, a cuyo efecto remitirán por
duplicado: I. Copia autorizada; II. Una lista con el número,
nombres y domicilios de sus miembros y con el nombre y domicilio
de los patrones, empresas o establecimientos en los que se
prestan los servicios; III. Copia autorizada de los estatutos ; y
IV. Copia autorizada del acta de la asamblea en que se hubiese
elegido la directiva.
[4] Obligaciones en los términos del ACLAN: Niveles de protección:
Ratificando el pleno respeto a la constitución de cada una de las
Partes, todas ellas habrán de garantizar que sus leyes y
reglamentos laborales prevean altas normas laborales congruentes
con lugares de trabajo de alta calidad y productividad y
continuarán esforzándose por mejorar dichas normas en ese
contexto; Medidas gubernamentales para la aplicación efectiva de
la legislación laboral: Cada una de las Partes promoverá la
observancia de su legislación laboral y la aplicará efectivamente
a través de medidas gubernamentales adecuadas. Asimismo,
garantizará que sus autoridades competentes otorguen la debida
consideración a cualquier solicitud para que se investigue
cualquier presunta violación a la legislación laboral de la Parte;
Acceso de los particulares a los procedimientos: Cada una de las
Partes garantizará que las personas con interés jurídicamente
reconocido en un asunto en particular tengan acceso adecuado a los
tribunales para la aplicación de la legislación laboral de la
Parte en cuestión; la legislación de cada una de las Partes
garantizará que dichas personas tengan acceso a los
procedimientos mediante los cuales se puedan hacer efectivos los
derechos establecidos en su legislación laboral y en los
convenios colectivos; Garantías procesales: Cada una de las
Partes garantizará que los procedimientos para la aplicación de
su legislación laboral sean justos, equitativos y transparentes.
Cada una de las Partes dispondrá además que las resoluciones
definitivas sobre el fondo del asunto se formulen por escrito, se
funden en información o pruebas y se den a conocer sin demora
indebida. Cada una de las Partes garantizará el derecho de
solicitar la revisión y la modificación de las resoluciones
definitivas. Cada una de las Partes garantizará que los tribunales
sean imparciales e independientes. Cada una de las Partes
dispondrá que se tenga acceso a los recursos para hacer efectivos
sus derechos laborales. Cada una de las Partes podrá, por los
medios apropiados, establecer o mantener oficinas para la defensa
del trabajo, que representen o asesoren a los trabajadores o a
sus organizaciones; Publicación: Cada una de las Partes se
asegurará de que sus leyes, reglamentos, procedimientos y
resoluciones administrativas se publiquen a la brevedad o se
pongan a disposición de las personas para su conocimiento;
Información y conocimiento públicos: Cada una de las Partes
promoverá el conocimiento público de su legislación laboral,
garantizando la disponibilidad de información pública y
promoviendo la educación de la población.
https://www.alainet.org/es/articulo/109880?language=es
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