La Reconstrucción de Irak
17/01/2003
- Opinión
Un día después de comenzar oficialmente la guerra, Tony
Blair se reunió con los líderes de la Unión Europea
para tratar la "reconstrucción de Irak en la post
guerra". Reconstrucción, después de la deliberada
destrucción de las propiedades públicas y privadas por
el bombardeo aéreo de EEUU y el RU. Reconstrucción,
después de la destrucción de las infraestructuras
públicas con misiles de alta precisión. Reconstrucción,
después de la destrucción, con sanciones económicas, de
una sociedad que, hasta los noventa, se encontraba
entre las más cultas y adineradas, no sólo del Medio
Oriente sino del mundo.
¿Qué esperanza podemos tener de los planes de
"reconstrucción" que los estadounidenses y británicos
están ideando cuando esta destrucción se está llevando
a cabo? El antecedente de la reconstrucción de
Afganistán no es muy alentador. La Casa Blanca olvidó
incluir en el presupuesto anual de este año el monto
destinado para reconstruir Afganistán. Fue sólo debido
a la protesta de algunos representantes del congreso
que se apartaron 300 millones de dólares, pero sin
ningún compromiso para los años posteriores. Comparen
esto con los $4.500 millones de dólares que se gastaron
para bombardear a Afganistán. ¿Acaso pueden los $300
millones comenzar a revertir la destrucción permanente
de tierra fértil, la devastación total de muchas de las
cosechas, la guerra civil, el surgimiento de caudillos
feudales, y la vuelta al cultivo del opio (sin
mencionar las miles de muertes inocentes definidas como
daños colaterales?) Acaso los estadounidenses no sabían
esto? Por supuesto que sí, pero el propósito del
bombardeo no fue para llevar a Afganistán a su antigua
gloria o a su desarrollo, sino para reconstruirla como
una colonia.
El hecho de saber lo que pasaba y aun así no hacer nada
para evitarlo lo convierte en el aspecto más
desagradable de todo. Nos dijeron, a través de los
medios internacionales, que se estaba formando un
"gobierno representativo" para Afganistán en Bonn, y
les creímos (quizás pensando que todo lo que se hace en
Alemania tiende a durar más de lo que se hace en
Afganistán). Pero hay mucho más que los Medios
internacionales olvidaron decir. En una charla reciente
sobre la formación del movimiento anti-guerra en la
Universidad de Cambridge, el reconocido disidente
estadounidense Michael Albert comentó lo anonadado que
quedó al enterarse que una noticia basada en una seria
investigación sobre la potencial muerte de hambre de 3
millones de civiles si EEUU bombardeaba Afganistán
había sido enviada a todos los periódicos pero sólo uno
publicó la noticia escondiéndola en las últimas
páginas. Comentó además que le resulta imposible
comprender cómo los editores de los periódicos no
publicaron esa investigación al leerla.
Aún cuando tales noticias no son publicadas, el
gobierno de los Estados Unidos tiene acceso a ellas, y
por supuesto también hacen investigaciones similares
sobre el impacto que la guerra tendrá en los civiles
iraquíes. No hay dudas que George Bush y quien lo
acompaña tienen una idea clara de la destrucción que
desatarán sobre el pueblo de Irak. Aún así nada los
detiene en continuar con este terrible plan de acción.
El gobierno Estadounidense está preparado para gastar
alrededor de 12 mil millones de dólares en ataques a
Irak. Hasta ahora solamente ha ofrecido 65 millones
para proveerlos con los elementos básicos necesarios
para la vida diaria. Se calcula que este monto durará
menos de 6 meses lo cual está bien de acuerdo con los
cálculos realizados por la administración de Bush. Para
entonces los medios de comunicación de todo el mundo
estarán interesados en una nueva crisis, de la misma
forma que Afganistán es relegada a las últimas páginas
de los diarios. Estos 65 millones deberán ayudar a
contener la miseria del pueblo de Irak dentro de
algunos parámetros durante el corto período de tiempo
que el mundo estará interesado en Irak.
La concreta "reconstrucción" de Afganistán o Irak los
tiene a EEUU y al RU, junto con sus amigotes, babeando.
En nombre de la reconstrucción recibirán contratos
lucrativos para sus respectivos sectores privados. En
el caso de Irak, por ejemplo, la compañía petrolera
Halliburton, que casualmente fue dirigida por el
vicepresidente estadounidense Dick Cheney entre 1995 y
2000, es la beneficiaria de un contrato multimillonario
para limpiar los campos petroleros de Irak después de
la devastación de la guerra, especialmente cuando un
ejercito iraquí los incendia en su retirada. Muy
seguramente otras compañías petroleras estadounidenses
y británicas ejercerán un control total sobre los
campos iraquíes. Debido a que el precio del petróleo es
relativamente inflexible, y no se presta a la
diferencia de marcas, el control sobre el suministro lo
es todo en esta industria. Los precios no son más altos
que los ofrecidos por Irak.
Otras compañías que la Agencia de Estados Unidos para
el Desarrollo Internacional (US Aid) tiene en cuenta
también tienen relaciones muy cercanas con la Casa
Blanca. Estas son el gigante de la construcción
Bechtel, la corporación Fluor Corporation y el grupo
Louis Berger que actualmente también está involucrado
en Afganistán. El aspecto interesante de estos
contratos es que se les ha pedido a estas compañías que
enumeren lo que podrían hacer con 900 millones de
dólares. Por supuesto que existe un margen generoso
para sus ganancias, permitiéndoles, según se informa,
una ganancia de 80 millones de los 900.
En el futuro, a estas compañías les esperan otros pagos
igualmente sustanciales. Por ejemplo, además de las
ganancias inmediatas y del control de los recursos
naturales, las primeras ventajas que sacarán de estos
mercados serán enormes. Como sostiene Steven Schooner,
profesor de leyes en la Universidad George Washington,
"las firmas más sofisticadas que lleguen primero y
establezcan una buena relación con la gente local
seguramente obtendrá inmensos beneficios en su
trayectoria. Éstas se convertirán en marcas reconocidas
en Irak".
Los estadounidenses son bastantes directos cuando se
trata de fomentar sus intereses corporativos.
Recientemente se citó a una portavoz de la Agencia de
Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (US
Aid) quien hizo hincapié en que no debería ser una
sorpresa que todas las compañías que se encuentran en
la lista para trabajar en Irak sean estadounidenses. Su
consejo a compañías no estadounidenses es presionar a
sus propios gobiernos, lo que significa manejar la
agenda del encuentro de la Unión Europea en Bruselas.
El presidente Chirac y otros en desacuerdo con la
guerra declararon que a pesar de condenar esta guerra
están deseosos de trabajar con el RU y EEUU en la
reconstrucción de Irak. No es de extrañar que el
sentimiento popular en Europa favorezca la acción de
brindar apoyo a los iraquíes después de la terrible
devastación que se lanzó sobre el pueblo. De todas
formas, estos gobiernos también están bajo presión para
proporcionarle un papel a sus corporaciones en Irak
después de la guerra, un país rico en recursos.
De este modo, antes que la guerra haya finalizado, la
pelea más controversial sobre el botín ya ha comenzado.
En la actual marginalizada Naciones Unidas se
encuentran las esperanzas de Francia y Alemania sobre
una división igualitaria. Pero los estadounidenses
están preparados, hoy más que nunca, a barrer a las NU
e imponer un dominio directo sobre Irak. Los británicos
esperan recibir su merecida tajada de los despojos por
su lealtad. De todas formas, esto sucede con el alto
costo de que Gran Bretaña quedará separada del resto de
Europa. Es muy probable que esta batalla sobre la
división del botín termine en importantes decisiones
concernientes al futuro de las Naciones Unidas así como
a las relaciones futuras entre EEUU, Gran Bretaña y
Europa.
Título Original: Reconstruction Of Iraq
Autor: Humeira Iqtidar
Origen: ZNet, 7 de Abril de 2003
Traducido por Viviana Premern y revisado por Ricardo
Jiménez
https://www.alainet.org/es/articulo/110010
Del mismo autor
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