Fortalezas y Debilidades de la Revolución (a propósito del papel de la CANTV)
04/08/2004
- Opinión
La Revolución que vivimos en Venezuela se diferencia de manera
absoluta de los procesos que se han desarrollado en otros
países. En Nicaragua, por ejemplo, el ejército Sandinista no
puedo contar, al llegar al poder, con los enormes recursos de
una industria como PDVSA que pudiera financiar el desarrollo
social y ser un obstáculo para el intervencionismo
Estadounidense. En Chile, Salvador Allende no pudo contar con
unas Fuerzas Armadas leales que le permitieran enfrentar el
golpe de estado. En Cuba, Fidel Castro ha tenido que luchar
contra más de 40 años de bloqueo comercial e intentos de
invasión, lo que se ha traducido en que la Revolución no haya
podido avanzar todo lo que pudiera. Son innumerables los
ejemplos que demuestran que en Venezuela la Revolución tiene
diferencias y ventajas con respecto a otros procesos
revolucionarios. Poseer una de las industrias petroleras más
importantes del mundo, tener a su lado a la Fuerza Armada y
sobre todo, tener el más amplio y absoluto respaldo del pueblo,
tal como lo demuestran todas las encuestas relativas al
referendo, indica que nuestra Revolución tiene una solidez
importante. Pero hay una pata coja dentro de la Revolución.
En el mundo actual, altamente globalizado, tecnificado y
competitivo, la energía y las comunicaciones son los elementos
estratégicos más importantes de cualquier estado, y por el que
se libran guerras violentas como la de Irak o se desarrollan
referendos como el de Bolivia por el gas. Quien domine la
energía y las comunicaciones, domina al mundo. Eso lo saben los
EEUU y no lo esconden en el desarrollo de su política imperial.
En Venezuela, y tal como se evidenció durante el Golpe de Estado
y el sabotaje petrolero del 2002, el objetivo de los insurrectos
era acabar con PDVSA a nivel local privatizándola, y liquidar la
OPEP a nivel mundial. Ese objetivo estuvo presente por igual
tanto en el Golpe como en el sabotaje petrolero, pero también
está presente en el Plan Consenso País, o Consenso Pa'Bush, tal
como fue rebautizado por nuestro Presidente. Sin embargo, la
Revolución ha logrado hacer que cada día la energía esté en
manos del pueblo. Aunque en el sector de la electricidad esto no
sea así, por lo menos a nivel del petróleo y del gas sí lo es.
Ahora bien, cuando señalamos que hay una pata coja dentro de la
Revolución es porque el otro aspecto que mueve al mundo hoy, que
es el de las comunicaciones, se encuentra en manos de gente
proclive a los intereses de los EEUU. El paquete neoliberal
impuesto en el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, preveía,
entre otras medidas, la privatización de casi todas las empresas
del Estado. Particularmente en el año 1991, el Fondo de
Inversiones de Venezuela, mediante licitación internacional,
vendió la empresa CANTV en un 40% al Consorcio VenWorld, en el
que se encontraba GTE, hoy Verizon Communications Inc. Luego, en
el Gobierno de Caldera, se vendió a través de una oferta pública
el 34,8% de las acciones que estaban en manos del Estado. Hoy
en día, esas acciones están repartidas entre diversos
accionistas a nivel mundial. Es importante destacar que para el
momento de la venta de la CANTV, no se había decretado la
apertura del sector de las telecomunicaciones, hecho ocurrido en
el 2000, es decir, la CANTV constituía un monopolio, lo cual era
lógico por cuanto era una empresa del Estado, sin embargo, al
venderse siguió disfrutando por varios años de las ventajas de
ser un monopolio.
Hoy en día, las comunicaciones son el sector débil de la
Revolución. Los medios de comunicación privados constituyen una
mayoría innegable que se encarga de torcer, por ahora sin éxito,
las voluntades del pueblo. Esos medios de comunicación delinquen
de manera impune y bajo la mirada pasiva de un Poder Judicial
que no asume el papel que debería tener en tiempos de
Revolución. Incluso, la Ley de Responsabilidad Social de Radio
y TV (Resorte), sigue sin aprobarse. Pero, si los medios de
comunicación están en su mayoría en manos de la oposición, y si
a eso se le suma que la principal empresa de comunicaciones del
país también está claramente comprometida con los intereses
estadounidenses, entonces se puede demostrar contundentemente
que las comunicaciones son esa pata coja de la Revolución.
Ante esta situación es necesario que se analice la propuesta de
nacionalizar la CANTV. El mismo Vicepresidente de la República
declaró, el 28/07/04, luego de la reunión sostenida con el
Presidente de la CANTV, Gustavo Roosen, que "Yo nunca estuve a
favor de la privatización de la Cantv, ya que me parece que en
escala es igual a la privatización de Pdvsa. Esa es una empresa
de alta seguridad del Estado venezolano, que debe estar en manos
de este". Nacionalizar la CANTV y aplicar la ley Resorte son
estrategias necesarias para fortalecer la Revolución.
https://www.alainet.org/es/articulo/110319
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