Elecciones y cambios políticos regionales

08/11/2004
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Hubo en días pasados elecciones en varios países de Sudamérica (Uruguay, Brasil, Chile, Venezuela). Los resultados muestran cambios en el panorama político, pero además efectos diversos en el interior de cada país. Un primer balance general muestra que continúa consolidándose una tendencia, que viene desde hace cerca de dos años: el predominio de las fuerzas política y los gobiernos de centro-izquierda; esto sumado a situaciones como la boliviana, en la cual todo indica que en las próximas elecciones las fuerzas socialistas de Evo Morales se impondrán. Si a esto le sumamos el reciente triunfo de Martín Torrijos en Panamá, tenemos en la región un grupo de gobernantes que representan la búsqueda de nuevas formas de gobierno desde una opción de centro-izquierda moderna. En Chile y Brasil, las elecciones regionales y locales, una mitaca que se asemeja a primarias de las presidenciales próximas, las fuerzas de centro izquierda salieron bien libradas. En Brasil, la segunda vuelta deja un sabor agridulce para el presidente Lula y su partido PT. El PT se consolida como la primera fuerza política nacional con 16'3 millones de votantes, aumentando sus alcaldes de 187 a 400, incluido el control de nueve de las 26 capitales departamentales e igualmente creció el número de sus concejales; en segundo lugar se consolida el PSDB del ex presidente Cardozo con 15'7 millones de votantes, aunque el número de sus alcaldes disminuyó de 990 a 859, entre ellos los de cinco capitales departamentales. Pero el presidente Lula sufrió dos derrotas cargadas de simbolismo, perdió dos capitales emblemáticas en la segunda vuelta, Sao Paulo, su ciudad natal y cuna del PT que estaba gobernada por su partido, a manos de su rival en la contienda presidencial, José Serra, del PSDB, y Porto Alegre, gobernada hace dieciséis años por el PT y famosa porque allí se generó el Foro Social Mundial y el presupuesto participativo, a manos de un candidato del Partido Popular Socialista, situado más a la izquierda del PT. En Chile venció la coalición gobernante de centro- izquierda Concertación por la Democracia con el 44,57 por ciento en las elecciones para alcaldes y un 47,87 por ciento en la de concejales, frente al 38,67 por ciento y 38,26 por ciento de la Alianza por Chile, la principal fuerza del centro-derecha, sin embargo ésta mantuvo la alcaldía de Santiago, la capital. Pero igualmente debe resaltarse la consolidación de los independientes y la coalición de partidos de izquierda 'Podemos', que entre los dos obtuvieron el 16 por ciento y el 12 por ciento respectivamente para alcaldes y concejales, abriendo una fisura a esa especie de bipartidismo que ha primado desde el inicio de la transición a la democracia. En Venezuela, los comicios regionales y locales consolidaron las fuerzas políticas que apoyan al presidente Chávez, al obtener 18 de las 22 gobernaciones y 270 de las 334 alcaldías y sobre todo la de Caracas, que estaba en manos de la oposición. Estas elecciones, con un alto nivel de abstención, reflejaron nuevamente la crisis de la oposición que una vez fue derrotada en el referendo revocatorio no ha podido levantar cabeza y por el contrario se fragmenta cada vez más. En Uruguay, la coalición de centro-izquierda que comenzará a gobernar en marzo próximo, no sólo ganó la Presidencia sino la mayoría en las cámaras legislativas, con lo cual cuenta con un claro mandato para adelantar su programa de gobierno. Los gobernantes mencionados, si bien tienen diferencias y matices, coinciden en la necesidad de buscar alternativas al modelo de desarrollo basado en el neoliberalismo duro y puro, si se quiere un capitalismo con 'rostro social', en buscar nuevas formas de solidaridad internacional y en promover -exceptuando a Panamá- la integración subregional alrededor de Mercosur como paso previo a negociar la integración con USA en el Alca.
https://www.alainet.org/es/articulo/110851
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