Me disponía a escribir sobre las últimas masacres de las fuerzas armadas de los Estados Unidos en Irak y, especialmente la muerte y destrucción en la ciudad de Faluya, y repasaba para ello un último escrito que hice sobre el mismo tema a finales de abril de este mismo año. Quería denunciar el silencio de Europa, en especial de algunos gobiernos que se creen que con haberse opuesto de forma suave a la guerra o haber retirado posteriormente a su ejército de ese país, ya han hecho suficiente y ahora miran a la luna para no importunar en exceso al autor de esas sistemáticas violaciones de los derechos humanos de los que se presenta como paladín mundial. Y al revisar ese texto me he dado cuenta de que salvo por las fechas, el aumento del número de muertos y la retransmisión televisiva de asesinatos a sangre fría de prisioneros desarmados y heridos nada ha cambiado, y su validez intemporal, en su sentido y casi en su literalidad, convierte entonces en una muestra más de denuncia de esos hechos y de vergüenza para los aludidos. La pregunta sigue siendo si Europa se sentirá algún día interpelada y actuará o seguirá mirando para otra parte. Trascripción literal: que vergüenza. "Hace un año Europa entera prácticamente se manifestaba en contra de la guerra en Irak. Hace el mismo tiempo, gobiernos e instituciones en Europa defendían que no se podía, ni debía entrar en una guerra ilegal, y las Naciones Unidas se negaban a acatar los deseos de los Estados Unidos y sus "fieles aliados" pese a sus presiones. Sin embargo, la guerra acabó, Sadam Hussein fue derrocado y posteriormente detenido y, aunque las famosas armas de destrucción masiva no aparecían por ninguna parte, parece que se corría un tupido velo, se hacía borrón y cuenta nueva y la "comunidad internacional" abogaba por instaurar un futuro de paz y democracia dictada para el pueblo irakí. Y Europa, con sus civilizados matices se iba uniendo a esas posturas. Pero un año después la resistencia irakí, convertida por la propaganda interesada en nido de terroristas venidos de todos los países, está más activa que nunca y el fin de la guerra declarado oficialmente el 1de mayo por Bush, parece estar bastante lejos. De hecho el número de soldados ocupantes muertos durante este último año supera ampliamente el número de muertos durante el mes y medio oficial de guerra. Pero eso último es denunciable para todas/os. Estamos pendientes de los soldados de la "coalición" que mueren cada día y nos sorprende cuando un día éstos ascienden a más de cinco. Pero obviamos, olvidamos, y especialmente los gobiernos europeos, los cientos, miles de muertos irakíes. Nos acostumbramos con la intifada palestina a no contabilizar ya los muertos diarios que hace el ejército judío, pero nos inquietamos cuando se produce un ataque suicida que provoca, por ejemplo, diez muertos en Israel. Leemos y oímos de los medios de comunicación sobre la gravedad de estos atentados y todos los gobiernos de "la vieja Europa" hacen declaraciones condenatorias interpelando a la parte palestina por la obstrucción que esas acciones provocan al ficticio proceso de paz. Si en el caso de los muertos diarios, incluidas masacres (Yenin, Gaza,...), producidas por las autoridades judías y su ejército de ocupación en Palestina, no se dan las necesarias condenas y actuaciones consecuentes, y si un ignominioso silencio, en Irak ocurre lo mismo. Falujah ocupa ya un espacio triste en el imaginario colectivo de las guerras junto a Gernika, Hiroshima, Sabra y Chatila,.... Cientos de muertos, miles de heridos, la inmensa mayoría civiles, pero bajo la acusación de ser un nido de "radicales, fanáticos,.. terroristas". Y como los muertos de Falujah, los que se producen a diario en Najaf, Mosul, Baquba, Bagdag,..., y la civilizada Europa mirando para otro lado. Es insultante para la ciudadanía europea que sus gobiernos, que pretenden ser un referente de democracia y civilización en el mundo, no sean capaces de la más mínima actuación para parar esa masacre por no importunar en demasía a la primera potencia del mundo. Pero es que los muertos los está poniendo un pueblo a miles de kilómetros de las capitales europeas y eso queda semioculta con la distancia. ¿Qué ocurrirá cuando nos vuelvan a despertar sintiendo la guerra a nuestro lado?, ¿se emitirán entonces declaraciones de condena?, entonces ¿se intentarán poner las bases verdaderas para un proceso de paz y respeto al pueblo de Irak?. ¿Dónde estás Europa?." (29/04/04) Jesus González Pazos Responsable Área Indígena Mugarik Gabe (ONGD)