Declaración de Organizaciones de Derechos Humanos y Personalidades Destacadas
Estado ausente, Codicia y Corrupción: Las claves de la masacre
06/01/2005
- Opinión
El crimen del boliche de Once, con su saldo monstruoso de 185
muertos – en su mayoría jóvenes y niños – y cerca de 800
heridos, nos provoca un profundo dolor, una inmensa tristeza y
el reclamo urgente de verdad y justicia.
La masacre que conmueve a la sociedad argentina no ha sido
producto de la fatalidad, sino de una conjunción de causas que
será necesario analizar con profundidad, para sacar las
conclusiones adecuadas y fijar las líneas de acción destinadas
a producir todos los cambios legales, técnicos y culturales
que impidan nuevas desgracias irreparables.
Ante todo, es indispensable rodear a las familias destrozadas
por la muerte de sus seres queridos, de la solidaridad activa
de la comunidad y los organismos especializados. Asimismo, es
oportuno destacar los múltiples gestos solidarios, conocidos y
anónimos, y el esfuerzo y voluntad que desplegaron
trabajadores estatales y no estatales que se pusieron de
manifiesto desde el mismo instante en que se desató el
infierno en la “República de Cromagnon”.
A partir de ahora, tenemos el compromiso de no olvidar lo que
ocurrió ese fatídico 30 de diciembre de 2004 y, mucho menos,
permitir que una vez más se instale la impunidad sobre todos
los responsables de semejante horror.
Debemos ser claros y categóricos, esta tragedia sin
precedentes tiene dos grandes causas: un Estado ausente, y por
lo tanto cómplice, y la codicia voraz de empresarios inmorales.
En efecto, la aplicación del modelo neoliberal implantada
durante la última dictadura militar y profundizado a partir de
los ´90 en nuestro país, transformó al Estado en un
instrumento al servicio de los grandes grupos económicos y los
intereses del privilegio, en perjuicio de las funciones
esenciales destinadas a la protección de la vida de los
habitantes, la preservación del patrimonio material y cultural
de los argentinos y la garantía del respeto a los derechos
constitucionales, tales como el trabajo, la alimentación, la
salud, la educación y la vivienda digna.
La falta de controles apropiados, la carencia de estructuras
idóneas para ejercerlos y la ausencia de instrumentos aptos
para enfrentar situaciones como las vividas en los últimos
días, son el producto de políticas deliberadas fundadas en una
ideología que privilegia al mercado y los negocios por encima
de la gente. En ese marco, la vida es una mercancía y las
personas son objetos descartables. Especialmente, si son
jóvenes y pobres.
La catástrofe de “Cromagnon” expresa crudamente la crisis de
un sistema inhumano y perverso. Este ha sido uno de sus
emergentes, visible y mediático, pero no el único. Allí están
los centenares de chicos que mueren diariamente por
desnutrición o falta de asistencia médica oportuna y apropiada.
También están las decenas de víctimas del descontrol en la
noche porteña, donde cotidianamente se produce la muerte de
chicos y chicas por el gatillo fácil, las agresiones de los
“pato vicas” o la violencia asociada con las drogas. Estas son
otras de las expresiones crudas del mismo modelo, al que
debemos cambiar sustancialmente y cuanto antes.
Otra clave de la desgracia es la voracidad lucrativa de los
empresarios inmorales, que burlan las normas más elementales
de convivencia y aprovechan las fisuras de un Estado
ineficiente, corrompen a sus agentes y acumulan ganancias a
cualquier costo. El humo tóxico provocado por el incendio en
el boliche no deja lugar a dudas: la codicia mata.
Resulta imprescindible, entonces, que tanto el Estado nacional
como los provinciales y el de nuestra Ciudad Autónoma
recuperen su rol de contralor, como así también establecer una
política de recuperación para el Estado de los bienes y
servicios que le fueran despojados durante los años del furor
neoliberal.
Lo público, con una fuerte participación de la sociedad en la
gestión, debe reemplazar a los empresarios que todos los días
tienen a la vida de nuestros ciudadanos como variable para sus
negocios. Se trata exclusivamente de vender entradas, o lucrar
con el agua, la electricidad, el petróleo y la salud. La vida
de la gente y el país nada importan según esa concepción
mercantilista y nefasta.
Frente a este escenario tan complejo y conmovedor, las
entidades y personas que firmamos esta declaración, proponemos
la constitución inmediata de una Comisión Investigadora, en el
marco de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
abierta a los familiares de las víctimas, organismos de
derechos humanos y otras organizaciones sociales que indague a
fondo y sin pausa, toda la cadena de responsabilidades
involucradas en este episodio (desde el Gobierno de la Ciudad,
a la División de Bomberos, hasta el empresario organizador del
evento), eleve a la justicia las imputaciones correspondientes
y promueva las reformas necesarias a nivel de las políticas
públicas, para que estos episodios lamentables no vuelvan a
suceder.
Al mismo tiempo, planteamos la necesidad de un debate amplio y
profundo en todos los ámbitos de nuestra comunidad, para tomar
conciencia de las causas que ponen en peligro la vida y el
bienestar de los argentinos y, sobre todo, para ser
protagonistas de los cambios impostergables que nos demanda la
realidad.
Finalmente, hemos dispuesto acompañar las actividades que se
desarrollarán el jueves 6 de enero de 2005, a las 20 horas, en
Plaza Miserere.
Buenos Aires, 5 de enero de 2005
Adhesiones:
CTA - Central de Trabajadores Argentinos
APYME – Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios
IMFC – Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos
Movimiento Humanista
Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos
Partido Comunista en Izquierda Unida
Liga Argentina por los Derechos del Hombre
MEDH – Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos
MTL – Movimiento Territorial Liberación
Casa Abasto Centro de Integración Social
Herman@s de Desaparecidos por la Verdad y la Justicia
MOPASSOL – Movimiento por la Paz, la Soberanía y la
Solidaridad entre los Pueblos
Diálogo 2000
Centro Nueva Tierra
Asociación de Empleados de Farmacias
ATC – Asociación de Taxistas de la Capital
APDH – Asamblea Permanente por los Derechos Humanos
Asamblea Barrial de Floresta
Observatorio Internacional de Prisiones
Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas
Servicio Paz y Justicia (SERPAJ)
Personas:
Adolfo Pérez Esquivel – Premio Nóbel de la Paz
Rina Bertaccini (Coopresidenta del Consejo Mundial de la Paz)
Claudio Lozano – Diputado Nacional
Jorge Rivas – Diputado Nacional
Ariel Basteiro – Diputado Nacional
Mario Cafiero – Diputado Nacional
Patricia Walsh – Diputada Nacional
Alicia Castro – Diputada Nacional
Lucrecia Monteagudo – Diputada Nacional
Alberto Piccinini – Diputado Nacional
Marcos Wollman – Diputado de la Legislatura de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires
y siguen las firmas...
Prof. Juan Carlos Sánchez Cs. Jurídicas, Políticas y Sociales
(I.S.P."Dr. Joaquín V. González)
https://www.alainet.org/es/articulo/111107?language=en
Clasificado en
Clasificado en:
