Digna y Pável, memoria enlodada
07/01/2005
- Opinión
"No se puede vivir con una muerte dentro: hay que elegir
entre arrojarla lejos como fruto podrido o al contagio
dejarse morir."
Alaíde Foppa. La sin ventura
Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
México. Enero de 2005.
Para: Bernardo Bátiz Vázquez.
Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.
México, DF.
Señor Bátiz:
Disculpará usted que hasta ahora le responda a la carta
que, con fecha de 7 de septiembre de 2004, me envió. Las
razones de la tardanza no tienen que ver con la desidia o
el desinterés. Lo que ocurrió es que su misiva me llegó
hasta mediado el mes de octubre pasado, y después hube de
consultar con los familiares de Digna Ochoa y Plácido y
con la familia de Pável González González para obtener de
ellos la autorización para responderle a usted. Obtenida
ésta, me puse a estudiar con atención y detenimiento los
expedientes de ambos casos y todo lo que se ha publicado
(y lo que no se ha publicado) en torno a ellos.
Para quien quiera conocerla completa, anexo su carta de
usted. Yo sólo me referiré a ella en tres puntos que
sustenta:
1. Según la procuraduría a su cargo, Digna Ochoa y
Plácido se suicidó. Usted presenta a Rosario Ibarra de
Piedra, Magda Gómez y Miguel Angel Granados Chapa como
avales de esa conclusión (ignoro si estas personas están
de acuerdo con los términos en los que se les menciona,
en todo caso les estoy enviando una copia de la
presente). Además, usted agrega en su carta que, a
diferencia de en regímenes anteriores en los que se
recurría a la "mentira y al acomodo de evidencias a la
conveniencia del momento", la Procuraduría General de
Justicia del DF (PGJDF), a su cargo, optó por la verdad.
2. El caso de Pável González González no se ha cerrado,
pero usted sugiere (e induce así la investigación) que
fue un suicidio.
3. Usted pretende que, como asesor que fue en el diálogo
EZLN-gobierno federal y como funcionario de un gobierno
autodenominado "democrático", se le conceda honor y
credibilidad.
Digna Ochoa, algunas preguntas
Sepa usted que, además de consultar con varios abogados,
revisé personalmente el expediente del caso, así como el
Informe especial sobre las irregularidades en la
averiguación previa iniciada por la muerte de la
licenciada Digna Ochoa y Plácido de la Comisión de
Derechos Humanos del Distrito Federal, amén de materiales
periodísticos y opiniones de quienes acompañaron a Digna
como familiares, amigos y profesionistas. Buena parte de
mis observaciones han sido ya manifestadas por ellos y
ellas, y todas han recibido el desprecio y la burla de
quienes trabajan bajo sus órdenes.
Como podrá apreciar cualquier persona honesta que revise
esos materiales, la investigación está plagada de
irregularidades, ineficiencias y bajezas. En suma, los
funcionarios bajo su mando se han conducido con
deshonestidad.
Ni el señor Renato Sales Heredia (cuyo pobre desempeño se
revalidó recientemente en el caso del señor Bejarano) ni
Margarita Guerra y Tejeda han podido dar una respuesta
satisfactoria a las siguientes preguntas:
1. Del rechazo a quienes buscan la verdad y la justicia
¿Por qué la PGJDF que usted dirige se negó a recibir las
pruebas de medicina forense, criminalística y química
forense de los familiares, a pesar de que, según la
Constitución, es un derecho de los familiares de la
víctima el que aporten pruebas a la investigación? Un
argumento de la PGJDF para no aceptar las pruebas de la
coadyuvancia fue que el objeto de investigación se
encontraba ampliamente probado por el solo hecho de
haberse realizado la prueba pericial. Estas pruebas deben
realizarse bajo ciertos requisitos científicos y
metodológicos, lo que quiere decir que pueden ser
"probadas" varias veces, ¿por qué entonces cada peritaje
aporta distintos resultados sobre los mismos indicios al
realizar las mismas pruebas?
2. De cómo se acomodan los peritajes a conveniencia
De los cuatro peritajes, los dos primeros (hipótesis del
homicidio) fueron desechados por la PGJDF, según esto
"por no ajustarse a una mecánica de hechos, porque las
pruebas contenidas no eran suficientes al tener
conclusiones no válidas ni ajustadas a la verdad de los
hechos". Sobre el tercer peritaje (hipótesis del
suicidio), se argumentó que era el que más se acercaba a
la realidad, pero que estaba incompleto, por lo que se
ordenó otro peritaje que, sin embargo, no se realizó bajo
metodología científica y comprobable y que no contiene
mecánica de hechos. ¿Por qué si se desechan los dos
primeros dictámenes, el tercer peritaje refuerza sus
conclusiones (el suicidio) basándose en los elementos de
los dos primeros (el homicidio)?
¿Por qué en los primeros dos peritajes no aparece ningún
indicio que pudiera apuntar a la línea de investigación
del suicidio? ¿Por qué aparece la hipótesis del suicidio
hasta el tercer dictamen, el cual se realizó ocho meses
después sólo con base en fotografías? ¿Cuál peritaje es
el válido? ¿El que se hace observando el cadáver o el que
se realiza con fotografías del cadáver? (La PGJDF tomó en
cuenta este último.)
3. De la mala fe e ineficiencia de la Procuraduría de
Justicia del DF
¿Cuáles fueron las medidas que tomó la PGJDF para
conservar intacto el lugar en donde ocurrió el homicidio
de Digna? (En este lugar se realizó, ocho meses después,
el peritaje de criminalística de campo que tomó en cuenta
la PGJDF para dictaminar el "no ejercicio de la acción
penal", es decir, para afirmar que se trató de un
suicidio.)
¿Por qué el reporte de la necropsia afirma que Digna
presentaba una flacidez muscular generalizada y sostiene
que tenía de 15 a 16 horas de haber muerto sin que el
cadáver tuviera la rigidez que correspondería a ese
tiempo? De acuerdo con la posición final en que
encontraron a Digna, debería presentar moretones
(livideces cadavéricas) en las partes izquierdas de su
cuerpo, ¿por qué no hay marcas en esos puntos?
Según las pruebas testimoniales de la PGJDF, Digna Ochoa
estuvo con personas en su despacho la tarde anterior a su
muerte, ¿por qué no se encontraron huellas dactilares de
nadie en el despacho?
La necropsia de Digna duró una hora con 30 minutos (se
inició a las 2:30 de la mañana y terminó a las cuatro).
En ella no se tomaron radiografías y no se describieron
de manera completa las lesiones. Dependiendo de la
complejidad, hay necropsias que duran hasta 24 horas,
¿por qué tardó tan poco tiempo la de Digna?
4. De señales que contradicen la hipótesis del suicidio
¿Cómo se explica que Digna hubiera quedado con la cabeza
reclinada sobre el sofá del mismo lado donde recibió el
impacto del proyectil y tuviera la pierna herida
flexionada?
Suponiendo que Digna se hubiera disparado en la cabeza,
¿cómo se explica que el arma se encontrara debajo de su
cuerpo?
Si una de las balas entró por el lado izquierdo de la
cabeza, la sangre seguiría el trayecto de arriba hacia
abajo del lado izquierdo, ¿de qué manera se llenó de
sangre todo el rostro? ¿Por qué tenía todo el cabello
cubriéndole la cara de atrás hacia delante?
Según el último dictamen que sirvió como prueba para la
PGJDF, Digna dispara al sillón para probar el arma, se
levanta y camina hacia el otro sillón, se sienta y con la
mano derecha se dispara en el muslo izquierdo, espera
sentada unos minutos, se levanta y regresa al otro sillón
en donde se hinca y se dispara con la mano izquierda en
la cabeza del lado izquierdo, ¿en que momento se echó el
cabello hacia delante? ¿Cómo se hizo el moretón en el
muslo derecho?
Según la PGJDF no hay elementos para determinar que hubo
sometimiento, pero ¿cómo se realizaron las lesiones del
muslo derecho?, ¿por qué estaba su diadema tirada en el
piso alejada de su cadáver?, ¿por qué se encontró el
botón de su blusa en el piso y en la blusa se
identificaron signos de arrancamiento (hilos levantados)?
¿Para qué Digna esparciría polvo blanco en el lugar de
los hechos? Según la hipótesis oficial de los tres tiros
en tres tiempos, ¿en qué momento Digna esparció el polvo
y lo espolvoreó encima suyo? Y si hubiera sido así, ¿por
qué las suelas de las botas de Digna no tenían manchas o
restos del polvo blanco?
5. Del silencio cómplice
¿Por qué el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro
promovió la hipótesis del suicidio en México y en el
extranjero, aun antes de que terminaran las
investigaciones? Si es una organización defensora de
derechos humanos, ¿por qué no se manifestó sobre las
irregularidades, a toda luz visibles, de la averiguación
previa? El ofrecer pruebas por parte de las víctimas es
una garantía constitucional, ¿por qué si a los familiares
de Digna no les permitió la PGJDF ejercer esta garantía,
violentando sus derechos humanos individuales, no se
declaró el Pro al respecto?
6. De la (conveniente) alteración de dictámenes
Los médicos que realizaron el protocolo de necropsia del
20 de octubre de 2001, que tuvieron a la vista la cavidad
craneal y vieron el hueso específico donde quedó
incrustado el proyectil, concluyeron que la bala que
produjo la herida en la cabeza entró por el temporal
izquierdo y quedó incrustada en el hueso temporal derecho
y siguió una dirección general de izquierda a derecha, de
abajo hacia arriba y de adelante hacia atrás (hecho que
fortalece la hipótesis del homicidio). ¿Por qué meses
después cambiaron su opinión sobre la dirección y
trayectoria del proyectil al mostrarles un cráneo humano
que no era el de Digna?
¿Por qué los primeros peritos, que acudieron al lugar de
los hechos y vieron el cadáver, afirman que había un
moretón en el muslo derecho de Digna, pero meses después,
y "analizando" sólo fotografías, se dice que no hay tal?
Si Digna realizó por sí misma las amenazas, como sostiene
la PGJDF, ¿por qué en los sobres se encontraron restos de
saliva con genotipo masculino?
7. Del pasado reeditado
¿Sabía usted, señor Bátiz, que los peritos Vicente Jaime
Corona Méndez y Rafael Moreno González, que participaron
en su "investigación" del caso de Digna Ochoa, también
fueron peritos en el asesinato de Luis Donaldo Colosio
Murrieta (uno de tantos crímenes sobre los que tal vez
nunca se sabrá la verdad)?
¿Sabía usted que el director del Servicio Médico Forense
en el DF hasta abril de 2004 (y al que le habría tocado
el caso de Digna) fue José Ramón Fernández Cáceres, sobre
el que la CNDH emitió la recomendación 50/95, de marzo de
1995, por haber falseado información al elaborar
certificados médicos y omitir lesiones producto de
tortura a los detenidos? ¿Sabía usted que los torturados
fueron los presuntos zapatistas detenidos en Yanga,
Veracruz? ¿Sabía usted que una de las abogadas de esos
torturados era Digna Ochoa y Plácido y, en consecuencia,
contraparte del señor Fernández Cáceres?
Deshonestos y ruines
Sus funcionarios, señor Bátiz, no sólo fueron torpes e
ineficaces en el caso de la muerte de Digna Ochoa.
También fueron deshonestos y ruines. Para fortalecer lo
del suicidio, se dedicaron a destrozar la reputación de
Digna. Hurgaron en su vida personal para presentarla como
una desequilibrada mental. Con el más puro estilo de la
guerra sucia de los 70, filtraron información falsa a
"periodistas" para que la opinión pública viera, a quien
luchó por los derechos humanos de los desvalidos y de los
luchadores sociales, como una demente taimada y perversa.
Destruyendo la reputación de Digna Ochoa, no sólo
trataron de darle validez a su hipótesis del suicidio,
también quisieron así congraciarse con los sectores del
Ejército federal a los que Digna enfrentó. Destruir la
autoridad moral de una luchadora social y eximir de culpa
a quienes violan los derechos humanos: un negocio
redondo.
Y no sólo, a la deshonestidad y ruindad agregaron la
estupidez. La muestra es larga, y va desde el que la
PGJDF, "investigando" la vida personal de Digna, se haya
dirigido a la madre superiora de la congregación a la que
pertenecía Digna con la siguiente pregunta: "Ustedes,
¿qué tipo de armas usan?", pasando por el argumento de
que Digna se suicidó ¡porque no la invitaron a trabajar
en el Gobierno del DF!, hasta llegar a fundamentar la
hipótesis del suicidio en un libro que ni siquiera era de
ella y al citar un texto que señala... ¡que los suicidas
muestran buen humor y ánimo antes de matarse!
Al principio de esta carta aparece un epígrafe de Alaíde
Foppa, escritora desaparecida por la dictadura
guatemalteca al inicio de la década de los 80. La
desaparecieron por estar del lado de los jodidos. Con ese
poema como evidencia, sus funcionarios habrían dicho que
se suicidó.
Pável González, otras preguntas
Como lo han advertido sus familiares, el caso del joven
estudiante de la UNAM y de la ENAH Noel Pável González
González va por el mismo camino de enlodamiento que
siguió la muerte de Digna Ochoa y Plácido.
Dice usted que el padre de Pável reconoce la letra
póstuma y los motivos por los cuales supuestamente se
suicida. El padre reconoce la letra, pero aclara que el
contenido no es el estilo de Pável; la nota dice: "Padre
y madre cuiden a mi hermano, es mi decisión y no culpen a
nadie", pero Pável nunca se refería a sus padres en esos
términos y hubiera escrito algo con más profundidad
filosófica. Más que una nota de despedida, parece una
nota dictada por el o los asesinos.
Desde el inicio de la investigación, los personeros de la
PGJDF han insistido en lo del suicidio o en un "crimen
pasional" de homosexuales. Haciendo gala de cinismo e
ineficiencia, han evitado responder preguntas claves:
¿Por qué el Ministerio Público no estuvo presente para
levantar el acta pericial cuando se encontró el cuerpo de
Pável? ¿Por qué el Ministerio Público primero "extravía"
el expediente y luego se niega a darle una copia a
Derechos Humanos del DF?
¿Por qué hay contradicciones entre un Ministerio Público
y otro respecto a la hora de la muerte de Pável? (Uno
dice que 17 horas antes de ser hallado y otro dice 96
horas.)
¿Por qué no aparece por ningún lado la pluma o lápiz con
que, supuestamente, se escribió el mensaje póstumo? ¿Por
qué no le muestran el cuerpo a sus padres hasta al otro
día de ser encontrado? ¿Por qué el cuerpo de Pável está
desnudo? ¿Por qué se encuentran lesiones en sus partes
nobles?
¿Por qué los legisladores de PRD, PT y PRI se pronuncian
por una investigación seria y objetiva y los del PAN (el
brazo electoral de la ultraderecha mexicana) no?
¿Por qué no se investigan las informaciones sobre los
hechos de violencia que se presentaron en los alrededores
de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM el día y
la hora en que Pável es visto vivo por última vez?
¿Por qué no se investigan las amenazas que, provenientes
del grupo de ultraderecha El Yunque, han recibido
estudiantes compañeros de Pável?
¿Por qué no se investiga la velada amenaza de un
funcionario de Gobernación, el 29 de abril de 2004,
quien, dirigiéndose a la madre de Pável, dijo: "Nosotros
sabíamos quién era Pável, que anduvo en las cumbres
económicas de altermundistas de Cancún, Monterrey...
Señora, cuide al único hijo que le queda".
¿Por qué no se investiga la información que recibió el
periodista Miguel Angel Granados Chapa y de la que se da
cuenta en su columna Plaza Pública, del periódico
Reforma, en junio de 2004?
Ni verdad ni justicia
Lo que hizo la PGJDF, señor Bátiz, no ha sido descubrir
la verdad ni administrar la justicia. Lo único que se
propuso, y lo ha logrado, es congraciarse con la derecha
enlodando la vida de dos personas que valían más que
todos los funcionarios juntos del Gobierno del DF. Y lo
han hecho de la manera más ruin posible: enlodando su
muerte.
Al dolor, la pena y la indignación que nos causan esas
muertes, sus funcionarios han agregado la humillación y
el coraje de ver sepultadas las muertes de Digna y Pável
por una calumnia con coartada de "revolucionaria" y
"democrática".
Ojalá y les pase lo mismo. Ojalá que, ya muertos, alguien
se preocupe de husmear en sus intimidades y, con morbo
perverso, les invente infamias y deméritos y les arruine
la trayectoria de su vida precisamente cuando nada puedan
hacer en su defensa. Ojalá que cubran su tumba como ellos
han cubierto la de Digna y Pável: no con la flor de la
verdad, sino con mentiras e ignominias.
Porque ellos pueden decir que son buenos, democráticos,
de izquierda, y que Digna y Pável eran unos dementes y
suicidas, porque ni Digna ni Pável están para defenderse.
O tal vez están, pero en quienes los queremos honrar por
sus ideales y compromiso.
Ojalá y quienes apuestan a que llegando el PRD al
gobierno federal se aclarará la guerra sucia de los 70,
se den cuenta de que no será así. Ni la verdad ni la
justicia se encuentran como concesión de arriba, se
construyen desde abajo. Con el PRD arriba va a resultar
que todas las víctimas de la guerra sucia se "suicidaron"
después de armar la "escenografía" de una causa: la de la
lucha por justicia para los desposeídos.
Esa causa que el PRD, embriagado por el poder, ha
olvidado.
Señor Bátiz:
En honor a la verdad y por la simpatía y respeto a
quienes han dado su vida y muerte "en este camino al
cambio para mejorar" (para usar sus mismas palabras), me
veo obligado a demandarle que, haciendo uso de sus
atribuciones, reabra el caso de Digna restituyéndole
primeramente el valor moral que le destruyeron con su
torpe investigación, y que obligue a sus funcionarios a
conducirse con responsabilidad, seriedad y eficacia en el
caso de Pável.
Sólo así hará usted honor a las convicciones que dice
tener.
Es todo.
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, enero de 2005.
PD: Otra cosa, puede usted decirle a sus funcionarios que
las amenazas que, sutil o descaradamente, nos han hecho
llegar para "convencernos" de quedarnos callados sobre
este asunto, han sido, como es evidente, inútiles.
Otra PD: Lo de haber sido asesor del EZLN en los diálogos
de paz, señor Bátiz, no es garantía de nada. No es su
caso, pero hay un intelectual que se dice de izquierda y
democrático, que fue asesor en ese diálogo y ahora es
defensor oficioso de la Wal-Mart de Teotihuacán (tal vez
a cambio de que le den la tarjeta de empleado
distinguido, perdón, de cliente distinguido). O sea que
hay personas que son una cosa u otra, depende lo que les
convenga, es decir, según las ofertas de la semana.
Una PD más: No veo cómo podría hacer llegar el saludo a
mis compañeros zapatistas de parte de quien dirige la
instancia que enlodó el nombre de Digna y está en proceso
de hacerlo con el de Pável. ¿Cómo le hago?
ccp: Familiares de Digna Ochoa y Plácido.
ccp: Familiares de Noel Pável González González.
ccp: Rosario Ibarra de Piedra.
ccp: Magda Gómez.
ccp: Miguel Angel Granados Chapa.
ccp: Digna y Pável, donde quiera que se encuentren.
___________
Carta de Bernardo Bátiz a Marcos
México, DF, 7 de septiembre de 2004.
Subcomandante insurgente Marcos.
Presente.
En la primera parte de su comunicado, publicado en La
Jornada el día 20 de agosto de este año, hace usted
referencia a dos casos -Digna Ochoa y Noel Pável
González- que han sido materia de investigación de la
Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.
En honor a la verdad y por la simpatía y respeto a usted
y a su causa (simpatía expresada por mí en artículos y
presencia en San Cristóbal) me siendo obligado a escribir
estas líneas.
En el caso Digna Ochoa, nos pareció de momento a mí y a
mis colaboradores que se trataba de un homicidio, pero a
medida que se ahondó objetivamente y sin prejuicios en la
indagatoria, los datos indicativos de que ella misma se
privó de la vida se fueron acumulando, hasta que se llegó
a la conclusión de que nadie más que ella estuvo en el
lugar y fue ella misma la que se hirió primero en la
pierna y unos minutos después en la cabeza.
Es importante recordar que, ante la opinión de grupos de
amigos de Digna Ochoa y defensores de derechos humanos,
se tomó la decisión de que se revisara toda la
averiguación previa y se repitieran pruebas, por un
equipo totalmente diferente al que inicialmente llegó a
la conclusión del suicidio.
Acepté designar a un fiscal especial, que me propusieron,
sin la mínima intervención de mi parte, los señores
Rosario Ibarra de Piedra, Magda Gómez y Miguel Angel
Granados Chapa, como representantes de la opinión
contraria al suicidio; la persona designada fue la
magistrada Margarita Guerra y Tejada, quien aceptó el
cargo e integró un grupo de investigadores, agentes del
Ministerio Público y peritos, totalmente ajeno al grupo
inicial, algunos de los cuales fueron contratados como
externos a la procuraduría.
La conclusión de la nueva fiscal, después de casi un año
de trabajo, fue la misma a la que había llegado antes el
primer equipo, encabezado por el licenciado Renato Sales
Heredia.
En el caso del joven Pável, cuyo cuerpo apareció a más de
3 mil 900 metros de altura, colgado del travesaño de la
cruz que está en la cumbre del Ajusco, conocida como Pico
del Aguila, ha sido investigado también; se encontró un
recado póstumo y otros indicios que hacen presumir que se
trata de un suicidio. Sin embargo, a petición de
familiares y compañeros, no se ha cerrado el caso y se
continúa investigando. El recado póstumo está en un
cuaderno de Pável, encontrado cerca de su cuerpo, en una
mochila de excursionista, escrito con letra de él mismo,
reconocida por su padre y confirmada por peritos en
grafoscopía; este recado es una despedida y un mensaje a
su familia.
Admito que a algunos les resulte difícil creer en las
conclusiones a las que llegamos en estos casos, sobre
todo después de tantos años y tantos precedentes de
mentira y de acomodo a la conveniencia del momento.
Admito también que ni yo ni quienes intervinieron en la
investigación estamos exentos de haber cometido errores.
Por eso, respeto a quienes, como usted, sostienen una
opinión contraria. Lo que sí puedo asegurarle es que, en
ambos casos, optamos por la verdad.
Sé que Digna Ochoa tuvo, desde su trabajo en el Centro
Pro y junto con otros abogados, injerencia en la defensa
de los presuntos zapatistas encarcelados a raíz de los
hechos de febrero de 1995. Sé también que Pavel
colaboraba con comunidades y municipios zapatistas. Eso y
muchas otras cosas más dan fe de su compromiso y su
generosidad. Pero ambos, como todo ser humano, eran una
mezcla de luces y sombras. Sus indudables méritos y
virtudes no se demeritan en nada ni por la decisión que
tomaron, ni con otros rasgos de su vida, que aparecieron
en la indagatoria.
Nada tiene que ver su trabajo con el resultado
ministerial de la investigación; la conclusión del
suicidio cuando se ha tomado, se ha formulado a partir
del examen minucioso de las evidencias.
Los comandantes del CCRI del EZLN me hicieron el honor de
invitarme a participar como asesor en una de las etapas
de los diálogos de paz en Chiapas. Las convicciones que
me llevaron a participar entonces, son las mismas de hoy.
El cargo que ocupo y en el que sirvo a mi ciudad es
transitorio, no sé dónde estaré mañana, pero en cualquier
lugar que sea, puede estar seguro de que esas
convicciones serán las mismas.
Le ruego, finalmente, que sea el conducto para hacer
llegar mi saludo a los indígenas zapatistas que tanto nos
han aportado en este camino al cambio para mejorar.
Bernardo Bátiz Vázquez
https://www.alainet.org/es/articulo/111126
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