El caso de las Dos Erres
09/02/2005
- Opinión
A la opinión pública
El día 2 de febrero de 2005, la Corte de Constitucionalidad (CC)
notificó a la Asociación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos
de Guatemala, FAMDEGUA, resolución de fecha 04 de octubre del 2004
(Expediente 2235-2,004), en la que revoca la sentencia dictada por
la Corte Suprema de Justicia en el caso de las Dos Erres,
comunidad masacrada en 1982. Esta sentencia de la CC trae como
consecuencia la anulación de todo lo actuado por el Juez de
Primera Instancia de San Benito Petén a partir del 28 de diciembre
de 1996, fecha en la que entró en vigencia la Ley de
Reconciliación Nacional. Entre las actuaciones anuladas se
encuentran testimonios de 2 militares que declararon contra sus
propios cómplices en el mismo hecho, algo inédito en la historia
guatemalteca; además, deja sin efecto las órdenes de aprehensión
contra 17 militares, emitidas en el año 2000. Con ello, esta
masacre corre el riesgo de quedar en la impunidad.
La mencionada resolución pone de manifiesto lo que las víctimas
han denunciado desde tiempo atrás que es la complicidad entre la
CC y la defensa de los militares implicados.
Estos 17 militares, entre Oficiales, Instructores, Subinstructores
y Kaibiles, son sindicados de haber asesinado y exterminado
brutalmente a aproximadamente 360 personas, entre mujeres, niños,
ancianos y hombres de esta población; el parcelamiento Las Dos
Erres fue completamente borrado del mapa.
Mediante esta decisión se resuelve el último de los 34 amparo
interpuestos por la defensa con fines dilatorios, pretendiendo por
parte de la CC la anulación completa del proceso. Esta aberración
jurídica, sin disponer de ningún fundamento legal, confirma no
sólo la existencia de los poderes ocultos en el Sistema de
Justicia, sino manifiesta al mismo tiempo la amenaza que esta
investigación representa para los militares implicados tanto como
para la impunidad estructural en Guatemala.
Esta sentencia además, contradice el actuar del propio Estado de
Guatemala que ha reconocido su responsabilidad institucional de
este acto delictivo ante la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, comprometiéndose en esa oportunidad a investigar y
procesar los responsables de este hecho. Una vez más los actuales
magistrados de la CC perjudican la reputación de este órgano
constitucional cuyo actuar imparcial y apego a la ley es
indispensable y fundamental para la creación de un Estado de
Derecho.
A pesar de lo anterior manifestado, el clamor a la justicia sigue.
La investigación por parte del MP debe reanudarse... no
permitiremos que se entierre el proceso.
Por ello exigimos
A los órganos jurisdiccionales competentes, que rechacen la
solicitud de la extinción de responsabilidad penal (amnistía) a
través de la Ley de Reconciliación Nacional.
Al Fiscal General de la República, que garantice la seguridad de
los testigos y que nombre inmediatamente un fiscal permanente que
garantice la imparcialidad debida de la investigación pendiente;
además que impulse la investigación y - en su momento - solicite
de nuevo las órdenes de aprehensión contra los 17 militare
implicados en el caso.
Al Juez Contralor de la investigación, que ejerza sus funciones
con imparcialidad e independencia.
A COPREDEH, que informe inmediatamente a la Comisión
Interamericana de DDHH, indicando que esta decisión viola las
obligaciones contraídas por parte del Estado en el acuerdo
amistoso del año 2000 firmado ante la misma Comisión.
Fundación Rigoberta Menchú TUM, FRMT
Fundación Myrna Mack, FMM
Centro de Análisis Forense y Ciencia Aplicadas, CAFCA
Asociación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos de Guatemala
https://www.alainet.org/es/articulo/111325