12 de octubre: ¿Día de qué?
11/10/2005
- Opinión
Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: "Cierren los ojos y recen". Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia. EDUARDO GALEANO
Los europeos se apropiaron de la América de los huevos de oro y la saquearon. Fuimos obligados a comprar una civilización que no pedimos al precio de la dignidad de ser libres. Por siempre sufriremos las consecuencias de aquel escarnio disfrazado de conquista.
Hoy nos prestan con impagables intereses el dinero que antes nos robaron y la tortura omnipresente, y al parecer sin fin, de la moderna hoguera o los actuales grilletes y cadenas se llama “deuda externa”.
Mal que nos pese, somos hijos del estupro histórico de la colonización perpetrado por sicarios del imperialismo monárquico-eclesiástico, llevando el sello ignominioso de surgir de un genocidio salvaje.
Porque es falso que desconocían la existencia de este continente de alrededor de 90 millones de habitantes y sus hermosas culturas de casi doce mil años. Era bien sabida la esfericidad de la tierra, y de las sobreabundantes riquezas minerales de esta región, el olor llegó a los buitres.
La mística de la expedición a la ruta de Indias en busca de especies, se deshace ante palmarias declaraciones del libertador venezolano. Simón Bolívar denunció que: “El objeto de España era aniquilar al Nuevo Mundo y hacer desaparecer a todos sus habitantes, para que no quedara ningún vestigio de su civilización…Tres siglos de barbaridades que los españoles cometieron en el gran hemisferio americano y que la presente edad ha rechazado como fabulosas, porque parecen superiores a la perversidad humana; y jamás serían creídas por los críticos modernos… los actos más horrorosos de un frenesí sanguinario”.
Ciudades enteras desaparecidas de la faz de la tierra, cientos y miles de aborígenes esclavizados, martirizados y asesinados en masa. Luego de casi trescientos años, se conocieron manuscritos sobre la destrucción, que luego fueron depositados en la Real Academia de la Historia de Madrid. Hasta entonces, la iglesia habría vetado todos los escritos, y prohibido todos los libros.
Se calcula que ya en los primeros 150 años de colonia, la población se había reducido a la décima parte: espada, viruela, sífilis, y otras pestes, trabajos forzosos, torturas y quemazones mediante. Esto significa quinientos mil muertos por año, mil muertos por día durante 150 años. En ese siglo y medio solamente, se enviaron a España según cifras oficiales, 185 mil kilos de oro y 17 millones de kilos de plata pura. Fuimos víctimas del despojo “a piacere”.
En resumen: el viaje de Cristóbal Colón surgió de un simple y macabro complot entre la Iglesia, los Reyes y los banqueros de turno, con el motivo de explotar tierras que ya eran conocidas desde la época de los faraones, con las cuales, desde mucho antes del cuento del “descubrimiento”, los vikingos mantenían intercambio comercial. El acuerdo contemplaba aniquilar a los habitantes del Nuevo Mundo en nombre de la iglesia, destruir toda evidencia que mostrara el nivel cultural alcanzado por esos habitantes, para poder justificar ante la historia la colonización y evangelización, construir un héroe, Colón, y una leyenda, y explotar individualmente las riquezas existentes, dando concesión exclusiva a los banqueros alemanes “Welser”, unos de los mayores prestamistas de Europa.
En esa “cumbre” de magnates: monárquicos, religiosos y financieros, se planificó el más brutal y encarnizado ensañamiento contra la raza humana, holocausto que permitió a los tres participantes riquezas infinitas. El Papa Alejandro VI otorgó a Isabel y Fernando el título nobiliario de “Reyes Católicos”, que les inmortalizó ante la historia como símbolos emblemáticos del catolicismo, e irónicamente celebramos en estas latitudes esa jornada de 1492, fecha en la que deberíamos conmemorar LA ANIQUILACIÓN DE LA CULTURA AMERICANA..!
Los pueblos originarios -en los países en que el exterminio no fue total como en el nuestro- aún continúan siendo avasallados por políticas públicas que ignoran su existencia, valores y cultura, condenándolos al arrinconamiento social. La explotación, el racismo y el pillaje contra los verdaderos dueños de las tierras nativas continúan intactos, solo que con métodos más sofisticados y por ende, más difíciles de contrarrestar.
El recuerdo de la hazaña del “descubrimiento del Nuevo Mundo”, es y será un día aciago, vergonzante para la Humanidad.
Ya que es imposible volver atrás la historia, cada doce de octubre, aprovechemos para meditar y poner puntos de profilaxis sobre actuales y eventuales genocidios. El germen conquistador tiene otras caras, pero sigue tan vigente en la actualidad como hace más de quinientos años.
Solo hay una gran diferencia; hoy sabemos que los que no tienen alma son ellos: los depredadores.
Fuente: http://www.atabaque.com.uy
https://www.alainet.org/es/articulo/113262
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