Carta abierta al pueblo de Chile
Fujimori debe ser extraditado o juzgado en Chile
20/12/2005
- Opinión
En nuestra calidad de organizaciones que trabajan por la defensa y la
promoción de los derechos humanos y la democracia en América Latina,
quisiéramos expresar nuestro apoyo por los esfuerzos de llevar al ex
presidente peruano Alberto Fujimori a la justicia. Estamos complacidos
de ver que un proceso de extradición se está llevando a cabo después
de la detención del Sr. Fujimori en Chile el 7 de noviembre de 2005, y
confiamos que la justicia prevalecerá. Mientras este caso se
encuentre pendiente ante los tribunales chilenos, consideramos que
existe una gran oportunidad para valorar la importancia de defender
los derechos humanos y combatir la impunidad que ha afectado tanto a
Perú como a Chile.
Después de asumir el cargo por un tercer periodo mediante elecciones
fraudulentas, el ex Presidente Fujimori huyó del Perú en noviembre de
2000 en medio de un gran escándalo de corrupción, renunció a la
presidencia por fax y tomó residencia en Japón. Hoy Fujimori es un
fugitivo del sistema judicial peruano, y enfrenta numerosos cargos
criminales incluyendo homicidio, actos de tortura y desaparición
forzada, y de malversación de fondos. Las organizaciones
internacionales de derechos humanos han denunciado al gobierno de
Fujimori por crímenes contra la humanidad. Tanto la Comisión
Interamericana de los Derechos Humanos como la Corte Interamericana,
han concluido que violaciones sistemáticas a los derechos humanos se
cometieron durante el gobierno de Fujimori. Según la Comisión de la
Verdad y Reconciliación de Perú, los miembros de un escuadrón de la
muerte que operó durante su presidencia, el Grupo Colina, fueron
responsables de la ejecución de 15 personas en el distrito de Barrios
Altos de Lima, en 1991, y de la desaparición y el asesinato de nueve
estudiantes y un profesor de la Universidad de La Cantuta, en julio
1992, entre otras atrocidades.
Tal como ocurrió con el ex dictador chileno Augusto Pinochet, Fujimori
subvirtió las instituciones democráticas de su país. Como presidente,
Fujimori impuso el control total del Congreso, la magistratura, el
Ministerio Público, el sistema electoral y muchos de los medios de
comunicación. Miembros del Congreso, dueños de medios de comunicación
y otros fueron sobornados con grandes sumas de dinero para pagar su
lealtad al gobierno. Casi 1.500 personas han sido o están siendo
procesadas por actos de corrupción cometidos durante los diez años del
régimen fujimorista. Transparencia Internacional ha declarado que
Fujimori está entre los presidentes más corruptos del mundo en tiempos
recientes.
Si se logra imponer la justicia en este caso, el impacto se sentirá
más allá del Perú. Este caso puede transformarse en un gran precedente
que sirva de ejemplo en un continente renuente a confrontar su pasado,
acabar con la impunidad y fortalecer los principios jurídicos que
persiguen asegurar el respeto a los derechos humanos y la democracia
en el futuro. Las organizaciones abajo firmantes apoyamos los
esfuerzos dirigidos a lograr que el ex Presidente Alberto Fujimori
responda ante la justicia peruana por medio de la extradición, y en
caso de que no sea posible, ante la justicia chilena. Juntos alentamos
respetuosamente al pueblo de Chile a unirse a nuestra causa.
Washington, DC., 19 de diciembre de 2005
Cordialmente,
Joy Olson, Directora Ejecutiva, Washington Office on Latin America
(WOLA)
José Miguel Vivanco, Director Ejecutivo, Human Rights Watch/ Américas
Eric Olson, Director para las Américas, Amnesty International, USA
Viviana Krsticevic, Directora Ejecutiva, Maria Clara Galvis, Abogada
para Perú
Center for Justice and International Law (CEJIL)
Juan Méndez, Presidente, International Center for Transitional
Justice (ICTJ)
Marie Dennis, Directora, Maryknoll Office for Global Concerns
Rev. Douglas B. Hunt, Coordinador de Programas Internacionales,
Network for Environmental and Economic Responsibility, United Church
of Christ
Rev. Seamus Finn, Director de la Oficina de Justicia y Paz, Missionary
Oblates of Mary Immaculate
Richard Erstad, Director, América Latina y el Caribe, American
Friends Service Committee
John Cavanagh, Director, Institute for Policy Studies
David A. Robinson, Director Ejecutivo, Pax Christi USA: National
Catholic Peace Movement
Bill Goodfellow, Director Ejecutivo, Center for International Policy
Joe Eldridge, Director, Kay Spiritual Life Center, American University
Carlos Quesada, Director del Programa de América Latina, Global
Rights - Partners for Justice
Personal de la Organización, School of the Americas Watch
Lisa Davis, Directora de Programas, Estado de Derecho, Freedom House
James E. Winkler, Secretario General, General Board of Church and
Society, United Methodist Church
Emily S. Goldman, Representante de Programa, Robert F. Kennedy
Memorial Center for Human Rights
Dr. Gabriela D. Lemus, Directora de Políticas y Legislación, League
of United Latin American Citizens, National Office
Andrew de Sousa, Organizador Nacional, Network in Solidarity with the
People of Guatemala
Tom Ricker, Co-Director, Quixote Center/Quest for Peace
Mark L. Berenson, Co-Director, Committee for Inter-American Human
Rights
Ann Oestreich, IHM, Coordinadora de Justicia de la Congregación,
Sisters of the Holy Cross
The Rev. Fred Morris, Presidente, Faith Partners of the Americas
https://www.alainet.org/es/articulo/113912